Fugaz.
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Algunos amores, cómo las estrellas fugaces, sólo resplandecen por un momento.
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Law termino de abrocharse la camisa mientras se contemplaba en el espejo de su habitación. No estaba muy animado, pero ciertamente aquella fecha no entusiasmaba a nadie.
"Con el pasar del tiempo aun recordaba aquellos días con una extraña mezcla de tristeza y dicha muy difícil de explicar. Apenas había cumplido un año en la universidad y seis meses desde que había dejado la casa paterna para mudarse a un departamento y comenzar a independizarse.
Aquel día estaba cansado y harto. Había tenido cuatro exámenes y lo único en lo que podía pensar era que deseaba llegar a casa y dormir largo y tendido, quizá durante todo el fin de semana y no volver a preocuparse por nada más.
Era increíble que estuviera tan estresado en el tercer semestre de carrera, según tenía entendido los filtros más difíciles estaban a partir del quinto y sexto semestre, aunque quizá sólo estaba cansado por todo lo que había tenido que pasar durante ese lapso de tiempo: su padrastro y mentor había muerto en cumplimiento de su deber al comienzo del semestre (era detective de narcóticos), lo que le había valido estar distraído y más antipático de lo normal, eso sin contar la tristeza y la depresión que lo absorbía.
Por aquellos días Zoro había hecho lo posible por mantenerlo animado, aunque él lo único que quisiera era estar sólo, insistía en tener el departamento llenó de gente, y no precisamente de gente tranquila, sino más bien de personas escandalosas que no parecían tener nada en común y con las que se la pasaba "peleando" todo el tiempo, pero aun cuando Law encontraba aquello irritante, también le daba cierta nostalgia. Reconocía aquellas peleas porque no siempre había sido hijo único, había vivido con sus padres biológicos y su hermana menor durante sus primeros años de infancia, hasta que murieron por una epidemia que azotó la ciudad donde vivía, matando a gran parte de la población."
—¡Oye! —la voz de su compañero le llegó desde la puerta, pero no giró a mirarlo, continuó con la atención fija en el espejo mientras anudaba su corbata—. ¿Has visto mi corbata azul?
—No —respondió secamente—, pero puedes usar una de las mías.
Zoro anduvo por la habitación revolviendo el armario hasta que encontró una corbata que ajustara con su atuendo, estaba tan ensimismado que no notó el tono apático del ojigris—. Te espero en el vestíbulo —anunció antes de salir.
El medico suspiró. No pudo evitar echar un vistazo de reojo antes de que saliera de su habitación y lo había visto cojear, había cosas de Zoro que no entendía, pero a esas alturas prefería hacerse de la vista gorda y fingir que nada pasaba y que nada sabía, no quería involucrarse más.
Hacía meses que sabía que su compañero de departamento tenía una relación sadomasoquista con alguien, y aunque no se había enterado de la mejor manera ya no había vuelta de hoja. Suspiró. Era increíble pensar que las cosas estuvieran de aquel modo, pero habían pasado tanto en aquellos años que no era difícil imaginar que las cosas pudieran estar así, pero no se sentía con derecho de decirle nada, después de todo la clandestinidad era, relativamente, normal en su comunidad.
*
Casi una década atrás...
La sensación de placer que lo llenaba resultaba casi imposible de describir, El pecoso estaba sobre él moviéndose rítmicamente de arriba abajo. Se veía sensual, completamente desnudo, cabalgándolo, con el cuerpo lleno de perlas de sudor, las mejillas sonrojadas y los ojos cerrados con fuerza mientras el placer lo hacía gemir de manera deliciosa. Law suspiró, estaba a punto de correrse. Tomó a su amante por la cintura y comenzó a arquear la espalda para profundizar aún más las estocadas, para llegar más adentro, y en una convulsión de placer se corrió emitiendo un ronco jadeo que resonó por la habitación mientras el muchacho sobre él convulsionaba en su propio éxtasis y le bañaba de su blanco néctar todo el pecho.
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Fugaz.
Fanfiction(YAOI) Algunos amores, cómo las estrellas fugaces, sólo resplandecen por un momento. [AcexLaw]