Hey Zero.
¿Te acuerdas cuándo nos hicimos amigos?
Tengo que admitir que nunca olvidaré ese día, éramos niños inocentes que tenían grandes sueños que eran imposibles para un adulto.
Yo era huérfano en aquel entonces, mis padres me rechazaron por ser el débil de la manada, creí que iba a morir por falta de alimento y agua hasta que me encontraron tus padres. Al principio no me querían como los míos e incluso me alejaba en sus actividades y horas de las comidas.
Aunque me hayan salvado de la muerte me sentía sólo hasta que te conocí cuando fuiste a buscar a aquella pelota de piel rellena de arena, al verdadero Zero, hijo de los jefes del clan.
Tu mirada era curiosa por la razón de ser el único lobo en un grupo de chacal, en ese momento pensé que me ibas a golpear o a insultarme así que me hice bolita temblando, solo recibí una dulce risa y tu mano extendida hacia mi dando la señal de confianza, así comenzó nuestra relación de amistad que se convirtió en hermandad.
Siempre íbamos a todos lados juntos, jugábamos hasta el atardecer, dormía contigo cada tormenta eléctrica y siempre veíamos la luna juntos.
Con el tiempo empezamos a crecer y todo empezó a cambiar.
Tus padres fueron asesinados violentamente por alguien de nombre desconocido en una noche de verano, tú tenías 15 años cuando te nombraron el nuevo líder, eras muy joven en ese entonces que no sabías que decisión tomar en esos momentos, por supuesto yo te ayude en todo lo que podía y tú liderazgo se fue establecido por cada error y el apoyó que te daba.
Pasó un año desde ese suceso, yo tenía unos 16 años cuando me diste mi primer beso en mi cumpleaños debajo de la luz de la luna, me confesaste tus sentimientos y yo te di una respuesta positiva, así comenzó nuestro noviazgo de pequeños besos y abrazos hasta caricias y noches de pasión en el transcurso de los años.
Todo era felicidad hasta que empezaste a cambiar desde la última vez que te fuiste de caza con los demás, te hicieron una cicatriz en el ojo izquierdo, tu personalidad de cariñoso y alegre se volvió fría y seria. Todas las noches me gritabas por cada error que hacía, me sentía mal por todo lo que me decías pero tenía que demostrar mi valentía a pesar de las lágrimas derramadas en cada noche con la luna siendo consuelo para este lobo.
La gota que derramó el vaso fue cuando me diste un golpe en mi abdomen en una noche de nevada en diciembre, mi boca salía sangre, mi estómago me dolía y sentir tu mirada fría hacía mí fue una horrible experiencia que nunca lo olvidaré, te fuiste sin decir un "lo siento". Ese día tome mis cosas, me fui sin dejar una nota o una explicación y no volteé hacia atrás para no sentirse culpable de mis actos.
Me alegra que me hayan ayudado tu equipo a llegar a Green Hills, ellos ya no quería verme sufrir por tus agresiones, por lo menos ellos no eran tan malos como todos dicen.
Pero aún así no podía olvidar el dolor de mi corazón al abandonarte, quería volver a ese lugar más sentía miedo por ver tu reacción y me escondí como un verdadero cobarde.
Un verdadero débil.
Débil.
Tú siempre odiaste esa palabra.
Cada vez que alguien te decía esa palabra en una batalla enloquecias y terminabas muy mal, cuando regresaba te escondía como un pequeño niño y yo te acariciaba tratando de consolarte.
¿Realmente fui un mal novio?
¿Debí de esforzarme más?
¿Fue por mi aspecto, por mí personalidad?
¿O solo jugaste conmigo como juguete durante esos años?
Tan solo pensar en eso me dolía mi alma, deseando cada noche esos bellos momentos donde nuestro amor era la esencia de nuestra historia.
Cuando empezó el gran movimiento de Eggman para conquistar todo el mundo y la derrota de Sonic quedé aterrado y más por el clan, volví al lugar descubriendo que ya no había nadie, ni siquiera estabas tú y es ahí cuando solté un gran llanto de dolor.
Luego se me cruzó una idea qué tal vez fue lo peor o lo mejor que haya hecho.
Unirme a la resistencia y buscarte.
Ya no me importaba si me odias por haberme ido de tu lado o lo nuestro quedó en el pasado.
Solo me importa que tú estuvieras a salvo de ese lunático a punto de destruir la paz de aquellos habitantes.
Escuchaba varios rumores acerca del gran arma del doctor, que era una especie de chacal que tenía incrustado una piedra que podía alterar la realidad, ya no quería escuchar más de esas mentiras y solo las ignoraba.
Ja... ¿Quién hubiese imaginado que fueron ciertas?
Ahora ya no eres ese chico cariñoso el cual me enamoré.
No, eras un ser sin corazón. Matando a cada alma inocente y burlando te de ellos llamándolos "patéticos", "cobardes" y tú típica palabra que tanto odias: "débil".
Ese recuerdo cuando vi tu rostro sigue grabado en mi memoria.
Durante los encuentros intentaba convencerte, recordar lo que eras antes e incluso rogaba que dejaras atrás ese gran odio que acumulaste.
Pero solo recibí golpes en mi cuerpo y en mi corazón.
Ya varios perdieron la esperanza conmigo, tanto así que ya no confiaban en mí para las misiones, solo ese erizo azul me tranquiliza diciendo que todo estaría bien y que tarde o temprano todo volverá a la normalidad.
Jamás sabré tu razón de tu alianza con Eggman, la ubicación del escuadrón chacal y como terminamos así.
Porque ahora me estoy muriendo.
¿Quién diría que ese cara de huevo te traicionará en último momento y solo fuiste una pieza de su juego?
Ese brazo mecánico dirigiéndose hacia ti apuntando a tu pecho donde estaba el gran poder.
Mi cuerpo se movió en un acto de reflejo, en un parpadeo mi pecho junto con mi estómago siendo atravesado, tosiendo sangre sintiendo la mirada de todos hacia mí.
Ahora mi cuerpo descansa en el frío suelo, el zorro junto con la eriza rosa y el murciélago trataban de parar la sangre, el Team Chaotix nos protegía de los robots y los demás luchaban por su libertad.
— Rookie aguanta, todo va a salir bien, lo prometo.
Tails, no hagas promesas que no se pueden cumplir.
— Nosotros somos una familia y la familia se ayuda entre sí.
Amy, deja caer esas lágrimas de dolor, no quiero que ocultes tus emociones como yo lo hice antes.
— Cariño no nos deje, no solamente Sonic te necesita sino todos nosotros. No mueras por favor.
Rouge, ya no hay una solución para esto, solo queda la muerte.
Solo quiero decirle que gracias por todo, que sin ustedes no podría salir adelante y darme cuenta que yo puedo hacer un cambio en este pequeño mundo.
Sin embargo mi cuerpo ya no reacciona y mi vista se está nublando.
Que mal que no pueda decir mi última petición.
Hey Infinite.
Lo siento.
. . .
ESTÁS LEYENDO
¡Hey Infinite!
RandomHey Infinite. . . . . . Te amo. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Relación con Sonic Forces. Todos los personajes mencionados en esta historia son propiedad de SEGA y Sonic Team. (Historia terminada)