||Tres años después.||
Su ejercito volvía victorioso una vez más, las tierras del tan afamado "invensible" rey Jeon ahora eran suyas. ¿Tomar a su pueblo? De ninguna manera, inútiles infieles; lo mejor era acabar con ellos desde el inicio.
A sus veintiocho años era el Rey más temido, poseía montones de tierras tanto por China como la tal llamada Corea. Si su padre aún viviese estaría orgulloso de verlo llevar a cabo tal poder de conquista, no existía reino que pudiese vencer a su ejercito, no había hombre capaz de vencerlo.
Tras dar la buena nueva a su gente, ordenó que se cancelase toda actividad por él resto del día y qué en la noche se daría un gran banquete en honor a todos sus invencibles soldados llegados del campo de batalla.
•••
—Un brindis, en nombre de todos estos valientes hombres que traen honor a su pueblo. —
Vitoreos y halagos por todos lados se hicieron oír, seguidos por todos aquellos hombros de pie con sus copas en alto hacia su Rey.
El rey JunHuí se sentó en su trono observando sonriente a todos los soldados comer y beber a lo largo de su gran salón, consideró el darles un descanzo mientras buscaba un nuevo reino qué se pudiese llamar contrincante a su gran ejercito.
—Su majestad, me han llegado rumores de que el rey Kwon a sido visto con vida. —
El Rey viró su atención hacia su viejo amigo y consejero.
—¿Rey Kwon? No me suena dicho nombre. —
Resto importancia bebiendo de su copa.
—Mi rey, usted tomo sus tierras hace tres años. Aquellas tierras que llamaban las montañas del sol. —
Insistió él joven hombre, logrando que recordase de quien hablaba.
—Ah, aquel reino. No fueron rivales dignos, fue un ataque muy sencillo, si su rey aún vive, debe de retorcerse entre su desgracia por ser un soberano tan indulgente. —
JunHuí junto a su consejero rieron cómplices, él tema quedaría olvidado.
O eso pensaron...De repente notó como él bullicio de sus soldados era un silencio sepulcre, y cuando dirigió su mirada al gran salón para indagar él porqué, escuchó una espada ser desenvainada y un filo se instalo en su garganta.
—Que gracioso, su majestad, usted piensa que mi pueblo no fue un rival digno y que su derrocamiento fue algo fácil; pues yo opino lo mismo del suyo. —
El rey chino giró su rostro cuanto pudo, topándose con un completo desconocido.
—No sé de que me habla, y retire ya mismo esa espada si quiere vivir para ver el alba. —
Aquel hombre desconocido solo lo observo con sorna y río.
—Su majestad, creo que no ha visto bien su situación actual; he tomado a su pueblo, y su ejercito esta muerto. —
Los ojos del muchacho se abrieron desmesuradamente, decidido a matar él mismo a aquel hombre qué se atrevía a hablar tales calumnias.
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||War of kingdoms||
FanficUn Rey tirano, un inocente niño de dieciséis años; su hermano, y un Rey que quiere paz mental para él y su pueblo que fue atacado por este primero. "-¿Las flores pueden florecer entre las cenizas, Hyung?-. -Pueden florecer aún en él más desértico lu...