Estamos avanzando

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La paciente está respondiendo positivamente y de una forma tan rápida que estamos asombrados. Incluyo al director del hospital y a los compañeros enfermeros. Todos están de acuerdo en que el comportamiento de mi paciente ha cambiado radicalmente desde que me presenté ante ella. Hoy, durante la sesión me habló de su pasado, de su infancia antes del crimen. Me habló que ella tenía varias muñecas "Barbie" y que las amaba mucho más que a su familia. Aparentemente a ella no le agradaba la idea de compartir sus juguetes, especialmente a sus Barbies con sus primas, de su misma edad. Un comportamiento de apego desmedido para alguien de 6 años no podría ser catalogado como un desorden, dada esa temprana edad. Sin embargo me llama la atención cómo su mirada cambia cuando recuerda a sus muñecas. Ella me contó que tenía una que era especial. Una que le fue traída de Europa por una tía suya. Era la más especial de todas sus muñecas, tenía vínculo especial con ella. La hizo su amiga imaginaria. Un clásico comportamiento de infante con problemas de socialización y de adaptación. Según relató la paciente, la muñeca le aconsejaba no dejar que la familia la tocara ya que le daba repulsión. El incidente (el asesinato de la familia de la paciente) sucedió un 30 de abril, día del niño. Durante una fiesta celebrada en casa de las primas. Como supuse, al cuestionar a la paciente sobre los atacantes, su comportamiento cambió mucho, se volvió retraída, los avances notables que tuvo durante un par de días parecieron desvanecerse. Mañana intentaré de nuevo, por hoy ha sido suficiente.  

Mise en abymeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora