Un trabajo fácil

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Acabo de ser transferida a este hospital mental como parte de mi preparación académica. Es mi segundo hospital y creo que estoy ante un retroceso profesional. Sé que estas líneas serán leídas por los directivos pero me parece que tengo la razón. La institución en la que estaba era más grande, casi el triple de ésta, con más pacientes y ubicada en una ciudad importante. Ahora, estoy en una pequeño hospital rural con apenas 10 pacientes. No puedo estar equivocada al hablar de retrocesos profesionales.

Mi llegada al lugar no fue del todo negativa. Los empleados son agradables y parece que también les agrado. Me han dado facilidades y me encuentro cómodo en las instalaciones. Era permanecer aquí mismo o tener que viajar 150 km diariamente al hostal más cercano. Mis ahora compañeros me han facilitado la decisión con su hospitalidad. Incluso me han presentado a los pacientes que he de tratar. 5 tienen autismo severo. Parece que no reaccionan ante los diversos estímulos y tratamientos que se le han aplicado. 2 padecen de esquizofrenia pero son muy tranquilos. 2 están de ingresados por intentar suicidarse y la última paciente padece de esquizofrenia grave con paranoia. El director del hospital está atendiendo prácticamente todos los casos excepto el del último paciente. Espera que yo me encargue ya que, según él, este caso será todo un reto para mí y me será de gran experiencia.

Las cosas son demasiado tranquilas en este lugar, con sólo un paciente a mi cargo creo que me aburriré demasiado pronto. Estando acostumbrado a un ritmo más exigente de trabajo, dada mi estancia en un Hospital mucho más grande.

Estuve revisando el expediente de la paciente con esquizofrenia. Es un caso típico. La paciente sufre alucinaciones y obsesión compulsiva. Su mente está muy dañada. Se le mantiene incomunicada y permanentemente inmovilizada ya que se lesiona a sí misma. Según el expediente, la paciente fue testigo, a temprana edad, del asesinato de su familia completa, incluyendo sus primas pequeñas. Todos los miembros de su familia fueron asesinados con saña. Les fueron extirpados los órganos estando vivos, cosa que a la policía le pareció demasiado atípico. No se sabe qué tipo de droga utilizaron los asesinos para que las víctimas pudieran resistir tanto al ser vaciadas desde adentro. Las víctimas fueron vestidas como muñecas y muñecos de una perturbadora colección. Los párpados fueron removidos e incluso secciones de las mejillas, para dar la impresión de estar sonrientes.

Vaya, la mente de los asesinos sí que debe estar enferma para hacer algo así. Es natural que una pequeña de seis años enloqueciera ante un panorama así. Toda su familia siendo destrozada y luego usada como trofeo por algún psicópata. Me temo que poco podré hacer por la paciente, pero lo intentaré de todos modos.

Hoy tuve sesión con mi único paciente. Me la llevaron a mi privado ya que considero que su celda no es un ambiente adecuado. Después de presentarme, traté de establecer un contacto visual con ella, no se me informó que a ella también le mutilaron los parpados y parte de las mejillas. Cuando la vi la primera vez su enmarañado cabello le cubría la cara y estaba en un rincón sentada y meciéndose sin parar. Este tipo de omisiones no deberían existir, sobre todo en pacientes con tales antecedentes. Pues bien, no fue nada agradable establecer contacto visual con un rostro desfigurado. A pesar de lo incómodo de la situación, la paciente estableció rápidamente un vínculo de confianza conmigo. Me dijo que yo le agrado porque soy "perfecta". Un comentario así, viniendo de una mente tan trastornada no puedo tomarlo como un cumplido sino como lo que es, un desesperado intento de su parte de establecer una relación más sólida con su médica. Ya han pasado 12 años desde el evento traumático donde le fue arrebatada su familia y su salud mental, sin embargo con la sesión de hoy tengo la esperanza de que recupere la sanidad.

Mise en abymeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora