JongIn

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Ring Ring Ring

Ring Ring Ring

Ring Ring Ri-

"Hola."

Mierda...

El cuerpo de JongIn se congeló, sus ojos se abrieron al escuchar la voz de KyungSoo. Hubo un momento de silencio, sólo se podían oír sus pesadas respiraciones a través de la línea.

Presionó el teléfono aún más contra su oreja. JongIn no decía nada, estaba asustado de hablar, sólo quería que KyungSoo contestara su llamada. Desde esa noche en casa de KyungSoo, no podía dejar de sentir esa punzada de culpa con tan sólo oír el nombre del chico.

Soy un maldito imbécil.

Por supuesto que debió de haberlo sabido. JongIn siempre estuvo consciente de eso. KyungSoo no tenía la habilidad de mentir así que fue difícil no notar las constantes miradas y roces que el otro le daba. Pero JongIn asumió que KyungSoo no haría nada al respecto. No podría. KyungSoo es prácticamente un niño. Además, JongIn no es gay.

No lo soy. De verdad...no.

A él le gustan las chicas y su lista de amantes era prueba suficiente. Se aseguraba de dejarles marcas que la gente pudiera ver. Él también las traía, y las llevaba como si de insignias se trataran, sirviéndole para probarle a quien sea (o quizás a el mismo) que él no era gay. No es que odiara a KyungSoo porque el sí lo era, él nunca podría odiar a KyungSoo.

Pero se negaba a que alguien lo supiera, mucho menos KyungSoo.

¿Saber qué? No estoy escondiendo nada.

Su incapacidad para dormir con alguna chica ahora no era nada por lo que se deba sentir avergonzado. Simplemente no quiere sexo aún. Está esperando.

¿Hasta que KyungSoo cumpla dieciocho?

¡NO! Está asegurándose de mantenerse al margen y nunca cruzar ninguna línea que aún no quiera enfrentar.

...Hasta esa maldita fiesta.

"JongIn, ¿Sigues ahí?"

El tono irritado de KyungSoo sacó a JongIn de su aturdimiento y recordó lo que estaba haciendo.

"Oh, perdón. Hola, KyungSoo, sólo quer-"

"JongIn, te dije que no vuelvas a hablarme."

Su corazón se estremeció ante las palabras de KyungSoo. Las punzadas de culpa volvieron a su pecho y comenzó a luchar por respirar.

"KyungSoo, mira, yo-"

Un golpe distante en una puerta se escuchó y JongIn se congeló al oír que KyungSoo se movía. Probablemente se dirigía a la puerta.

"JongIn, tengo que irme ahora."

El pánico lo invadió y antes de que pudiera convencer a KyungSoo de quedarse, él cortó.

JongIn se sentó en la cama, el móvil aún estaba presionado contra su mejilla cuando oyó el tono sordo que finalizó la llamada.

Parpadeó varias veces intentando alejar las lágrimas que se asomaban en sus ojos y tenía miedo de admitir. De pronto, el dolor rápidamente se volvió en enojo y frustración, lanzando el celular a través de su habitación.

El golpe fuerte hizo eco en su cuarto y llevó sus manos a su cabeza. Peleando con desesperación contra la urgencia de sollozar.

Mierda.

Y sucedió - KaiSoo [Traducción al Español.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora