Capitulo 1

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Por la mañana recibe una llamada inesperada, de hecho ya son más de dos, según la secretaria ya lleva llamando todo el día, pero el trabajo lo mantiene muy ocupado. Antes de responder decide culminar con su trabajo atendiendo a un importante funcionario del cual logra un exitoso contrato con muchas ganancias, al colgar se da cuenta de que en la otra línea lo esperan, asique decide atender y para su grata sorpresa es Trevor, Trevor es su mejor amigo, siempre lo fue, claro desde inicial, es mas ellos nacieron el mismo día, siempre estuvieron juntos hasta que Marcus se mudó. Recuerdos de aquellas aventuras vuelven a su mente como la cinematografía de una película.

—Marcus ¿estas allí?

—Hey Trevor, sí dime que sucede

—Al parecer alguien desapareció muchos años algo me dice que por su buen puesto de trabajo, se me hizo muy difícil localizarte.

—No es eso, tú sabes que me encanta hacerme de esperar.

—Eso sí, me parece que tendré que ser directo, llamo porque me casare en un mes y estaba pensando en que tú definitivamente seas mi padrino de bodas, ya sabes pienso en las ganancias —de forma burlona

—Ya se me hacía raro que llamaras después de tantos años, ahora te volviste un interesado —con tono sarcástico.

—Amigo tu bien sabes cuan afortunado soy de que tú seas mi amigo. Solo espero para mi fiesta de bodas que tu estés allí, ya que hay alguien que quiero presentarte.

—Claro que estaré allí, solo si me dejas organizarte una despedida de solteros como te la mereces.

—Por supuesto, aquí no hay nadie más fiestero como tú y dime ¿ya encontraste a aquella chica?

—No— su voz suena triste y se asoma por su mejilla una lágrima.

—Conseguiré a alguien para ti, espero que llegues en dos días.

—Con mucho gusto estaré allí, me tomare algunos meses libre.

Después de colgar no puede evitar recordar a Esther, aquellos recuerdos de su niñez junto a ella siempre están presentes, la amaba con toda su alma, nunca se lo pudo decir, pero nunca amo a nadie más que a ella como una vez se lo prometió recostados bajo el frío césped de su jardín y fue allí donde tuvo su primer beso.

La primera vez que la vio fue al mudarse, era una niña sencilla usaba un lindo vestido rosa con listón rojo, cosa rara pensó el, pero en sus delicados brazos llevaba un ramo de rosas azules, nunca había visto tal cosa en sus 8 años de vida. Mientras pensaba todo esto esa delicada criatura se aproximó a él, mientras que sus padres se acercaban a los suyos y le tendió en sus brazos las rosas. Solo hizo falta de una sonrisa y que ella pronunciara:

—Me llamo Esther, estas son para ti, son únicas así que espero que las cuides.

—Yo... he... he... me...

—Te llamas Marcus, lo sé

—¿Eh? ¿cómo lo sabes?

—Eso dice en las cajas de mudanza, bueno me tengo que ir— comenzó a andar.

—Espera, yo...

—Te espero mañana después de clases en mi jardín, Marcus...

—Sí... sí, allí estaré.

—Por cierto, lindo nombre.

Esa noche no pudo dormir, pensando en Esther, aunque le pareció algo raro como para un chico de su edad sentir todo esto.

Se dio cuenta de que Esther y solo ella con esa esplendida sonrisa lo ponía tan nervioso, llego a tal punto que pensó que mudarse fue lo mejor que le pudo pasar a esa edad.

—Amor ¿tulipanes o rosas?

—Mmm... me parece que quieres tulipanes.

—Sí, me conoces muy bien, ¿blancas o azules? — lo mira fijamente

—Azules— al unísimo

—Esther, acabo de hablar con mi amigo, muy pronto estará aquí y se quedará meses, además me hará una despedida de soltero.

—¡Perfecto! Gina ya planeo mi despedida de soltera, eso hace que mi conciencia se sienta más tranquila— expresión de alivio.

—¿Qué? Pensabas ocultármelo— la carga de la cintura y la suelta en el sofá, plantándole un intenso beso—. estoy molesto le dice besándola—. Te amo Esther y nada nos separara, nada mi amor.

Conoció a Trevor después de que Marcus se fuera de su vida, ella no fue a recibir a sus nuevos vecinos, opto por quedarse en su jardín avivando los recuerdos y secretos que encerraba ese pequeño invernadero, después de la partida de Trevor de alguna manera u otra algo infantil sintió un rencor hacia ese joven con ojos marrones, pero cambio de idea cuando se aproximó y le dijo:

—Me gustan tus tulipanes azules, mi mamá las ama ¿me darías una?

Fue su amabilidad, su cariño y los tulipanes que desde ese día fue su compañero y amigo, no remplazo a Trevor, nadie lo haría y aunque lo extrañaba mucho, Marcus siempre la hizo feliz, especialmente el día en que le propuso matrimonio después de cuatro años de noviazgo.

Fueron unos buenos años, pero ella siempre tenía presente a Trevor, un día simplemente no aguanto más y lloro frente a Marcus, lloró por ese amigo que la dejo, así, sin un adiós. Y ese día le confeso a Trevor el porqué de su aflicción a aquel joven con ojos marrones que muy pronto se convertiría en su esposo.

Triangulo AzulWhere stories live. Discover now