🥀

140 24 0
                                    

Cenizas, a eso se resumió la mayor parte de su reino en cuestión de horas, cuando la batalla estaba casi perdida para el pueblo del Rey Kwon, los soldados del ejercito contrario recibieron la orden de atacar a los aldeanos, la orden dada por su Rey; Wen JunHuí.

Él ejercito chino derribo la fortaleza mientras lo que quedaba de sus soldados intentaba seguir reteniéndolos; no vieron a que o a quien, mataron, robaron, violaron, todo para terminar prendiendo fuego a las casas y al palacio real, acabando con la vida de cientos de inocentes, ancianos, enfermos, niños y mujeres.

Él rey Kwon había sobrevivido a la batalla, luego de perder una crítica cantidad de sangre fue trasladado por dos de sus soldados de confianza a un escondite. Dos días después recobro en si su conciencia, y prefirió mil veces haber caído junto a sus nobles compañeros y hermanos en pelea.

Ahora contemplaba, lo que una vez fue un reino prospero, un pueblo bondadoso y del que cualquier noble sentiría orgullo de llamar suyo, reducido a cenizas.

De sus miles de aldeanos, quedaron unos cien entre un puñado de soldados mal heridos, niños y algunas mujeres que se ocultaron en los acueductos.

Él Rey Kwon cayo de rodillas entre la tierra que un día dio frutos para alimentabar a su gente, ahora solo era seca y llena de hollín.

Juró vengar a su gente, a cada inocente, y no se detendría hasta qué él bastardo que hizo esto sintiese la misma desdicha y penar que él.

Gritó hasta sentir su garganta casi desgarrarse, gritó de la ira y el dolor.

Wen JunHuí lo pagaria, se aseguraría de arrebarte todo, de hacerlo tan miserable que este mismo rogaría por que acabara con su vida de una vez.

Lo juró, y la palabra de un Rey era sagrada.

||War of kingdoms|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora