//N.A: Como ya saben, hay mucho mame en el fandom entre Mads y Kojima, así que decidí unirme al tren con este pequeño one-shot, pero si quieren más de esta historia y es bien recibida, quizás haga más capítulos xD los dejo con otra de mis locuras(?) Pronto espero actualizar el resto de mis fanfics ¡Besos! //
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—¿Es necesario que vayas?— preguntó Hugh por milésima vez tras soltar un bufido.
Mads suspiró y asintió de nuevo, terminando de preparar sus maletas.
—Es trabajo, pequeño...—
El danés se acercó a la cama donde estaba recostado su hombre y acarició su cabello suavemente.
—¿Y cuando se supone que volveremos a vernos?—
Los ojos de Hugh se clavaron en Mads al realizar esa pregunta.
—Apenas termine te prometo que nos veremos de nuevo.— le aseguró Mads con una sonrisa.
—Bien...— susurró Hugh, suspiro y se puso una almohada en la cabeza.
Él y Mads llevaban en aquel hotel de los Ángeles un par de días. Por supuesto... En total secreto.
Ellos, en efecto, eran pareja.
A pesar de ser hombres maduros y casados, padres de familia respetables... No habían podido controlar la pasión que se había despertado en ellos cuando, en el 2013 se reencontraron para las grabaciones de la serie de televisión de Hannibal.
Por supuesto, la atracción no había surgido ahí. En el 2004, cuando se conocieron para la película "El rey Arturo" la atracción había sido inmediata.
Se habían contenido por muchos motivos pero ahora...
Ahora no había fuerza posible que pudiera separarlos. Incluso habían dejado de mostrarse juntos en público para mantener en secreto la relación.
Hugh levanto la almohada, pensando en todo esto. Realmente desearía poder gritar a los cuatro vientos que Mads era suyo... Que lo amaba.
Sus ojos enfocaron al danés y se detuvieron un momento en su trasero mientras sus labios se curvaban en una sonrisa.
—Mas le vale a ese chino no tocarte más de lo necesario, ¿Eh?— dijo Hugh como en "broma".
—¿Acaso piensas que soy tan poco profesional como para enamorarme de alguien con quien estoy trabajando? No respondas.—
Hugh soltó un leve gruñido y se levantó de la cama. Estaba desnudo, y verlo desnudo era realmente un espectáculo para cualquiera.
Se acercó a Mads, quien se estaba acomodando un poco el cabello frente a un espejo, y lo abrazó por la espalda.
—Aun así ten cuidado... No quiero que nadie coquetee con mi hombre... Como esa rubia con la que te vi en una foto...— Hugh besaba lentamente el cuello de su danés mientras decía eso, apegando un poco su cuerpo al de él.
—Solo tengo ojos para ti...— le aseguro Mads, dándose la vuelta y abrazándolo.
Hugh lo miro con una sonrisa traviesa, lo tomo de la ropa y lo arrastro otra vez a la cama.
Fue recién una hora después, que Mads pudo pararse, darse otro baño y vestirse.
Por suerte a pesar de sus 52 años recién cumplidos, su salud y su vigor físico eran los de un joven mucho menor que él.
Seguirle el paso a Hugh, diez años menor, no era nada difícil para él.
—Que bueno que no pedí el taxi...— dijo Mads riendo mientras terminaba de vestirse otra vez.
—Si fuera por mí te haría perder ese evento con tu chino...— aseguro Hugh, dando vueltas en la cama. Todavía estaba sudoroso después de esa sesión de intenso sexo salvaje.
Mads soltó una leve risa y le envío un beso a Hugh. —Nos vemos pronto pequeño.— dijo antes de tomar la maleta.
—Te amo...—
—Yo también te amo... Y por cierto... No es chino, es japones.—
Mads salió rápido de la habitación, cerrando la puerta, justo cuando uno de los zapatos de Hugh se estrellaba contra ella.
Tras unas cuantas horas de vuelo, Mads llegó hasta Tokyo, donde naturalmente estaba esperandolo el propio Kojima en persona.
—MADS-SAN!!!- Kojima soltó un grito como si... Como si fuera una fangirl más, básicamente.
Mads levanto la mirada y sonrió al verlo ahí, algo apartado del resto de fanáticas que también habían ido a esperarlo al aeropuerto.
Tras abrirse camino entre las fans, firmando autógrafos y sacándose fotos, Mads logro llegar junto con Hideo.
—Que bueno es verte de nuevo...— dijo Mads sonriendole de tal manera que Kojima sentía que se derretiría.
