Blaine.
Aún recuerdo tu cuerpo frío y sin vida dentro de aquella habitación oscura, ordenada e impecable.
Diste tu último suspiro de vida en mis brazos antes de echar tu cabeza hacia atrás y cerrar tus ojos para jamás abrirlos nuevamente. Y yo, grité hasta que mi garganta se desgarrara.
Recuerdo perfectamente tocar la puerta de tu habitación con fuerza, pues nadie abría y la casa estaba abierta cuando había llegado. Tu padre estaba nervioso, puedo jurar que le estaba dando un ataque de nervios en aquel momento. Como no abrías, pateé la puerta de madera hasta que ésta se abrió de un portazo.
Y ahí estabas tú. Agonizabas de dolor tirado en el suelo con cortadas bastante profundas en tus brazos y piernas. La sangre salía a chorros de tus brazos y durante un segundo, cruzaste tu mirada con la mía. Me acerqué corriendo hacia ti y te atrapé en mis brazos sujetándote con fuerza.
Le grité a Cooper que llamara a una ambulancia de inmediato, pero ya era demasiado tarde para ti. Aún así, él lo hizo con las manos temblorosas y escuchaba su voz llena de temor y nerviosismo desde fuera de la habitación. Burt lloraba a más no poder cerca de nosotros dos, y al igual que tú, él también estaba en el suelo.
Tomé tu mano con una de las mías mientras que con la otra acariciaba tu rostro. Pude notar como al verme y escuchar el llanto de tu padre, te habías arrepentido. Pero para mala suerte de todos, el tiempo no volvía hacia atrás para remediar el error que habías cometido.
—Solo aguanta un poco más mi amor, te juro que estarás bien. Confía en mí Kurt, resiste.— susurraba, aunque los dos sabíamos que eso era falso.
—Blaine.— yo te miré con las lágrimas bajando por todo mi rostro—. Te amo mucho.
—Yo también te amo mi amor, te amo más de lo que crees.
La habitación quedó en silencio unos segundos hasta que Cooper entró corriendo para ayudar a Burt. Lo sujetó por los hombros y lo arrastró hasta en donde te encontrabas tú. Tu padre besó tu frente y comenzó a cantarte una canción de cuna. Me dijo que esa canción te cantaba cada vez que no podías dormir.
—Kurt, hijo. Si te vas, no me quedará nada más en la vida. Eres la única cosa que me hace querer volar por mis anhelos, hijo.— tus ojitos azules se desviaron a tu padre y sollozaste con fuerza.
—Lo lamento mucho papá, te amo mucho a ti también.— Burt sujetó tu otra mano con fuerza.
El llanto mezclado de tu padre y el mío solo me hacía querer correr fuera de ahí, todo eso era bastante abrumador. Pero no podía hacerlo, siempre te prometí que estaría ahí para ti.
Besé un poco tus labios, sin saber realmente qué sería la última vez en mi vida que lo haría. Escondí mi rostro en tu cuello y aspiré el aroma a muerte que emanabas. Sabía que era tu fin, Burt sabía que era tu fin, Cooper sabía que era tu fin. Tú sabías que era tu fin.
—Prométanme que esto no los hará cometer una estupidez como la mía, por favor.— apenas podías hablar—. Les juro que estaré siempre aquí, aunque no puedan verme.
—No digas eso bebé, estaremos juntos los dos. Nos casaremos, adoptaremos hijos, viviremos felices y moriremos cuando seamos mayores.— sonreíste y capturé ese momento en mi mente.
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I Know You're Somewhere (One-Shot).
FanfictionUn suicidio. Dos enamorados. Uno muerto. El otro, dolido. Inspirada en Jocelyn Flores de XXXTENTACION.