Ustedes no saben lo que es cuando un día despiertes como todos los días y regreses a tu casa y tus padres digan que te vas a casar y no con cualquiera sino de un hombre.
Al terminar la fiesta en uno de los carros de Alfred. Arthur y Alfred se dirigían a su nuevo hogar que sus padres les compraron era una casa a casi a las afueras de la ciudad. Alfred giro la cabeza hacia Arthur, que iba en el asiento de atrás y le dijo:
Alfred: espero que no olvides el acuerdo que hicimos
Arthur: descuida claro que no lo olvidare solo espero que los años pasen lo más rápido posible
En una media hora después llegaron y el vehículo se detuvo frente a la casa, Arthur desabrochó el cinturón de seguridad y dejo que el chófer la ayudara a bajar mientras que Alfred se acercaba a la puerta, cuando se abrió la puerta pasaron a un vestíbulo con el suelo de mármol. Había una escalera curvada que subía al segundo piso y una lámpara de araña sobre sus cabezas.
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Apareció una mujer mayor vestida de negro para recibirlos
Empleada: es un gusto conocerlos y felicidades por su boda, mi nombre es Susana Tucker, siempre estaré en lo que necesiten
Arthur: el gusto es mío
Susana: le hemos preparado su habitación, traeré sus maletas
Alfred: gracias, pero no será necesario
Susana:?
Arthur: dormiremos separados
Susana: pero eso quiere decir que no consumaran el acto
Los dos se sonrojan dando una negación de cabeza
Susana: ok - desilusionada - en un momento lo cambio en otra habitación y pasare sus casas
Alfred: una cosa, Susana
Susana: ¿sí?
Arthur: no moveremos todas nuestras cosas a nuestra nueva habitación por si en algún momento llegan nuestros padres
Susana: como ustedes digan
Pasaron más de las 12 de la noche organizando como estarían las habitaciones, al terminar salieron de la habitación principal
Alfred: bueno, pues... - se frota la nuca con su mano - como ambos estamos cansados y tú tienes cosas que hacer... te dejo que descanses
Arthur: ¿mañana no vas a trabajar?
Alfred: nnno todavía no trabajo en el hospital de mi padre hasta la próxima semana
Arthur: bueno está bien nos veremos después y espero que sea poco tiempo
Alfred: oye almenos tenemos que llevarnos bien
Arthur solo lo miro dejándolo solo en el pasillo.
Y conforme paso el tiempo, así vivieron los dos, durmiendo en cuartos separados y uno que otro día en la habitación principal. Al cumplir un año de su boda pasaron muchas cosas, y una de esas fue João quien dejo el país para seguir con su sueño de ser piloto en Portugal por 3 años y otra fueron los padres de ambos que los estaban hartando que cuando tendrían su nieto pero ni tanto Alfred como Arthur no querían dar a ese heredero y esperaban de que nunca pase.
Pero ninguno sabía que una cierta personita llegaría para vivir con ellos permanente mente.
