Once Upon A Time (Brittana girlxgirl)

CAPERUCITA ROJA

CAPERUCITA ROJA

Erase una vez, en un pueblo muy lejano, una joven muy dulce y bella llamada Brittany Pierce. En el lugar la conocían porque siempre iba vestida con una capa con gorro roja. Era un chica muy deseada por todos y todas, aunque ella nunca había mostrado interés por nadie. Era alguien muy familiar, le encantaba pasar tiempo con sus padres, su hermana Mary y su abuelita, a la que quería especialmente. Apenas tenía amigos porque le costaba confiar en las personas. El motivo, en esa ciudad pasaban cosas misteriosas. Desapariciones, asesinatos, agresiones... Un testigo dijo que había visto un hombre lobo atacar a alguien, por eso desde ese momento nadie confiaba en nadie. Era algo que a ella le preocupaba mucho. No quería ser un monstruo ni tampoco quería morir. Por eso se centró en las personas en las que confiaba y dejó de intentar encontrar amigos o pareja. Eso hacía que todos sus pretendientes se desesperaran. Pero nada podían hacer, ni ella ni su familia dejarían a nadie entrar en su pequeño universo. Tenían miedo de que les hicieran daño y no consentirían que nadie se acercara a ellos. Las noche de luna llena eran las peores. Los cinco Pierce se escondían en su casa y no salían para nada. Cerraban todo y se turnaban para hacer guardia. La mayor de las hijas se había vuelto tan paranoica como sus padres desde que cumplió los diecisiete años. Ahora esa era la edad de su hermana pequeña.

El día en el que comienza nuestra historia, la rubia salía de su casa para ir al bosque, como siempre. A pesar de todo, le gustaba la libertad y esa noche no había luna llena, por lo que creía que era seguro. Paseaba por el camino que se dirigía hacia casa de su abuela, recogiendo setas y diferentes plantas que sirven para cocinar o para hacer medicinas caseras. Sin embargo, todo el rato se sintió como si alguien la estuviera espiando. No le gustaba esa sensación pero cada vez que intentaba sorprender a quien le estaba siguiendo se encontraba con que no veía a nadie. Le dio miedo y aun le quedaba mucho para llegar a su casa, aunque volviese en ese momento, se había alejado mucho. Para intentar calmarse, se puso a cantar canciones. La música le calmaba y le relajaba.

Volvió a su casa con esa extraña sensación y no estuvo tranquila hasta que llegó a su hogar. Al rato llegaron los Lopez. Eran un padre y su única hija. Solían ir a por medicinas de las que hacían los Pierce porque al parecer, la menor era un poco torpe y se hacía muchas heridas. Los padres de Brittany eran doctores y se encargaban de curar las enfermedades de los habitantes de Lima. La joven los admiraba y quería parecerse a ellos cuando fuera mayor, por lo que desde pequeña los ayudaba para aprender. Como sus padres no estaban, la chica se ofreció a curar a la otra. Los tres pasaron hacia la sala en la que se atendía a los pacientes. Puso una sábana sobre la mesa de madera y pidió a Santana que se sentara en ella. Sacó todo el instrumental que necesitaba y se acercó a la morena. Ésta se levantó la camiseta y dejó ver varias heridas.

– ¿Cómo te has hecho esto? – Quiso saber la ojiazul.

– Estaba cortando leña en los árboles que hay detrás de mi casa y me caí sobre una montaña de ramas que había hecho. – Informó la otra joven.

– Deberías tener más cuidado. – Exclamó la más alta mientras tocaba con un trozo de gasa una de las heridas, produciendo un grito de dolor en la latina. – Sé que escuece, pero debe hacerlo. No querrás que se infecte y empeore.

– Claro que no.

– En ese caso, tendrás que hacer todo lo que te diga. ¿Te gusta la música?

– ¿Eso que tiene que ver?

– Levanta un poco el brazo. – La morena lo hizo y así la rubia pudo limpiar mejor el costado. – Quiero distraerte un poco para que no centres tu atención en el dolor, porque así sentirás que te duele menos.

– Si, me gusta la música.

– Genial... ¿Artista favorita?

– Amy Winehouse.