Vulpecula

"Diente por diente"

Donghae no entendía del todo a HyukJae. En especial su repugnancia a su especie. Donghae siempre había pensado que ser un híbrido era una bendición, humanos con mayores habilidades y sentidos desarrollados, ¿Cómo podría alguien quejarse?

HyukJae no había hablado mucho después de revelar su oscuro secreto. El zorro no comprendía porque -de todas las personas del mundo- decidió contárselo a Donghae. Los amigos se hacen con bastante tiempo de conocerse, nunca se había apresurado a abrirse a una persona con aquella ligereza.

El silencio que estaba caminando junto a ellos los abrumaba, y de continuar así alguno de los dos explotaría. Por lo que Donghae pensó en un tema de conversación menos difícil que el anterior.

—En vista de que he ganado, ¿Cuándo recibiré el premio?

—¿Eh?— HyukJae le miró de reojo y resoplo. —Por supuesto que no.

—¡Pero si he llegado primero antes de que ese mastodonte apareciera!

—Mentira. Estaba cinco centímetros más adelante que tú.

—¿De que estas hablando? Te acercaste después de que cayera. Ha sido una diferencia mínima, pero incuestionable.

HyukJae se cruzó de brazos, torció la boca, y chasqueo la lengua después de asimilarlo. –Cuando he resbalado, termine junto a ti. Así que...

—¿Un empate?— los ojos del zorro rojo se ampliaron con sorpresa y miedo. —No, no, no. ¡Me niego a aceptar eso! tiene que haber un ganador.

—¡Tienes que ser honesto! Es un empate, en cualquier caso, nadie obtendrá un premio o... ambos deberemos hacerlo.

Lo meditaron un poco.

¿No obtener nada? No se podía decir que alguno estuviera de acuerdo con eso. Que fueran interrumpidos había sido una pena, sin embargo un trato era un trato, y ninguno iba a zafarse de él.

Donghae suspiró y llevó una mano a su mejilla, imaginando como de doloroso seria. ¡Pero que no se diga que era un cobarde! Había sido él quien propuso semejante locura y un zorro no se arrepiente. Miró a HyukJae y vio la misma expresión preocupada, posiblemente pensaba lo mismo. Ambos asintieron dando por finalizado el acuerdo.

Continuaron caminando por el bosque por largo tiempo antes de que el cielo se tornara de color rosa, entonces volvieron corriendo a casa.

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—Así que... ¿ese es un diente verdadero de Lee Donghae?— inquirió, por quinta vez, Yunho lleno de asombro e incredulidad.

HyukJae asintió, tomando el collar que colgaba orgullosamente de su cuello y admirando el blanco molar en él.

—Entonces es cierto, ¿Ustedes apostaron esto?— Junsu rió estruendosamente —¿Puedes mostrarnos tu brillante dentadura, amigo?

HyukJae retrocedió.

—¡Asi que es verdad! Donghae nos dijo que ha arrebatado de tus rosadas encías un canino. Lo lleva en una pulsera de cuero negro, hemos pensado que se trataba de una imitación. Pero ahora entiendo porque no has dicho palabra en tres días.

Sus mejillas se sonrojaron y bajó la mirada. Debió suponerlo, debió saber que no sería el único hablando de su recompensa.

Los chicos rieron como hienas y se los habría dicho, de no ser porque con solo abrir un poco la boca la hilera de dientes superiores dolían como el infierno. Envidiaba a Donghae por tener un ligero malestar después del segundo día, mientras él seguía retorciéndose por las noches.