【 𝚅𝚒𝚍𝚛𝚒𝚘𝚜 𝚁𝚘𝚝𝚘𝚜 】ᵖᵒᵖᵉᵉ ᵗʰᵉ ᵖᵉʳᶠᵒʳᵐᵉʳ

❀ Capítulo 5

La ira podría no haber sido la palabra correcta para lo que Papi sentía.

Frustración, tal vez?

Eso parecía un poco más cerca. Aún así, no podía culpar a Kedamono.

Varios días habían pasado y ahora el espejo estaba a medio camino reparado, aunque el lobo enmascarado había sido de muy poca ayuda.

No solo era perezoso o despreocupado, simplemente disfrutaba demasiado de su tiempo con Popee del mundo espejo.

Los dos practicaban trucos, veían la televisión, compartían bromas y comían pollo juntos.

Mientras que Papi estaba sentado solo en esa mesa, arreglando pequeños fragmentos de espejo con sus firmes manos.

Se había unido a ellos un par de veces, pero descubrió que era como estar con dos Kedamonos.

Papi echaba de menos al Poppe que había criado, el que era más ambicioso y competitivo, aunque peligrosamente, el que amaba arriesgarse y reía ante el mayor peligro.

¿Papi era el único que se sentía de esta manera?

Paola no parecía extrañar al viejo Popee y a la rana no parecía importarle de ninguna manera.

Kedamono parecía preferir el nuevo Popee, aunque no era sorpresa para Papi.

Kedamono adoraba esta alternativa de traje púrpura al payaso que lo había atormentado durante demasiado tiempo.

Popee también sentía lo mismo por él.

Simplemente tenían mucho en común, se entendían unos a otros como nadie.

Ambos se sentían más felices y seguros que en mucho tiempo.

Incluso muchos de sus talentos eran bastante similares, aunque después de unos días parecía que Kedamono era un poco mejor en acrobacias y otras habilidades más físicas.

Popee estaba un poco desequilibrado y tenía un poco menos de energía, pero a diferencia del Poppe de traje rayado, podía aceptarlo sin caer en una furia violenta.

Kedamono no quería admitirlo, ni siquiera para sí mismo, pero se encontró deseando cada vez más que las cosas no volvieran a ser "normales".

Todavía le preocupaba pensar que el viejo Poppe que lo había herido y atemorizado tantas veces, todavía estaba en esa realidad alternativa destrozada, pero este nuevo Popee hizo un reemplazo perfecto.

— Popee ... ¿Tu... Quieres volver a tu mundo? — Preguntó Kedamono, guardando un juego de alfileres para usarlos más tarde.

— Supongo que no estoy apurado — respondió Popee, jugueteando con un alfiler de malabarismo en sus manos. — Quiero decir, es lindo estar aquí ... —

Esa fue tanta confirmación como Kedamono necesitaba, para lo que planeaba hacer esa noche.

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