See You Again

Conociendo la verdad

La rosada se encontraba ondulando su pelo y posando sobre su piel el tan caro perfume que días atrás le habia regalado Maik.

No tarda mucho en salir de la habitación topando con los ojos atentos de Hazen. El nombrado se sonroja bruscamente y de igual manera aparta su mirada. Amy lo imita
-¿Vamos?-Firme sale de la habitación. Cierra la puerta y suspira.

De su mente no se borra la hermosa imagen de la rosada.
Viste un hermoso vestido rojo con toques morados pero que solo deja ver algo de su pierna. Sin transparencias. Sin escote. Ceñido a su cintura recalca su figula.

Hermosa.

Se retoca el labial y baja al segundo piso con cuidado de no resbalar con los tacones.

Sus miradas se vuelven a encontrar.

Suben al auto aun sonrojados. Ella en realidad no sabe porque lo esta, pero lo esta y eso es todo.

Entran en el club y todas las miradas se posan sobre ellos incomodando a Amy.

Un hombre se acerca a ellos y les pide amablemente que lo sigan.
Obedecen y llegan enfrente de una puerta de roble blanco, a su parecer carísima.

Oyen las risas de su interior y el señor abre las puertas con cuidado.

Entran en la sala decorada hasta el último milímetro y se acomodan en el sillón.

-Bienvenidos—Dice el dueño del local con una cálida sonrisa
-No esperaba verlos por aquí desde que paso eso—Su mirada desafiante se posa sobre Hazen, este lo imita
-Me apetecía venir—Seca y fría responde como la mujer poderosa que es.

-Dime, ¿El grupo ya se a unido otra vez?-Su pregunta retumba por la cabeza del erizo grisáceo y lo fulmina con la mirada a lo que su contrincante sonríe.
-No empiezes Lu-El nombrado hace una leve mueca y observa otra vez a Hazen.
Este sonríe y se acerca un poco a la rosada, esta por la cercanía se sonroja levemente a lo que Lu responde con un "Tsk", parece que los celos empiezan a hacerse presentes en el ambiente.

Hazen vuelve a sonreír, cosa que no es desapercibida por la rosada.

Se encontraban en una sala oscura. La pequeña bola rosada estaba cansada de tanto correr buscando a su " héroe".

Ahora estaba encerrada junto a el en una extraña sala.
Sin querer había caído en su pequeña trampa.

La puerta se abre dejando entrar una gran luz amarillenta a la sala.

Sale detrás de el y se posa delante haciendo que casi choquen.

Lo observa.
Lleva una extraña capucha que tapa su rostro, es alto y lleva un arco enganchado a su espalda.