• La Última Bala •

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(José x Panchito)
• ○ •

(Narra José)

Eres un idiota... ¿Te lo han dicho? ... ¿A si? Bueno... Creo que he sido yo más que nadie quien te lo ha mencionado una y otra vez hasta el cansancio, incluso más de lo que Donal' podría decirte... pero eres un idiota con un gran corazón que se nos era imposible imaginar su tamaño y nos era imposible imaginar cuanto valor , amor, ánimos y apoyó podrías haber dado a este mundo. Pero tu tiempo sé había agotado en este mundo...

Todo había comenzado desde aquella reunión de nosotros tres. Los tres caballeros se habían reencontrado nuevamente después de varios años, logrando estar juntos para una nueva aventura, recuerdo que fue una total locura que logramos superar y reír de ella tiempo después. Tanto tiempo había pasado entre nosotros tres que me había enterado de varias cosas, Donald cuidaba a sus sobrinos a quienes ama como un verdadero padre lo haría, no eran unos angelitos, pero él los quería con toda su alma, tu tenías grandes terrenos en Guadalajara, siendo uno de los ciudadanos más importantes de aquel lugar... ¿y yo? Bueno, siendo dueño de un club nocturno donde la música y el baile salía por cada rincón de aquel lugar, me iba bastante bien.

Pero algo me hacía falta, nunca logré entender que era lo que me hacía falta y lo ignore durante años, pues según yo lo tenía todo , tenía a mis mejores amigos, vivía en un hermoso país, tenía grandes talentos y había logrado cumplir varios de mis sueños. Pero fue hasta aquel día en el que había encontrado la pieza que me hacía tanta falta, era aquella chispa que me había tener mariposas en el estómago.

No recuerdo con exactitud cuando fue que ese sentimiento floreció de la nada, para mi era raro, pues siempre las chicas fueron de mi agrado, pero por tu culpa (y la de Donald) me habían hecho cambiar por completo mi forma de pensar y de sentir.

Recuerdo que buscaba cada excusa para salir contigo, pues tenía entendido de que Donald se encontraba saliendo con una hermosa Chica llamada Daisy y su felicidad junto a ella era muy notable, a pesar de tener algunas diferencias entre ellos, el siempre se esforzaba Y quería seguir su ejemplo, comenzando a ser detallista, algo coqueto (pero sin perder mi toque personal) al igual que intentar sacarte una pequeña sonrisa o una carcajada y no sabía como, pero lo lograba y era satisfactorio el verte tan contento.

Cuando nos escribíamos cada semana para no perder ningún contacto otra vez, tal vez no era gran cosa, pero le dedicaba gran amor y cariño a mis cartas, así estas estaban llenas de noticias aburridas que solían pasar en aquel entonces y mi emoción al recibir tus cartas a tal grado de leerlas una y otra vez hasta caer dormido.

Recuerdo que fue aquella visita que hice a México esperando verte, logrando conocer más lugares de tu país y sus tradiciones, que eran fascinantes, llenas de color y energía, siendo un cálido hogar para mí... Recuerdo aquel gran regalo que me diste en mi visita a México, nuestro primer beso... Pues fue un tanto "original" ya que no encontraba la manera de reaccionar, ¿emoción? ¿Felicidad? ¿Confusión? Tantas emociones juntas en un sólo momento , pues tu rostro mostraba aquellos cálidos y tiernos ojos tuyos... Odiaba eso, me hacían sentir tan débil e indefenso ante ti. Y algo que solo lograba imaginar en mis sueños y era el ver tu rostro sonrojado al igual que yo, aunque yo era todo un tomate... Pero algo que nunca olvidaré era aquel sentimiento mutuo entre ambos que parecía ser obra de un cuento de hadas.

A partir de ese momento todo era Perfecto incluso si llegábamos a estar a distancia la mayor parte del tiempo, pero sabíamos aprovechar cada segundo juntos, riendo, cantando, bailando y logrando hacer compañía uno del otro.

Jaja, me atrevo a decir que incluso recuerdo la reacción de Donald a saber de nuestra relación

"Sabía que José era demasiado como para gastar ese tiempo y salir con las chicas"

• The Three Caballeros || One Shorts •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora