Primera parte.
Una cita a cambio de un híbrido.
Para cualquiera, incluso para los habitantes de Mystic Falls que ya estaban acostumbrados a tantas cosas sobrenaturales,era algo totalmente cruel y manipulador.
Y objetivamente era así. De eso no cabía duda.
Pero viniendo de Klaus, era demasiado.
Mucho mas si estaba tan inquieto con respecto formar un ejército de híbridos.
¿Con quién compartiría toda una tarde?
Caroline Forbes. La preciosa y fascinante rubia de la que estaba tan enamorado a esas alturas; y por quien estaba dispuesto a mostrar más compasión y sensibilidad.
-Estás bromeando -quiso creer Tyler.
-De hecho...No.Tyler, esa fue la condición que puso Klaus.
-¡Oh sí! ¡Y tú aceptaste encantada! Qué lindo, ¿no? ¿Y dónde se supone que quedo yo?
-Tyler... -murmuró su nombre, mientras besaba por parte su rostro-. Yo te quiero a ti. Y quizás al guapo híbrido también, le murmuró su inquieto subconsciente
-¿Por qué aceptaste? -la miró, desconfiado.
-Porque -besó sus labios-, Klaus es peligroso. Prefiero tenerlo de amigo que de enemigo.
-Es mi enemigo.
-Lo sé.
-No vayas, por favor. No dejará de recordármelo.
-¿Eso es lo que te importa? -no pudo evitar reír-. ¿Con quién despierto yo a la mañana?
Tyler sonrió orgulloso.
-Exacto.
La gente comenzaba a llegar a la plaza y Caroline no dejaba de mirar alrededor.
Buscaba a Klaus.
-¿Y qué tal estoy, Caroline?
Ya esta aquí, pensó con demasiado entusiasmo.
Se dio la vuelta y lo vio. Lucía perfecto en un traje negro y una corbata grisácea que combinaba con sus bonitos ojos.
-Estás... -dijo.
Klaus levantó las cejas y esperó.
-¿Y bien?
-Perfecto -pronunció,con los ojos cerrados.
Él sonrió.
-Y tú luces como la verdadera reina que eres.
-Gracias.
Klaus le ofreció uno de sus brazos y caminaron juntos hasta el centro del evento.
-¿Cómo fue tu experiencia de Señorita Mystic Falls?
-¡Oh, ya sabes! Coronas, vestidos, bailes, ser la anfitriona de varios eventos en el pueblo.
-No suenas muy entusiasmada.
Caroline intentó sonreír.
-Lo que pasa -dijo-, es que en ese tiempo sólo buscaba ganar. Por ese simple objetivo. Quería ser la mejor.
-Es bueno tener aspiraciones, amor.
-Pero no ayudan mucho cuando te sientes vacía por dentro -su expresión cambió-. Un premio no cambia nada.
-¿Y ser vampiro?
-Es algo que siempre le agradeceré a Katherine Pierce, supongo.
-Eres sensancional -buscó su mano y la estrechó-. Y si alguien llega siquiera a pensar lo opuesto, es un idiota.
Caroline besó su mejilla.
-¿Y eso? -Klaus mostró sus preciosos hoyuelos.
-Por ser...Así conmigo -observó sus manos enlazadas-. Resultas ser dulce, sensible y tierno. Pero luego...-suspiró.
-Vuelvo a ser un monstruo -terminó él-. Bueno, siéntete especial. Tú sacas lo mejor de mí.
-Tu humanidad.
-No creo que sea humanidad -enfatizó-, pero es una parte de mí, que prácticamente nadie cree que exista.
-Me alegra ser yo una de las personas que sí la conoce.
-A mi también.