—I-igualmente ... ¿Como estuvo el viaje?—
—Tranquilo... Pero ya deseaba llegar y verte de nuevo...— respondió Mads mientras salían del aeropuerto.
Kojima se quedó como atontado, mirándolo.
"Por favor mi tesoro danés, me voy a infartar..." Pensaba Hideo contemplandolo de reojo.
Sus miradas se cruzaron y Kojima soltó una risa nerviosa.
—Etto... Ya ... Ya está listo tu alojamiento y todo... Pero el trabajo será mañana... Primero tengo que encargarme de alimentarte...—
—Excelente idea...— dijo Mads entre risas, Kojima le encantaba, siempre era tan divertido estar con él.
Luego de acompañarlo a dejar la maleta y mostrarle el lugar donde se alojaria, Kojima se disculpó por un momento y fue arreglarse a su propio cuarto. Deseaba verse bien para la noche que pasaría con Mads pero... Sin que fuera demasiado obvio que se había arreglado para él.
Hideo suspiró, mirándose al espejo. Quizás intentar conquistar al Tesoro Nacional de Dinamarca sería algo imposible, pero... No perdía las esperanzas.
Y es Kojima guardaba un secreto... Un secreto muy íntimo en el fondo de su corazón.
Siempre, desde la primera vez que sus ojos se habían puesto sobre Mads Mikkelsen mientras lo veía actuar en una de sus películas... Había estado enamorado de él.
Y ahora... Ahora tenía la posibilidad de trabajar con él... De estar a su lado.
—Me esforzaré... Daré lo mejor de mi...— murmuró Kojima con decisión mientras contemplaba el espejo —No dejaré que estos sentimientos se queden enterrados para siempre en mi pecho...—
Luego de esas palabras de ánimo que se dijo a si mismo Kojima salió a buscar a Mads.
Cuando el danés abrió la puerta, Kojima sonrió encantado.
—Otra vez el outfit de Naruto...—
—Bueno... Tu seras mi Sasuke.— bromeo Mads mientras salía del cuarto.
Kojima se preguntó si Mads sabría lo que el 90% de los fanáticos opinaban de la relación de Naruto y Sasuke...
Al salir del hotel, la noche de Tokyo los saludó, cargada de la magia navideña y las luces artificiales que hacían ver hermosa a una ciudad tan limpia.
Mads por un momento se sintió deslumbrado, pero Tokyo en cierto modo le gustaba mucho.
—¿A donde iremos?— pregunto Mads.
"A dónde tu quieras, al fin del mundo si es necesario, guapo." Pensaba Hideo Kojima para sus adentros.
—Etto... Te llevaré a un sitio muy bonito... Te gustará la comida de ahí...— prometió Kojima al final con una sonrisa.
::: Mientras tanto :::
Apenas Mads se había ido, lo primero que hizo Hugh fue ponerse a stalkear las redes del "chino".
Fue solo cuestión de horas hasta que vio publicadas las fotos que Kojima le había tomado llegando al aeropuerto.
Por supuesto, todas ellas con mensajes que molestaron bastante a Dancy.
"Cada vez que nos vemos estás mejor, Mads ¿Cual es tu secreto?" Preguntaba en una de sus fotos de Twitter.
—Yo soy su secreto...— murmuró Hugh soltando un gruñido.
A medida que las horas pasaban, las redes se calentaban más y más con el encuentro de Kojima y Mads en Tokyo.
Pero lo peor para Hugh fue cuando vio la cena con velas de Mads y el chino, y las fotos que se habían sacado durante su paseo en Tokyo.
—A esto le llaman reunión de trabajo?!- grito Hugh muy molesto. Tenía que hacer algo, y tenía que hacerlo pronto.
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—Comienza a hacer frío ¿No crees?— pregunto Mads sobando un poco sus manos mientras caminaba junto con Kojima por las calles de Tokyo.
—Un poco...— admitió el otro hombre con voz levemente temblorosa.
En realidad, Hideo estaba helado. Solo llevaba puesto un suéter negro bastante liviano.
Mads lo miró temblar por un momento y se desprendió de la chaqueta que llevaba encima de su "outfit de Naruto" y la paso por los hombros de Kojima, abrigandolo un poco.
Koji se quedó paralizado por un segundo, pero después sonrió y se abrazó a la chaqueta de Mads.
—Que cálida es... Gracias...— susurró aspirando también el perfume de Mads que había quedado en ella.
—No es nada...— respondió Mads mientras se encendía un cigarrillo.
