Muy buenas tardes a todos los asistentes.
Como ya lo anunció nuestra querida alcaldeza, nos hemos reunido aquí, para presenciar una vez más el precioso espectáculo que es el concurso "Señorita Mystic Falls".
Tuve el honor de ganar el año pasado, y estoy muy agradecida de que me den la oportunidad de estar nuevamente este año para entregar la corona que ha pasado a través de generaciones.
Muchas cosas buenas pasarán hoy.
De eso estoy segura -Klaus sonrió tímidamente y bajó la mirada después de encontrarse con la de la rubia.
Muchas gracias por su atención.
Que disfruten el evento.
-¿Qué tal?
-Bellísimo. Y completamente cierto -sonrieron-. Muchas cosas buenas pasarán hoy.
-Deberás bailar conmigo -le anunció Caroline.
-Lo supuse.
-¡Espera! -chilló-. ¿Sabes bailar? -estaba preocupada.
-¿Acaso ya olvidaste el baile en la mansión de mi familia? -arrugó la frente-. Tú, en un vestido azul, una pulsera; tú, siendo absolutamente esquiva y poco amable.
Caroline enrojeció.
-Lo recuerdo. Y lo siento -dijo, con sinceridad.
-Yo no -lo miró, asustada-. Me dijiste varias verdades que merecía escuchar.
Y bailaron en la presentación de las concursantes.
Una. Dos. Tres.
Muchas veces.
Caroline sonreía, demasiado para el gusto de cualquiera. Especialmente para el de Tyler, quien los observaba con resentimiento.
Desde ese día, no dudó en odiar mucho mas a Klaus.
-Sonríes -apuntó el híbrido.
-Tú también. Una sorpresa.
-No lo creo -dijo-. Por si no lo has notado, siempre sonrío cuando estoy contigo.
-¿Puedo preguntarte algo?
-Lo que sea -respondió, de inmediato.
-¿Por qué te gusto tanto? Somos... -frunció sus labios- Casi de mundos distintos.
-Yo no lo veo de esa manera.
Caroline centró toda su atención en sus bonitos ojos; pasando más tarde a sus llamativos labios.
-Somos iguales, Caroline. Yo también tuve problemas con mi padre, quizás demasiados -agitó la cabeza, intentando alejar el pensamiento-.Soy inseguro de mí mismo, a pesar de los más de mil años que llevo rondando por aquí y por allá. Creo que soy un desastre, que no valgo lo suficiente, que no merezco nada; y sin embargo, voy por el mundo dando la impresión de ser todopoderoso cuando -suspiró-, mi debilidad es inmensa.
Su mirada se encontró con la de la rubia. Ella sólo rió por lo bajo.
-¿Acabo de sincerarme contigo, y tú solo te burlas, preciosa?
-Justamente por eso me río -intentó contenerse-. Acabas de decirme lo vulnerable que eres.
-Confío en que no se lo dirás a tus amigos, los cuales, no dudo que me quieren muerto.
-No deberias haber corrido el riesgo -arrugó la nariz.
-Espero no haber cometido un error.
Sonrieron.
-Caroline -dijo.
-¿Qué? -necesitó de unos segundos para volver a la realidad. Sus labios eran hipnotizantes.
-El evento está terminando. Debes ir a dar las gracias -anunció él híbrido.
-Cierto.
Y corrió a cumplir con su deber, regresando al mismo ritmo a los minutos.
-No puedo creer que hayan pasado tan rápido las horas.
-Te divertiste -Y ahí estaban los preciosos hoyuelos de nuevo.
-Muchísimo.
-Te llevaré a tu casa.
-¡No! -soltó, más alto de lo que quería.
-Tyler -movió la cabeza-. Entiendo.
-¿Nos vemos otro día?
-¿Y Tyler?
-Supongo que yo igual debería correr algún riesgo.
Y Klaus se alejó, mientras Caroline lo observaba con una sonrisa que la delataba.
