Sabia que llevaba unas pintas de loca, pero me daba igual ya que hacia calor.
Encontré la casa verde era muy bonita de dos plantas tenia un patio muy bonito y cuidado , toque el timbre y salio un hombre con un rostro encantador que al verme se convirtió en una cara de espanto.
-Lo siento pero no llevo dinero encima- me dijo mientras que cerraba la puerta.Yo lo pare poniendo la mano y haciendo la suficiente fuerza para poderle decir que se equivocaba:
-No-no, señor vengo porque quiero alquilar su casa- El dejo de hacer fuerza.
-¿Se llama Elias verdad ?- le pregunte alargando mi mano, para que viera que de verdad no era una mendiga.
La verdad es que era curioso yo siempre había sido una mujer de negocios muy elegante, en esa época tenia 36 años una edad no muy mala, era jefa de una empresa a la que le iba bastante bien, todos mis esfuerzos en el pasado me llevaron a ese puesto tan deseado del que al final salí huyendo.
Elias y yo llegamos a un trato solo le pagaría un mes por el momento pero además el me haría una guía turística sobre el pueblo.
Pero antes decidí ducha y arreglarme un poco.
Al terminar de ducharme oí unos ruidos el piso de abajo, me asuste, cogí dos toallas una para el cuerpo y otra para el pelo, y decidí bajar silenciosamente para ver que ocurría, vi la puerta abierta y mi corazón dio un brinco.
Entonces grite con todas mis ganas al ver a un hombre en la cocina, sabia que no era Elias por tanto empecé a pegarle en la espalda mientras que le gritaba "¡VETE LADRÓN VETE!". El se aparto y se dio la vuelta para verme.
-¡X !
-¡Auu si soy yo que fuerza tienes chica!
-¿Como que "que fuerza tienes"? ¡me has asustado idiota!. ¿Que haces aquí?
-Soy tu vecino ¿recuerdas?
-Si pero ¿tu sueles recibir a tus vecinos dando les un susto de muerte ? por que yo no.
Se echó a reír como si lo que había dicho hubiera sido gracioso, enfadada cogí le empuje suavemente y le eche de esa casa, antes de que dijera nada. No sabia que pensar tenia ganas de pegarle un tortazo, pero me estaba riendo.
Conseguí arreglarme llego Elias y nos pusimos ha andar, me contaba los cotilleos mas gracioso y me decía como debía tratar a cada persona :
-...Y después esta Rex mi vecino, por lo que me han contado ya lo conoces ¿no?- yo me sonroje y me mantuve callada, mas me valía estar callada...
-Es un buen muchacho un tanto torpe a veces pero es muy amable y bueno.