—¿Pero tu no tenías frío?—
—Estoy bien...— Mads le sonrió tiernamente y otra vez Kojima sintió que se iba a derretir ahí mismo.
—Mads-san... Yo... Hay algo que siempre quise decirte...— empezó Kojima por fin, este era el momento perfecto para confesarle su amor.
—Dime...—
—Yo...— Kojima miro al suelo, tímido y muy nervioso. Siempre se ponía nervioso cuando estaba cerca de su tesoro danés.
Mads lo miraba con interés, incluso se había olvidado del cigarrillo.
Sin embargo, Hideo no llegó a terminar la frase.
Un fuerte trueno se escucho en el cielo de Tokyo y una helada lluvia que parecía aguanieve se precipitó sobre ellos.
Lo primero que atinó a hacer Mads fue a soltar el cigarro y tomar de la mano a Kojima, llevándolo a paso rápido a refugiarse a alguno de los locales que poblaban las aceras de Tokyo.
Entro en una cafetería, sin soltar la mano de Kojima, por lo que la cara de este estaba toda roja.
—Y-yo... Llamaré para que nos vengan a buscar...— logro decir Hideo al cabo de un momento, haciendo que Mads suelte su mano. El danés era quien peor parte se había llevado de esa lluvia tan repentina, y su pelo y su ropa estaban empapados.
Era de madrugada bastante tarde cuando los dos hombres regresaron al hotel.
Mads temblaba un poco, por lo que Kojima lo acompaño hasta la habitación.
—Lamento todo esto, no debimos salir... Es mi culpa.— se disculpó Hideo mientras entraban al cuarto.
—No lo es... Disfruté mucho esta noche contigo...— aseguro Mads antes de estornudar.
—Pero parece que te pondrás enfermo...— se lamento Kojima, mirándolo. Lo cierto era que no le preocupaba en lo absoluto que esto pudiera retrasar el trabajo, ya que eso le daría más días con Mads. Lo único que le preocupaba era que su adorado tesoro no se pusiera enfermo.
—Estare bien... Solo con descansar un poco se me pasará. Tengo salud de roble.— Mads le sonrió y empezó a quitarse la ropa mojada como si nada. Despues de todo estaba con otro hombre.
—Por cierto ¿Que ibas a decirme antes?— pregunto Mads mientras se colocaba ropa seca.
—Nada... Nada importante... Yo... Me quedaré aquí por si necesitas algo o si te sube la fiebre...— mintió Kojima, algo nervioso.
—Ummm de acuerdo... Pero no te preocupes por mí... Y descansa...— murmuró Mads, tumbándose en la cama y tapándose hasta la cabeza.
Tenía frío, sentía algo de fiebre y estaba realmente agotado, por lo que se durmió muy rápido.
Kojima se sentó en una silla, mirándolo dormir.
La excusa de cuidarlo por si se ponia enfermo era muy buena... Podría pasarse la noche entera admirando al Tesoro.
Suspiró profundamente, mirando al Tesoro...
Era tan hermoso... Su cabello dorado con hebras plateadas... Y su rostro tan Pacífico...
Era perfecto...
Kojima no supo cuanto tiempo estuvo así, contemplando a Mads Mikkelsen dormir, pero escucho una vibración algo molesta.
Levanto la mirada y vio que era el teléfono de Mads sobre la mesa de luz, alguien lo estaba llamando.
Hideo se levantó rápido, feliz de que el telefono estuviera en vibrador y lo tomó.
En la pantalla decía "Llamada entrante de Pequeño"
El ceño de Kojima se frunció levemente... Quizás solo se trataba del hijo de Mads... Quizás no.
De todos modos, decidió atender.
—¿Hola?— preguntó en voz baja el hombre nipón.
—¿Hola? ¡¿Quien habla?!— grito una voz de hombre, algo alterada desde el otro lado.
—Hideo Kojima al habla... ¿Quien habla ahí?—
Se escucho una maldición entre dientes del otro lado de la línea.
—¿Que haces con el teléfono de Mads? Da igual... Dile que se ponga al teléfono ahora mismo...—
Kojima en ese momento se dio cuenta de quién era el que hablaba...
Era ese tal Hugh Dancy...
—Mads-san no puede hablar ahora...— dijo Kojima al fin.
—¿Donde está?—
—Esta aquí, durmiendo al lado mío.— soltó Hideo antes de colgar y apagar el teléfono.
Suspiró mirando a Mads y acarició su cabello, Mads necesitaba descansar, no que nadie lo estuviera molestando.
