【 𝚅𝚒𝚍𝚛𝚒𝚘𝚜 𝚁𝚘𝚝𝚘𝚜 】ᵖᵒᵖᵉᵉ ᵗʰᵉ ᵖᵉʳᶠᵒʳᵐᵉʳ

❀ Capítulo 7

Varios días habían pasado, y ahora Papi estaba enojado.

No con Kedamono, sino en él mismo.

Papi ya no le importaba lo que Kedamono estaba haciendo con su tiempo, solo esperaba algo mejor de él mismo.

— Estaba tan seguro de que lo arreglaría en diez días como máximo — Pensó Papi en voz alta, con los codos apoyados sobre la mesa y la cabeza entre las manos. — Diez días ... ¡Y mi trabajo todavía está a la mitad de camino! —

Papi se puso de pie y sostuvo su brazo hacia atrás, listo para golpear todo su progreso fuera de la mesa de un solo golpe.

Afortunadamente, se detuvo, sabiendo por qué se sentía así.

Papi odiaba estar molesto, algo que rara vez ocurría, pero también odiaba estar equivocado.

A Papi le gustaba pensar que él sabía lo que hacía, que su palabra siempre era verdadera y correcta, pero que ese no siempre podía ser el caso.

Aún así, esta situación del espejo lo frustró inmensamente.

Era como si estuviera atrapado en un punto medio, apenas capaz de progresar más.

¿Por qué? Lo había estado haciendo tan bien al principio, incluso sin la ayuda de Kedamono.

Kedamono pudo ver a Papi, sabía que algo andaba mal.

Se sentía un poco mal por él, Papi no se merecía esta frustración, solo había estado tratando de hacer el bien.

Kedamono sabía que no podría mantener su sabotaje nocturno por mucho más tiempo, eventualmente los dos Popees tendrían que cambiar de lugar en algún momento, lo que perjudicaría tanto a él mismo como al Popee del mundo de los espejos.

Simplemente no parecía justo.

No había forma de mantener esto en marcha para siempre ...

O quizás no tendría que hacer más...

Kedamono tuvo una idea.

Algo tan simple y sutil que se sorprendió de no haberlo pensado antes.

Antes de que Kedamono pudiera continuar con ese tren de pensamientos más bien tortuoso...

Popee vagaba lentamente, deteniéndose para estirar las extremidades.

Popee había parecido un poco menos entusiasta los últimos días, menos enérgico y concentrado.

Kedamono solo podía suponer que algo los estaba perturbando, y tenía la sensación de que sabía lo que era.

— Uhm, Popee — Gritó Kedamono, dirigiéndose rápidamente a la figura vestida de púrpura. — ¿Estás bien? ¿Echas de menos tu hogar y los demás de tu mundo?

— ... Bueno, si alguna vez conoces a mi Kedamono, no le digas esto, pero ... ¡No! —  Respondió Popee, con ojos cansados ​​pero con una risa alegre.
— Quiero decir, espero que esté bien, simplemente no lo olvido. Tal vez lo extrañaría si estuviera solo, pero contigo aquí supongo que no tengo muchas razones para hacerlo. Eres una versión mucho mejor de él. Realmente no tengo motivos para echar de menos mi lado del espejo mágico ... Sin embargo, me gustaría que Papi pasara más tiempo con nosotros —

— Bueno, normalmente lo hace — Comentó Kedamono, mirando hacia Papi. — Él solo ... Esta realmente ocupado con ese espejo —

De alguna manera, Kedamono se sintió aliviado.

Si Popee no estuviera anhelando su mundo natal, Kedamono podría seguir adelante con su plan de poner un puesto indefinido en el progreso de Papi.

Pero si Popee no estaba molesto por estar atrapado en un universo alternativo...

¿por qué estaba actuando tan deprimido?

No estaba muy ansioso de practicar trucos de circo con Kedamono, y cuando lo hacen, era más torpe y menos atlético de lo que había sido una semana antes.

Ni siquiera estaba ansioso por disfrutar de una deliciosa comida de pollo con él, solo mordisquea una pierna o dos antes de darse la vuelta e irse a dormir.

Tal vez estaba un poco abrumado?

Eso parecía lo suficientemente razonable.

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