𝑶𝒏𝒆

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El sonido de la alarma del despertador marcaban las siete de la mañana. Jimin quien aún se encontraba durmiendo en su cama plácidamente. Al escuchar el sonido constante de la alarma estiró perezosamente su brazo hacia el celular para apagarla y que el molesto ruido cesara. 

Si bien no se quería levantar de la cómoda cama en donde estaba, sabía que debía de hacerlo. Hoy era un nuevo día en donde le tocaría asumir todas las responsabilidades que tuvo que haber asumido hace unos cuantos años atrás.

Hace ya tres años que había decidido irse de Corea para establecerse en Francia. La verdad era que no estaba de acuerdo, y ni mucho menos estaba interesado en los sucios planes en los que estaba envuelto su difunto padre.

Realmente no quería ser parte de aquella gente adinerada que tenía a todo y todos a sus pies, gente de movimientos sucios y tan bajos. No. Él no quería ser parte de ese mundo asqueroso.

Por otro lado, algo que si le llamaba mucho la atención desde que vivía en casa de su padre eran las cartas de color negro que llegaban a casa, selladas con una brillante cera dorada y delicadamente decorada. Si bien nunca había preguntado por las cartas, tenía muy presente que algo no cuadraba con aquel lugar.

Había tratado de investigar un poco sobre aquel lugar que se hacía llamar Black Show, más nunca logró encontrar nada.  Le pareció bastante extraño el no poder dar con aquel lugar, pues se sabía de ante mano que solo era un lugar para las personas que tenían gustos elevados y claro, caros. Pero ahora era lo que menos le importaba, pues tendría que lidiar con lo que había dejado pendiente su padre.

Park Seung era su padre. Arrogante, modesto, frío, manipulador, así era como lo describían los demás. Y es que en el mundo de altos lujos,  si no te sabes adaptar bien a las reglas y el estilo de vida, seguramente serás una carnada para aquellos que son mucho más listos que tú.

Los pocos años que convivió con este hombre, no fueron mucho de su agrado. La verdad lo veía muy pocas veces. Todos los días iba temprano a la empresa y regresaba hasta tarde. Seguidamente desaparecía por varios días y en las noticias aparecían más gente demacrada y desmembrada que hacia que Jimin se preocupara por la salud de su padre cada vez que no estaba presente en casa.

Finalmente Jimin decidió irse de aquel martirio y desesperación llamado, hogar. Dejo la empresa millonaria que poseía su padre y decidió ir a Francia a perseguir algo por lo que todavía tenía esperanza.

Baile contemporáneo. 

Comenzó audicionando a una empresa muy reconocida en Francia para después convertirse en uno de los mejores bailarines internacionales a nivel global. Y hasta ahora era lo que más le encantaba dedicarse.

Luego de haber tomado su celular y haber revisado los mensajes de entrada y notificaciones del día. Fue directamente al baño y lavó su cara para poder estar más atento y despierto. Se observó unos momentos en en el gran espejo del baño y salió para ir a otro cuarto.

Se dirigió al gran armario marrón que consistía en un pequeño cuarto con diferentes prendas del bailarín y sus respectivos atuendos. Tomó ropa cómoda y fresca, junto con un par de zapatos para la ocasión. Y se dedicó a ponerse cada prenda, sin prisa.

Cuando llegó a la espaciosa sala de su apartamento, desplegó las gruesas y oscuras cortinas y sonrió al notar el hermoso y cálido sol que se asomaba en la nublada mañana. Quitó el seguro de las puertas del gran ventanal que daba a la terraza y salió.

A pesar de que el sol se empezaba asomando era un mañana fría, con mucho viento. Por lo que regresó adentro y fue en busca de una no tan pesada chamarra para salir a su rutina de ejercicio. Por último tomó sus audífonos, su celular y la tarjeta electrónica del apartamento para salir.

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⏰ Última actualización: Sep 01, 2020 ⏰

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𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌 𝑺𝒉𝒐𝒘 ࿐ ࿔ 𝑷𝑱𝑴 & 𝑴𝒀𝑮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora