Un nuevo comienzo

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Silencio


No se escuchaba nada en aquella habitación.

Estaba todo desolado, como si ninguna persona hubiera estado allí antes.

Pero, derrepente los muelles de la cama empezaron a chirriar levemente, como si hubiera una persona moviendose en la cama.

Una chica, que ha simple vista se veía que tenía el pelo tintado rojo, flequillo retirado hacia un lado con el cabello llegándole hasta la cintura, ojos marrones, estatura media y gafas, se levantaba de un sueño del que parecía no tener fin.


Hasta ahora.

Se aclaraba la garganta con voz ronca.

Mientras daba un bostezo y miraba con extrañeza el cuarto en el que había despertado, ya que no lo reconocía ni de lejos.

Estaba desorientada.

Observó que estaba en una habitación bastante grande, mas grande de lo que ella ya estaba acostumbrada.

Las paredes eran de franjas blancas y grises, pero tenía como pequeñas gotitas de lluvia distribuidas por la pared y cada una de un color diferente, y el suelo era de madera oscura.

Estaba sentada sobre una cama clásica, de color blanco, pero que parecía ser un poco vieja, ya que se hacía notar que la pintura estaba más grisácea por algunos lados.

Sobre su colchón había una colcha azul, con algunas almohadas de distintas formas y distintas tonalidades de colores pastel y negro, con el cabecero en forma de estante, mientras que en frente del cabecero de la cama había un escritorio negro con cajones rojos a los costados, y daba a una ventana con la persiana cerrada y con unas cortinas que se extendían hasta casi tocar el suelo.

Al lado de la cama había una estanteria de pared, y en un estante de ésta una lámpara estilo oriental que le daba a la habitación una tenue luz con el que poder apreciar cualquier rincón pero no con mucho detalle.

También habia un sofá de tres plazas rojo en el otro lado de la habitación con una manta en él.

Finalmente, había un armario blanco metido en la pared que tenía leves magulladuras y era de doble puerta, además de algunos estantes vacíos esparcidos por la parte de encima de la cama y el escritorio.

- ¿Qué es todo esto? -se preguntó, mientras miraba a su alrededor todavía negando el creer que estaba en aquel sitio.

Buscaba en cualquier rincón de su pequeña mente pero no lograba recordar con claridad algunas cosas que cualquier persona podría saber hasta sin pensarlo.

Lo único que sabía ella era que tenía una familia, recordaba su rutina, sus compañeros de instituto, sus aficiones... Pero lo demás estaba totalmente borroso, era como si alguien hubiera borrado los pequeños detalles de su vida, aunque fueran importantes o marcaran algo en su vida.

Lo veía borroso.

Cada vez que intentaba recordar algo o estaba a punto de recordar qué había pasado le daban pequeños pero tortuosos pinchazos en la cabeza, así que decidió dejarlo estar.

Aturdida, posó un pie en el suelo y se dirigió hasta la puerta con pasos cortos, pero esta estaba cerrada. Tenía colgado un espejo redondo con un marco blanco.

Mientras veía su reflejo se dio cuenta de que estaba un poco despeinada, se pasó los dedos por el pelo, y, al hacer esa acción, vio que llevaba una sudadera gris que le llegaba por los muslos y unos vaqueros negros desgastados.

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2018 ⏰

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