Mientras tanto, muy lejos de allí, el teléfono caía de las manos de Hugh Dancy mientras comprendía lo que estaba pasando...
Mads y Kojima... Entonces era cierto...
Esos dos tenían una aventura...
Hugh no lo soportó y empezó a llorar... ¿Que haría ahora sin él?
:::: A la noche del día siguiente ::::
—¡Eso fue increíble Mads-san!— dijo Kojima mientras salían del set de grabación y efectos especiales donde habían estado coordinando algunos detalles más del juego y las animaciones relacionadas con Mads.
—Fue un poco difícil pero divertido...— suspiro Mads secándose el sudor de la frente con la toalla que llevaba a los hombros. Caminaron hasta salir a una pequeña terraza de la primera planta del set, a tomar algo de aire libre.
Mads lo primero que hizo fue prenderse un cigarrillo y empezar a fumarselo tras sentarse en una de las canteras de piedra donde habían algunas flores y plantas.
Automáticamente Kojima se sentó al lado de él.
Era una noche preciosa, no llovía y aunque las luces de Tokyo apagaban el brillo de las estrellas, seguía siendo un hermoso paisaje.
—Hoy y ayer... Fueron días increíbles...— murmuró Hideo, acercándose un poquito más a Mads.
—Lo fueron... Hacia tiempo que no me divertía tanto...— el danés le sonrió ampliamente a su amigo.
—¿Te sientes cómodo aquí?—
—Como nunca...—
Hideo suspiro profundamente, armándose de valor.
—Mads yo...— se puso nervioso al notar que de pronto tenía toda la atención del otro hombre puesta en él.
—¿Si?—
Por un segundo el tiempo pareció hacerse eterno mientras Kojima se decidía si decirle o no la verdad.
—Vamos... Dímelo... Sabes que puedes confiar en mí...—
—Haz... Bueno... Haz notado los twitters que hice sobre ti... ¿No?—
—Si... ¿Que tienen?— pregunto Mads, de manera algo inocente.
Kojima se sonrojo hasta las orejas.
—Creo que... Creo que es bastante obvio...— murmuró pensando en esos estados y twits y fotos donde describía lo bien que se llevaban, lo bien que la pasaban... Lo mucho que amaba y a adoraba a Mads y lo hermoso que lo veía...
—¿Que cosa?— preguntó Mads, más y mas curioso.
—Yo... Yo... ¡Me gustas! ¡Te amo!— dijo Kojima al fin, incapaz de aguantarlo más. Tomó el sorprendido rostro de Mads Mikkelsen entre sus manos, y antes de perder el valor que había logrado juntar, le dio un beso en los labios.
Mads se quedó inmóvil al sentir los labios del otro hombre sobre los suyos, sin siquiera ser capaz de reaccionar...
Sin embargo, esa pasividad se terminó cuando la puerta de pequeña terraza se abrió y vio a aparecer a la persona que menos esperaba y deseaba ver en ese momento.
Hugh...
Se separó del beso de inmediato, con expresión culpable.
—E-espera... No es lo que parece...— intento decir Mads, pero los ojos colmados de lágrimas de Hugh lo decían todo.
—Y pensar que vine hasta aquí solo para buscarte!!— grito Dancy empezando a llorar. Ya le daba igual que todo el mundo supiera de su relación.
—Te juro que yo no...—
—¡Eres un cretino! Lo sabía... Sabía que te gustaba el chino!!—
—Soy japonés...— dijo Kojima, levantándose.
—Callate!— le gritó Hugh sin siquiera querer mirarlo —Quieres a mi hombre? Pues bien... Te lo regalo! No tardará mucho en engañarte como a mi...— dijo Hugh antes de salir corriendo de allí.
¿Como había podido ser tan tonto...?
Era obvio...
El amor de esos dos se notaba hasta en Twitter...
Incluso las fanáticas se habían dado cuenta...
Ahora... ¿Acaso ahora cambiarían el Madancy por el Mikkeljima?
Era horrible solo pensarlo...
Pero Hugh no quería saber más de todo eso... Había visto lo suficiente...
Simplemente volvería a casa.
:::::::FIN(?):::::::
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Love Stranding
FanfictionMads Mikkelsen fue a Tokyo para trabajar con su amigo Hideo Kojima en el videojuego Death Stranding, lo que no sabe es que esto podría causarle problemas con cierto cachorro de ojos azules. Mads Mikkelsen x Hugh Dancy Mads Mikkelsen x Hideo Kojim...