La foto de Chiara Crowell [Pausada]

Capítulo 1

Temblaba levemente, tratando de apuntar correctamente a mi bello objetivo.

Sentada en una banca del jardín estaba Chiara Crowell, la chica más perfecta de todo el planeta; estaba comiendo su almuerzo, sola, algo extraño ya que casi siempre anda con su grupo de amigas.

Presioné el botón para poder capturar el hermoso momento en donde ella miraba a los lados, buscando algo; es tan hermosa.

Sentí cómo a mi alrededor se envolvía el silencio, sentía una mirada tirándome cuchillas, volteé mi cabeza hacia el frente, solo para toparme con la fulminante mirada de la profesora.

—¿Las vistas por la ventana son hermosas, señorito Lauper? —dijo neutral, cerrando el libro que tenía en sus manos para poder posarlas en ambos lados de su cintura. La risa de mis compañeros no se hizo esperar, inundando cada esquina del salón.

—L-lo lamento. —me encogi en mi asiento, nunca me ha gustado ser la fuente de atención de todo el mundo.

—Pues espero que mi aburrida clase le sea al menos un poco de ayuda para sus exámenes, al menos un poco más que mirar al jardín. —se dió la vuelta y siguió su clase, sentía unas miradas en mi, obviamente esto no se olvidará así como así. Bajé la mirada a mi cuaderno.

Nada.

No había escrito completamente nada, mi atención había ido a Chiara apenas mi campo de visión la captó. Giré un poco mi cabeza para ver si ella seguía ahí, y lo estaba, pero acompañada de sus amigas. Su sonrisa era tan hermosa, lastima que no podré captarla en fotografías.

Traté de prestar mi atención a lo que había escrito en el pizarrón, obligándome a mí mismo a olvidar que tenía a mi amor platónico a tan sólo unos metros de mí.

Cómo quisiera que esa sonrisa fuera por mi, que esos ojos me vean con dulzura, tal vez un poco más con lo que mira a sus amigas; y cómo quisiera que, al menos, me dedicara un simple «hola». Pero sé que es imposible, nunca he llamado la atención de los demás, ¿cómo llamaré la de ella?

¿Cómo ser parte de su vida cuando no lo soy ni para el de mis profesores y compañeros?

Aun sabiendo esto, me es imposible no soñar con ello, tal y como lo hacen todos los chicos del colegio.

Sacudí mi cabeza, tratando de alejar esos pensamientos, ya tendría suficiente tiempo para deprimirme por el tema más tarde, por ahora, debo prestar atención a las clases.

[…]

¡Já! Qué gracioso que yo mismo dije eso y ahora estoy caminando directito a mis dos horas extras por estar en las nubes. Tenía tantas ganas de golpear mi cabeza contra un casillero por mi falta de atención pero me acordaba que tenía clases extras a las cuales asistir por lo que me abstenia a ello, nota mental: golpear mi cerebro después de las clases extras a ver si así se le quita la tontería.

Una parte de mi ya estaba harta de estar pensando en ella, de pensar en su sedoso cabello marrón que le llegaba a los hombros, sus ojos tan verdes cuales esmeraldas, su piel blanca que pareciese hecha de porcelana, mejillas algo regordetas y siempre de un color rosa no muy fuerte, labios finos carmín que parecían de textura suave, cintura delgada pero no exagerada, trasero pronunciado pero no muy grande, pecho pequeño dándole cierto toque de ternura y dulzura... Vale... Creo que me desvíe un poco.