Siempre le gustó ese invernadero que su padre mando a construirle, era su lugar especial y había invitado a un completo extraño ¿qué le pasaba por la mente como para haber hecho algo así? ¿tal vez era porqué se sentía sola siempre? Así es, se siente sola aun estando alrededor de muchas personas. Además, la psicóloga le dijo que le vendría bien un amigo y ese niño era de su edad, además de ser muy amable.
—Esther, tu amigo llego
—Hola, te traje unas semillas, bueno mi mamá las trajo... quiero decir yo las traigo, pero ella las compro... aunque con mi ayuda.
¿Qué le pasa? ¿por qué tartamudea tanto? Sera mejor ser un tanto fría con él, pero no tanto como para alejarlo.
—Gracias, plantémosla —se aproxima para coger las semillas, pero tropieza con la pala y cae encima de él.
—Lo siento —dice el temblando
—Fue mi culpa, yo lo siento— lo dice temblando— ¿Qué es este cosquilleo? —. Se levanta inmediatamente
—Bueno plantémoslas, pero sin caerse encima de nadie— sonríen los dos
Al ver esta escena de compartir una sonrisa juntos le pareció tan tierno y especial logrando que el cosquilleo aumente. Desde ese día se volvieron inseparables, tanto que ni el hecho de estudiar en diferentes colegios les impedía volver juntos a casa de clases, Marcus la esperaba, ya que él salía unos minutos antes.
Todos los molestaban diciendo que los dos salían y sí tal vez eso parecía, pero eran dos niños sin darse cuenta que se estaban enamorando el uno del otro. Marcus no era un chico cohibido, al contrario, al entrar en plena confianza revelaba su verdadero ser, divertido, cariñoso, sarcástico y algo frío, aunque con ella no lo era tanto, simplemente no podía serlo, la amaba ¡por Dios! Sí que la ama.
—Esther, estoy aquí
Al verlo corre y repentinamente lo abraza muy fuerte, pero él no duda y hace lo mismo.
—¡Feliz Cumpleaños conejita! —comienza a reírse— Ya estás muy vieja para mí
—¡Tenemos la misma edad!
—Bueno ¿tus padres ya llegaron esta mañana?
—No, no vendrán hasta la otra semana—lo dice triste
—Entonces lamento informarte que no podre hoy acompañarte, tengo entreno, nos veremos mañana.
¿Se sentía triste? Bueno, triste hasta se queda corto, el hecho de que sus padres la dejen con la niñera no es nada nuevo y que tampoco estén el día de su cumpleaños tampoco, solo que tenía la esperanza de que Marcus se quede con ella. Repentinamente recibe una llamada de él.
—Alò ¿qué sucede?
—Ayúdame por favor olvide mis llaves y necesito mi short, te ayudo a trepar.
—Tú siempre, llegara el día en que este más alta y tu tendrás que trepar.
—Los conejitos son chiquitos, ven por favor.
—Ya voy, nos vemos.
Solo tiene que cruzar la calle y listo, lo mejor de tener un mejor amigo, es que ese mejor amigo viva súper cerca, así sabes cosas de él que puedes usar en su contra y claro también está el ahorro de energía de caminar.
—Conejito reportándose—Grita asomándose al pequeño jardín—¡Marcus! —Comienza a aproximarse a la puerta y ve colgado la hoja de un cuaderno la cual tiene escrito: Entra a la casa conejito
Mueve la manija de la puerta y bam—¡Feliz Cumpleaños Esther! —Gritan todos los presentes, es increíble están sus padres, sus compañeros de clases y allí esta él sosteniendo una torta mientras se aproxima a ella.
—Te engañe conejita—le planta un beso en la mejilla— Felicidades mi conejita. —mientras sonríe
Y ahora en este instante ya no puede negarlo más lo quiere y mucho, siempre lo sintió solo que no quería verlo, se negaba a tal cosa sin embargo no puede contener este sentimiento que crece cada vez que están juntos y así estarán siempre, siempre juntos o fue lo que más quiso.

YOU ARE READING
Triangulo Azul
RomanceTrevor y Marcus son dos mejores amigos que se verán involucrados en un triangulo amoroso junto con Esther. Esther en el pasado fue el primer amor de Marcus aunque él no a dejado de amarla, mientras que en el presente es la prometida de Trevor. Un...