Estocolmo

120 12 1
                                    

"Kibum, hoy tendremos que viajar de nuevo, saldremos en una hora."

Al oírlo, simplemente asentí con la cabeza y sentí mis mejillas tornarse rojas al notar su mirada fija en mi.

"Está bien."

"Tranquilo, todo saldrá bien." Dijo y acarició mi cabeza antes de salir apresurado por la puerta de la habitación.

Yo no hice más que esperarlo sentado en el borde de la cama porque no tenía nada que guardar; no tenía ninguna pertenencia y la única ropa que tenía la llevaba puesta.

Debo confesar que en un principio, hubiera aprovechado un momento así para intentar huir, pero ahora eso era la último en lo que pensaba.

¿Huir y dejar a Jonghyun solo?

No, no podía.

Para ser sincero, no sé cómo es que comenzó todo esto. No sé cuando empecé a sentir tantas cosas. No sé cuando fue que caí tan profundamente enamorado de él.
Mentiría si dijera que no extraño a mi familia, a mis amigos, incluso a mis hermosos perros, pero estando con él, me siento muy bien.
De alguna manera me siento protegido estando a su lado.

Hay noches en las que lloro a mas no poder por lo difícil que es esta situación, me duele demasiado todo lo que he tenido que pasar, todo lo que hemos tenido que pasar y el único consuelo que tengo son sus fuertes brazos cuando me estrechan contra su cuerpo. Y sí, eso me gusta demasiado.

Él me gusta demasiado.

El único problema -bueno, uno de tantos- es que no sé si siente lo mismo por mi.
Me ha contado tantas cosas que siento que confía en mi así como yo confío en él. Me sorprendió demasiado aquella noche en la que se sentó junto a mí en ese campamento improvisado y casi escondido en el bosque.

Creo que ahí fue cuando comencé a sentirme así. La luz de la fogata era lo único que iluminaba el lugar y su rostro se veía tan bonito, además, esa fue la primera vez que me dijo su nombre. Ese es el primer recuerdo bonito que puedo decir tengo con él.

Con algo de miedo me bajé del auto y miré a mi alrededor porque no me había percatado de cuándo nos habíamos alejado tanto de la ciudad, ahora lo único que nos rodeaban y escuchaban eran los árboles y nada más.

"Siéntate, haré una fogata." le escuché decir.

Como siempre, simplemente asentí y me senté sobre un tronco que se encontraba en el suelo, mientras lo observaba desaparecerse por entre los árboles.

Poco a poco, comencé a sentir cómo el ambiente se hacía más frío y el cielo se oscurecía cada vez más y él aún no volvía.

¿A caso me había abandonado ahí?

¿Planeaba dejarme morir congelado?

Mi cuerpo comenzó a temblar descontroladamente y las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Estaba asustado, tenía frío y la oscuridad me asustaba demasiado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 03, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SHINee oneshots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora