Logan y Lenna

🍭Capítulo 2🍭

El mordió mi labio y cuando iba a decirle algo su lengua chocó con la mía.

—¿Qué haces? —intente pronunciar.

Él se abalanzó sobre mí y acarició mi muslo.

—Te doy una lección

Logan intentó ingresar su mano por debajo de mi remera, pero antes de que eso sucediera, le dí un buen rodillazo en sus partes íntimas. Él cayó al suelo rodando.

—No me disculparé por eso —le grité molesta y sali dramáticamente de su cuarto.

Ingresé corriendo al mio y agitada me senté contra la puerta de este.

Me bese con mi hermano ¡Dos veces!

Instintivamente mi mano se posó sobre mis labios.

Sacudí la cabeza para dispersar esos pensamiento y fui a bañarme para limpiar todo rastro de su tacto sobre mi cuerpo.

Esto no puede saberlo nadie, sería una locura que alguien sepa que mi hermano y yo nos...besamos ¡No! ¡No pueden!

Muy nerviosa por lo sucedido, empecé a pasar muy fuerte la esponja por el muslo que acarició logan, lágrimas empezaron a escaparse y sin darme cuenta, con mis uñas, lastime mi pierna. Esta comenzó a sangrar y al contacto con el agua y el jabón comenzaba a arder.

Salí de la ducha y alguien llamó a la puerta.

—¿Si? —intenté sonar tranquila.

—Necesito bañarme Lenna, apúrate.

—Logan —susurré y un nudo se formó en mi garganta.

Apresurada me coloque el short de mi Pijama y mi remera.

Abrí la puerta y ahí estaba él.

—¡Al fin!

Lo ignore y lo esquivé.

—Alto ahí Mariposa

—¿Qué sucede? — aún estaba nerviosa.

—¡¿Qué te hiciste ahí?! — el se acerco y me tensé.

Intentó tocar mi herida, pero, corrí apresurada mi pierna.

—No es nada.

—¿Como que no es nada? Claramente veo que es algo, ven déjame desinfectarla.

—No quiero que me toques —Luego de decir eso me fuí nuevamente a mi cuarto y me recosté.

No sé en qué momento logré dormirme.

El despertador sonó dando comienzo al sábado.

—Ya las diez —suspiré y me coloque mis gafas

Me incorporé y baje a la cocina.

—Buenos días bella durmiente —mi madre besó mi frente.

—Buenas ma —sonreí.

—¿Qué te sucedió en el muslo?— lo vió sorprendida.

—No se —me hice la desentendida.

—¿Te lastimaste mientras dormías?— insistió

—No se ma —dije algo molesta.

—Bueno, bueno, solo quiero saber que te sucedio hija —negó con la cabeza —¿Qué deseas desayunar? ¿Café?

—Si, por favor ¿Puede ser con tostadas?

—Claro mi amor.

Mi madre comenzó a preparar mi desayuno y unos minutos más tarde mi padrastro se presentó.

—Buenos días princesas.

—Buenos días —respondimos al unísono.

—¿Dónde está el principe de la casa? —preguntó haciendo referencia a Logan.

—Es otro bello durmiente —rió mi madre.

—Lenna, ve a despertarlo.

Lo mire nerviosa.

—¿Sucede algo?

—Solo es que nos peleamos —hice puchero.

El rió — Ve a despertarlo y arreglense, los hermanos deben llevarse bien ¿No amor? — el siempre tan pacífico.

—Cierto bebe —ella me hizo señas para que haga lo que me dijo.

Juntando fuerzas me incorporé del asiento y subí las escaleras.

Me quede frente a su puerta y lo medité por unos segundos.

Abro, le tiró algo en la cabeza y salgo, seguro se despierta.

Tomé un almohadón de mi cuarto y abrí la puerta de Logan.

Para mi sorpresa el estaba ahi detrás.

Me tomó de la muñeca, me arrastró dentro del cuarto y cerró la puerta.

—Buenos días Mariposa

—Como séa, si ya estás despierto mi tarea aquí terminó.

—No hasta que me digas que fué lo que te hiciste en la pierna.

—Nada.

—Eso no es nada —levantó una de sus cejas. —parece que un lobo intentó arrancarte la piel —río.

—Algo así —respondí.

—¿Fué porque te acaricié?

No respondí.

—Lenna —volvió a hablar — No me gusta que te lastimes — beso mi herida y me sonrojé. —Dejame desinfectarla, te quedará una cicatriz si no la curas bien.

Rodé los ojos.

El ya tenía todo en su cuarto así que comenzó a curar mi herida.

—No me odies por lo de ayer —comenzó a hablar — Me enamoré de ti Lenna, desde que te vi ahí parada sola, mi corazón se volvió loco y cuando supe que eras tú me impacte, en secreto ya te amaba. Amo como me ganas en la Xbox, como lo festejas, como ocultas tus emociones con esa imagen de nerd que te inventas, amo tus sonrisas, amo la pasión que pones en el patinaje, amo todo de ti y cuando te vi así, fue demasiado para mi, no pude controlarme.

Suspiré.