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_Pov Jungkook_

Estaba malditamente cansado de todo, de las quejas de mi familia, de todas las tareas de la Universidad, de mis compañeros e incluso de mis amigos.

Exhausto hasta el punto de encontrar a mi cama mi fiel compañera, la que me permitía la tranquilidad y un momento de calma adormecedora me dispuse aquel día sábado a nada más y nada menos que dormir, como el oso polar que de niño alguna vez soñé ser; mientras los demás niños deseaban llegar a ser astronautas, futbolistas o bomberos al momento de llegar a la adultez, yo imaginaba como sería poder dormir un invierno entero y perezosamente despertar en una temporada donde todo fuera mejor.

No hacía frío realmente pero me gustaba cubrirme un poco más del cuello con las mantas, intentando evitar así que mi sueño se interrumpiera por alguna brisa fría. Sin embargo no había previsto que otro estorbo sería el que no me permitiera dormir.

—¡kookie!

Y luego de ser llamado sentí como una ballena aterrizaba sobre mi espalda.

Bueno, tal vez exageraba, pero cuando un idiota se te tira encima como si pesara lo mismo que una diminuta pluma no significa que el dolor en mi espina disminuyera. Y sin darle más vueltas de una patada le hice salir de encima mío, envolviéndome con las sabanas como si fuera un caliente y confortable bollo, protegiendome de las chillonas quejas que de seguro comenzaría a tirarme al momento de levantarse del suelo.

Y no se hicieron esperar.

—¡Yahh! ¡Jungkook! Prometiste que hoy me acompañarías, no seas de esta manera.

—Déjame Jimin, ve a invitar a alguien más ¿No ves que estoy muy ocupado?

No podía verlo pero podía apostar que sus ojos estaban entrecerrados y un notable puchero adornaba sus abultados labios. No me costaba imaginarlo, era algo muy usual.

—Eres un mal amigo..

Su voz entristecida al igual que el tono bajo que demostraba su decepción me dio una punzada en el pecho. El muy maldito sabía bien como hacerme cambiar de opinión.

Me resistí, de verdad que lo hice y podía notarse mis esfuerzos al retorcerme un poco en mi lugar, hundiéndome más en mi esponjosa cama pero los brazos a mi alrededor y el restrego de un rostro en mi espalda me forzó a suspirar a modo de rendición.

—Ya, ya, iré, ahora déjame dormir.

—¡Eres increíble!

Y con un beso en mi mejilla izquierda igual de rápido como hubo aparecido salió de mi cuarto, dándome al menos el tiempo suficiente para descansar mis ojos hasta que la hora en la que tendría prácticamente luchar para salir de la cama llegara.





«🔥»






Ya estaba listo, perfumado y vestido.

Unos jeans negros rasgados con unas convers del mismo color, una camiseta blanca con una frase justo al medio en llamas y un chaleco de mezclilla azul marino sobre aquella, abierta.

Me vi un par de veces al espejo para poder comprobar mi estilo y tuve que conformarme por lo poco creativo que era al combinar las prendas. Seguramente Jimin iría con algún tipo de camiseta apretada para mostrar su musculatura y tentar a más que algunos.

1/4 De Alma 《YoonKook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora