Nunca me pare a pensar lo que estaba pasando, pero esta vez todo era distinto. Mis ideas dejaron de estar tan claras, no tenía nada planeado, todo iba sobre la marcha sin que yo lo pudiera controlar. Por eso me pregunte a mi misma ¿que esta ocurriendo? al no tener la respuesta me alarme y sin pensarlo dos veces cogí mi maleta, la llene y cogí un tren sin saber a donde se dirigí simple mente sabia que me alejaría de mi pasado.
- ¿Hola, puedo sentarme ?- me pregunto un chico señalando el asiento que tenia alado. Aquel chico era muy mono, moreno con unos ojos caramelo muy llamativos, no tenia el pelo muy corto y eso le daba un rollo desenfadado que me gustaba.
-Si, claro- le respondí con una sonrisa un tanto forzada ya que no estaba de humor exactamente.
El si me sonrió con ganas y se sentó. Note que me estaba mirando y me ponía un tanto nerviosa, quise llamarle la atención diciéndole un ¿QUE!?? un tanto borde pero cuando le mire solo veía unos ojos en los que perderme. Me quede mirándole embelesada de lo guapo que era y me di cuenta de que llevaba ya un rato fijando me en el, avergonzada mire al suelo y sabia que me estaba poniendo roja por eso mire para la ventana intentando disimular. Pero no funcionaba, el se echo a reír y yo me puse mas roja aun, en ese momento hizo lo que menos me esperaba, lo único que me podía ponerme mas nerviosa de lo que estaba, se acerco a mi mano y metió sus dedos entre los mios suavemente como una muestra de cariño.
No entendía como podía hacer eso y quedarse tan tranquilo, por eso quite me mano enseguida y frunci el ceño para fingir que no me había gustado.
Volví a dirigir mi mirada a aquel pasaje que veía tan borroso por la velocidad que llevaba el tren olvidándome de aquel chico.
-Perdón no quería que respondieras así, te he acariciado la mano porque me has parecido muy mona... me dijo con una cara un tanto triste que al verlo me sentí una antipática, una autentica tonta y mi cara también se entristeció, solo quería pedirle disculpas pero no me salían las palabras, por eso me limite a presentarme:
-Perdón, soy Maria ¿y tu como te llamas ? - levanto su mirada rápidamente con una sonrisa de oreja a oreja y diciendo:
-Llámame X- yo me quede perpleja y le pregunte:
-¿X, de que?
- Es una historia muy larga y en una hora no me da tiempo para contártelo
-¡Pues ha resumirlo!- le dije con un tonillo vacilon al que respondió con una sonrisa un tanto chula.
-Bien, graciosilla te lo resumire, siente te afortunada seras la primera a la que resumire toda mi historia en nada, ¿estas preparada ? esto pude ser tanto fuerte para ti- yo le dije que si con la cabeza y dijo:
-Pues mis padres se olvidaron de ponerme un nombre y como no tenían como llamarme mi nombre es X.- dijo rápidamente, lo cual me dejo una cara de " eres tonto o te esfuerzas por ser lo" pero el se echo a reír y su preciosa risa se me contagio enseguida.
- No, la verdad es que mi vida es un tanto mas aburrida, me hago llamar X porque mi verdadero nombre no me gusta.
-Joder, pues me lo había creído, le as quitado toda la emoción- le dije de guasa. El me dio un pequeño golpe en el brazo como siguiendo la broma, aquello me gusto y me mordi el labio sutil mente.
Mire hacia la ventan preguntándome donde cristo estaba, veía gente entrando al tren presionados, con prisa y eso era de lo que estaba huyendo. El no llevaba un maletín, ni siquiera iba trajeado y le pregunte:
-¿Donde te paras?
-En la ultima parada, en las afueras ahí tengo una casa a la que voy cuando necesito respirar y olvidarme de todo. ¿ y tu a donde vas?
-Pues la vedad es que yo también busco tranquilidad pero desafortunadamente no tengo una casa en las afueras, por eso me voy donde este tren me lleve ... le respondí.
-Pues se alquila la casa de mi vecino, a ver no te quiero decir... no me refiero a... note que se estaba poniendo nervioso lo cual me hizo gracia.
-¡Bien pues saluda a tu nueva vecina!-
X me miro sorprendido como diciendo "estas segura".
-Se que es un tanto impulsivo y si te disgusta la idea pues...-
-No-no, claro que no me disgusta la idea es mas me alegra, el pueblo esta lleno gente mayor y son todos encantadores pero empiezo a creer que las señoras mayores me persiguen en el mercado. dijo interrumpiéndome.
Yo empecé ha reírme a carcajadas, me lo estaba imaginando y era una escena muy graciosa.
Le mire y me di cuenta de que el también me estaba mirando, me sonrió y me pego un pequeño golpe con su hombro contra el mio, como vacilando de nuevo. Mire al frente y vi a una señora sonriendo y me dijo me mediante gestos "hacéis muy buena pareja", yo iba a decirle que no pero estaba claro que si.
