Me haces falta, me haces tanta falta,
desearía que estuvieses aquí,
aquí a mi lado, aquí, sin forma, ni ser,
te miro conectada y quisiera decirte algo,
decirte "hola" como ayer,
preguntarte como fue tu día,
como amaneciste, o si ya comiste,
desearía poder decirte lo que tengo que callar,
poder mirarte a los ojos como antes,
y decirte que te amo, que me gustas, que me encantas.
Y quisiera poder mandarte mensajes de buenos días,
buenas noches, sin sentir que irrumpo en tu vida sin permiso.
Sin estorbar tu nuevo camino, pero no puedo,
es tuyo, un camino que siempre quise recorrer a tu lado,
pero del cuál ya no formo parte.
Y me comen la cabeza los gusanos,
y serpientes se deslizan por mi espina,
mientras vilmente sisean en mis oídos.
Me estoy volviendo loco, no lo soporto,
duele, duele mucho,
quema, como agujas heladas clavadas en mis vertebras.
Mientras una montaña me presiona desde adentro,
devora mi aliento, se traga mi lengua.
Y los dedos de mis pies han empezando a necrosar,
el frío de tu ausencia es insoportable,
y la tarde como una cruel amiga me acompaña con su tinte gris,
me haces falta, mucha falta.