• The Three Caballeros || One Shorts •

• El Voto Oscuro •

• AU de la canción "Alluring Secret Black Vow" •

• Panchito x José •

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Tan cálidos rayos, un cielo tan azul , una brisa tranquila, sin duda una hermosa tarde para muchas personas. El sol podía entrar en cada rincón sin problema alguno, las señoritas lucían hermosos vestidos, los niños jugaban por las calles, las ciudades eran una representación de Paz y Armonía en aquellos tiempos.

Por una de las innumerables calles y bellos lugares, un chico que poseía  prendas hechas trizas, un alborotado y maltratado cabello color verde y unos ojos brillantes color cafés (con ligeros todos rojizos) se encontraba caminando sin destino alguno cerca de una catedral, nadie sabía quién era, nadie sabía de donde venia, era un completo desconocido. El había caminado más de 2 días en busca de una "salvación" para poner fin a aquella travesía en el mundo de los mortales, siendo sus únicos compañeros las frías miradas que iban detrás de él, llenas de desagrado, pena y vergüenza pero no la suficiente como para ofrecer ayuda alguna.

Intentó seguir caminando pero el cansancio se había apoderado de él por conpleto,se encontraba totalmente débil  y sufría varios síntomas que sólo los mortales podían lidiar y tenían que sufrir. Tales como hambre, frío, sueño, dolor y miedo. Sin energía alguna decidió recargarse a las afueras de las puertas de la catedral que se encontraba en aquel lugar por donde caminaba esperando recibir ayuda de algún mortal cercano a su Dios. Más este fue hechando de aquellos lugares, pues creían que no poseia "el nivel" que su Dios deseaba, juzgando sólo por las primeras impresiones.

- Los Mortales son mucho más miserables de lo que yo creía...- se comentaba a si mismo mientras buscaba algún lugar donde descansar, logrando recostarse en una de las partes de atrás de aquella catedral donde casi nadie pasaba, era el sitio más seguro donde él podía quedarse aunque sea una noche. Dejó caer su débil cuerpo y con ello cerró sus ojos para caer en un sueño profundo e intentar descansar un poco tras aquella larga travesía que había tenido.

Nunca había cerrado sus ojos para realizar aquella actividad llamada "dormir" pues todo el tiempo se sentía  con energías y trabajaba todo el tiempo cumpliendo las órdenes de su señor en el Reino de los cielos. El era un simple servidor que observaba a los mortales como seres miserables y sin importancia, pues creía que ellos no podían llegar a ser fieles a alguna persona o simplemente vivían del dolor de otros.

Este servidor tras caer en la curiosidad de visitar el mundo de los mortales y servir como un guardián , sólo había logrado despojarse a si mismo de aquel paraíso. No sabía cómo volver o si alguien escuchaba sus rezos y plegarias. Tal parecia que no.

Tras algunas horas de largo descanso se encontraba totalmente sólo a su alrededor, intentaba averiguar cómo regresar a su Reino o al menos como sanar sus heridas,  sin respuesta alguna su desesperación era reemplazada por pánico y tristeza, pues no había manera alguna de que pudiese regresar a su hogar.

- Oye ¿Estás bien? No es normal ver a personas por esta parte de la catedral- ¿una voz se dirigía a el? Creía haber estado sólo, pero al parecer no. Aquel chico levantó su mirada para poder ver a la cara a quien le hablaba - ¿Qué? ¿Quién eres?-

Un muchacho de alborotado cabello rojo y unos ojos marrones se encontraba frente a él esperando ver al chico peliverde - Oh... Lo siento, pero estaba pasando por aquí y no pude evitar verte en este estado ¿Necesitas ayuda?-
Con sólo un mirar Aquel chico sólo soltó un ligero sonrojo mientras que su corazón había acelerado a una gran velocidad, un sentimiento demasiado fuerte que le estaba lastimado - U-Umm.. Yo... Yo, Yo bueno...- intentaba buscar respuesta y estaba nervioso - ¡Por Dios! ¿Qué te ha pasado? ¡Estas gravemente herido!- le había interrumpido el chico pelirrojo