A pesar de todo

Ebrio

"... es una articulación sinovial tipo bicondilea que existe entre el hueso temporal y la mandíbula."

Es miércoles y son las ocho de la mañana, mi profesora de biomecánica comienza un nuevo tema sobre la articulación temporomandibular; tengo más ganas de dormir que de escuchar la clase, volteó a ver a mis amigas y están al igual que yo, embobadas del sueño. A pesar de que ya pasaron dos semanas desde que entramos, aún no me acostumbro a levantarme temprano.

*

La clase se acaba a las dos horas y me voy con mis amigas para cafetería, son apenas las diez de la mañana y tenemos 1 hora libre, hasta la próxima clase.

— Tengo tanta hambre que me comería cualquier cosa que tenga enfrente. — digo, viendo con morbosidad a los chicos de deporte que están a unas dos mesas de nosotros.

— ¡QUE GOLOSAAAA! Se te nota lo necesitada. — me dice Alejandra, riéndose, pero a la vez viendo a los chicos que de repente voltean a mirar hacia donde estamos sentados.

— ¡Disimulen! Que están mirando para acá. Ay, que pena, ustedes nos cambian. — María siempre ha sido la "santa" del libro y le hace honor a su nombre.

— ¡Oigan, los estaba buscando! — reconozco la voz y volteo para verla de frente, es Johanna.

Ella está un semestre más arriba que yo, pero damos varias clases juntos.e encanta hablar con ella, aparte de que está loca, en el buen sentido de la palabra, tenemos muchas cosas en común.

— ¿Para qué somos importantes? — digo, burlándome de su cara. — Ay, relájate, ¿qué pasa?

— Por el trabajo, neni, el de Fisiología, la profesora me pidió que los recogiera. Al parecer no habrá clase con ella hoy.

— Ay ojalá, tengo sueño y estoy segura que no prestaré atención. — dice Alejandra, haciendo pucheros.

— Y eso que acabamos de comenzar el semestre y ya van a empezar a cancelar clases. — digo.

— ¿Y de cuándo para acá a tí te interesa dar clases? — Johanna siempre me soltaba unos venenos, eso me encantaba de ella.

— Déjame en paz, que vengo renovado éste semestre y quiero dar clases.

— Eso sólo es por las primeras semanas. — suelta Nichole, que no había hablado porque se estaba comiendo su desayuno.

— Las odio.

*
Terminamos dando la clase de Fisiología, pero salimos un poco temprano.

Cuando iba saliendo para mí casa me encontré con mi amigo José. Él estudia Deportes, a diferencia de los demás de su carrera, él si me cae bien y siento que puedo confiar en él. Lo veo sólo como un amigo, nada más, aunque no voy a negar que me parece un poco atractivo y llama mi atención, pero ignoro todo eso.

— ¡Amigo, cómo estás?! Tenía ratos sin verte, ya éste fin de semana comienzan los ensayos, vas a ir? — él también está en el grupo de danzas conmigo.

— Si, ya sé, claro que estaré ahí. Solo para ver qué chicas nuevas entran al grupo. — se ríe de sí mismo

— Tú no tienes novia ya? Ni con novia cambias.

— No importa. Ya sabes que cumplo la el fin de semana y haré una fiesta, estarán todos los del grupo y unos amigos. — según lo que me habían contando sobre él, antes de conocerlo, era que sus fiestas de cumpleaños eran las mejores y me emocionaba pensar en ir.

— Hace rato que espero tu fiesta y lo sabes, puedo llevar a unas amigas? — era mi oportunidad para llevar a las chicas y a María que nunca sale.