Son las 8:00 de la mañana y comienza a sonar mi alarma, de nada vale por que ya estoy despierto desde las 6:30, pero me quedé en la cama revisando mi inicio de Facebook hasta que fuera la hora de levantarme.
Hoy comienzo mi tercer semestre de Fisioterapia, estoy un poco emocionado y nervioso a la vez, no por las clases, sino por los nuevos estudiantes que entran al campus, más que todo por los hombres. Tal vez por eso es que estoy despierto desde temprano.
En el campus soy bastante popular, todos me conocen y saben quién soy. Hago parte del grupo de danza, eso ayudó a darme a conocer. Todos saben que soy gay y no es por que lo diga a los cuatro vientos, mi personalidad es bastante extrovertida, aparte de que soy muy femenino y no me avergüenzo de ello.
El problema de ser abiertamente gay y femenino son las burlas, nadie lo hace frente a mi pero si a mis espaldas y la verdad es que no le presto atención, a la final ninguno me mantiene.
Para las 8:40 de la mañana ya estaba listo para irme a la universidad, siempre me voy caminando, pues queda relativamente cerca y me sirve para ahorrar dinero.
La noche anterior había quedado con mi grupo de amigas en encontrarnos en la puerta de la universidad para entrar y buscar el salón de clases juntos, al igual aprovechar y ver a los nuevos o como los llaman acá "primiparos". Mi grupo de amigas son 3, María, Alejandra y Nichole; siempre estamos juntos, estudiamos juntos, salimos juntos, hacemos prácticamente todo juntos.
Cuando llego a la puerta de la U veo que aún no llegan mis amigas, algo normal en ellas que llegan tarde siempre a clases. La única que siempre llega temprano es María, pero no la veo por ningún lado.
Al rato, detrás de mi aparece Alejandra.
- ¡Cariñooo! Cuanto te extrañé, no sabes cuanto.- Me abraza y me da un sin fin de besos.
- ¿Debería decir lo mismo para que me sueltes? - Me suelta y resopla.
- Pensé que habías dejado de ser tan odioso en estas vacaciones.- Suelto una risa y ésta vez la abrazo yo.
- Solo te estoy molestando, Alejandra, obvio te extrañé en estas vacaciones, sufrí tanto sin ustedes.
- Lo sé, cariño, pero ya estoy aquí... y las demás, ¿dónde estarán?
De repente se escuchan unos gritos desde lejos, ya podía imaginarme quién es.
- ¡Alejaaaa, Daviiid! ¡Mis amoressss, ya quería verlos!- Es Nichole y al parecer amaneció de maravillas, por lo general es un poco amargada y no es de gritar como loca en la calle.
- Amaneciste de buenas hoy neni, ojalá y amanezcas así todo el semestre. - Le digo.
- Es que deseaba verlos, no saben lo aburrido que es estar en un pueblo donde no entra señal al celular. Prefiero estar estudiando que en ese pueblo. Pero veo que tú no has cambiado lo odioso.
- Lo mismo le dije.- dice Alejandra, poniendo en blanco sus ojos. - ¿Por qué aún no llega María? Llámenla.
En ese momento siento que vibra mi teléfono. Lo saco de mi bolsillo y veo que es un mensaje de María, diciendo que ya está en el salón.
- María me escribió, dice que ya está en el salón, que se cansó de esperar. Normal en ella.
- Bueno, entremos, es el primer día y ya vamos tarde.- dice Nichole.
- ¡Siiiii, vamooos! ya quiero ver a los chicos nuevos, dicen que éste semestre han entrado unos papasitos a la facultad de Deporte.
- ¿En serio, David? Sólo querías entrar a clases por los primiparos.- Alejandra me mira y pone en blanco sus ojos.
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A pesar de todo
RomanceDavid, un chico bastante extrovertido, apasionado por lo que hace. Popular en la universidad en la que estudia. Resignado en cuanto al amor, cree que éste no existe. Gabriel, el típico hombre machista, pero con un poco de mente abierta. Acaba de ent...