Feel Again

Capítulo I: La Fiesta y la Chica

DRAKE

Era sábado por la mañana, me encontraba con mis amigos, Ronnie y Frank, habían sido invitados a la fiesta de Trish West, la chica más popular de la escuela, era el amor platónico de todos, incluyéndome a mi cuando era más pequeño, pero desde que deje de creer en el amor, ni la miro.

Ronnie me meneaba de lado a lado, insistiéndome en ir a la fiesta, a lo que le decía no, luego se le incorporó Frank, estuvieron por lo menos media hora así, hasta que accedí.

Se quedaron hasta tarde conmigo, me obligaron a usar una camiseta ajustada, que resaltaba mis Bíceps, me molestaba mostrar mucho, y me prestaron los lentes de contacto, y unos jeans negros, luego para disimular me coloqué una sudadera ''skater'', ancha y larga.

***

Ronnie toca la puerta. A lo que salé la belleza de Trish.

—Hola— saludó ella.

—Holas— respondieron Ronnie y Frankie al unisono —traemos un nuevo acompañante.

—Ojalá no haga cosas de nerd— bromeó Trish

Me puse de nervios —No haré nada de eso, me vengo a divertir— respondí tímido

Sonrió y nos dejó entrar, el lugar estaba lleno de gente popular y exótica, habían mujeres y hombres desnudos y algunos con ropa interior solamente, me sorprendí realmente.

—Ya te acostumbraras a ver esto— me dijo Ronnie, se acercó a una chica y se fueron juntos a quién sabe dónde.

Empecé a buscar a Frank, la casa era gigantemente grande, luego de un buen rato buscándolo, lo encontré besándose con dos chicas y un hombre, no hombres con mujeres, si no todos con todos, además estaba tan sano y sobrio como cuando llegamos, por fin conocía la sexualidad de mi amigo, si es así, o solamente un capricho de adolescente, ''hetero curioso'' como le llaman ahora. Me aparté del lugar y fui en busca de algo para beber.

Dirigí mi mirada a una linda chica sentada en el sofá de la casa, rubia, de ojos marrones, pero un marrón especial, la comisura de sus labios era perfecta, ella era perfecta. Se notaba incómoda, había una pareja, el hombre no tenía polera y la mujer no tenía sujetador, y se besaban tan apasionadamente, como si fueran a tener sexo ahí mismo. Estuve un buen rato pensando en si hablarle y sacarla de ahí, por lo menos unos 10 minutos. Me estaba acercando a ella, cuando de repente aparece Trish de la nada.

—Adriana, vamos a otro lugar— Trish le sujeta la mano y se la lleva.

Listo, mi oportunidad de conocer a una chica linda se fue.

Encontré un vaso, lo que había dentro no sé lo que era, pero moría de sed, me lo tomé rápido. Tuve que ir corriendo hacia el baño, intenté abrir la puerta, pero estaba cerrada, se escuchaba a una mujer gimiendo, golpeé la puerta tantas veces como pude, hasta que salió la pareja del sofá. Entré rápidamente al baño y vomité, era ron, ron puro, moría del asco. Terminé de vomitar, me lavé la boca, y salí en busca de Ronnie y Frank, localicé a Frank y le dije que me iría, y que el diría a Ronnie de mi ida.

Salí de la casa y me dirigí hacia mi casa, una chica iba delante de mi, se tropezó y me apresuré a levantarla.

—¿Estás bien?— pregunté a la chica.

—Sí, no te preocupes— la ayudé a levantarse.

Era la chica del sofá, recordé su nombre por casualidad.

—¿Adriana, verdad?

—Sí, ¿y tú?

—Drake— reí.

—Que lindo nombre— dijo ella.

—¿Dónde vives?— eso sonó sicópata, seguramente no me lo dice.

—Dos cuadras hacía adelante.

—Pues te acompaño, yo vivo unas 8 cuadras más allá, pero por acompañarte no pasa nada, ¿verdad?

—Gracias— se sonrojó.

Caminamos y no hablamos nada hasta llegar a su casa

—Hey, Adriana, podrías darme tu número de teléfono, me gustaría mantener el contacto— reí.

—Claro— anotó su número en mi teléfono.

—Y, ¿a qué escuela vas?

—The Valory School.

—¿Vas en la misma escuela que yo? Vaya, que casualidad de nunca haberte visto.

—Me cambié hace 1 semana, para estar con mi prima.

—¿Prima?¿Quién es esa chica?

—Trish West, de seguro que la conoces.

—Pues obvio, no hay nadie que no la conozca y no la ame, incluyendo a los nerds y los chicos rudos.

—¿Y tú la amas?— miró al suelo

—En realidad dejé de creer en el amor hace unos 2 años.

Creo que no quiso preguntarme el por qué de eso.

—Bueno, adiós, cuídate Drake— se despidió.

—Bye Bye, Adri.

Creo que se sonrojó luego de decir eso. Suponía que era igual a Trish, era una de esas chicas sexy que son populares y tienen el control de todas las chicas inpopulares, pero había algo de ella que me atraía, quizás, ¿me enamoré?

Llegue a mi casa luego de una larga caminata y fui directo a mi habitación, me recosté y la imagen de la chica no salía de mi cabeza, me juré a mi mismo nunca enamorarme, pero ahora, esta chica, que recién la conocía, aunque no mucho, me tenía vuelto loco, lo único que tenía que hacer era esperar el otro día y olvidarla por completo.