La neko y el vampiro(Ayato y tu)[~Editando~]

✨Prólogo✨

Mi nombre es Nekomiya Tn y soy una neko. Hoy, después de mucho tiempo, veré a mis padres. He vivido sola durante un año, debido a que quería mi propio espacio. Hace unos días había planeado visitar a mis papás, pero no había podido ir por la escuela y el trabajo de medio tiempo. Por ello decidí ir hoy, después de la escuela. A la que justamente…voy tarde.

Tomé mi mochila, guardando todos los cuadernos con las tareas ya hechas. Llevé también un muffin y salí corriendo de mi casa. Para mi buena suerte, la escuela no está muy lejos de mi hogar. A unos 15 minutos caminando quizá.

Había olvidado poner la alarma. Gracias a eso ahora voy tarde. Normalmente, soy muy puntual en las salidas y así. En la escuela…casi siempre llego tarde. Los profesores dicen que no tengo remedio, aunque de todas formas me dejan pasar a la clase; ya que soy una de las mejores estudiantes.

(…)

Tardé unos 7 u 8 minutos en llegar a la escuela, corriendo. Cuando por fin llegué, me apresuré en cambiar mis zapatos. Para mi suerte llegué bastante justa de tiempo. Una vez que me dispuse a correr hacia el pasillo, ví a mi mejor amiga, Kurosawa Rin; quien iba caminando hacia nuestra aula aparentemente. Me apresuré en ir hacia ella y la abracé por la espalda, haciendo que se sobresaltara.

—¡Buenos días Rin! –Le dije con una enorme sonrisa, ella al darse cuenta de que era yo rió.

—Me asustaste Tn, buenos días. —Ella dió un pequeño golpe en mi cabeza, supongo por haberla asustado.— Te he extrañado, ¡Faltaste una semana entera! –Rin me abrazó muy fuerte, tanto que podría asfixiarme.

—R-Rin...m-me estas asfixiando… –Me miró y se dió cuenta de que usó más fuerza de la que debia.

—Ah, perdón. –Dijo ella riendo para después soltarme.

—Uf…por un momento pensé que moriría asfixiada. –Le dije a modo de broma, ella se echó a reír.

—Qué exagerada. –Sonrió luego de decir esto y me dió una pequeña palmada en la espalda.

—Ya es hora de ir a clase, ¿Vamos? –Ella asintió y rodeó mi cuello con su brazo.

—¡Claro! ¡Vamos! –Ambas nos dirigimos al aula, hablando de cualquier cosa.

Cuando llegamos a nuestro salón, el profesor aún no había llegado. Aprovechamos para sentarnos cada quien en su lugar. Las clases se acabaron muy rápido, a decir verdad a medio día. Me despedí de Rin rápidamente, pues tenía que ir a casa de mis padres. Ella lo entendió, por lo que dijo que después me llamaba. Luego de eso, caminé en dirección a la casa de mis padres.

(...)

Lo bueno es que la casa de mis padres queda cerca. ¿Quizá unos 10 minutos en tren? En fin, el punto es que está cerca de la escuela. Aún así, me apresuré, ya que había quedado con ellos a las 13:00. Si hay algo que no les gusta, es mi impuntualidad. La verdad…prefiero no molestarlos, ya que hacen mucho por mí.

Cuando llegué a la casa, me quedé un momento mirando la gran puerta de entrada. Hace más de un mes que no iba, por lo que sonreí un poco al ver mi viejo hogar. Mis padres me habían pagado una casa, luego de decirles que quería mi propio espacio. Solo les permití darme la casa, debido a que ya la habían pagado. Aún así, ellos me mandan dinero mensualmente para gastos de comida, escuela y pase del tren. Mentiría si digo que no extraño a mis padres; pero la verdad es que ya me hacía falta tener mi espacio e "independencia". Aunque no creo que pueda llamarse así.

Toqué el timbre y esperé unos dos minutos hasta que la puerta se abrió. La sirvienta que abrió me reconoció de inmediato. Con una sonrisa, hice una pequeña reverencia y la saludé. Ella hizo lo mismo y me dejó pasar.