Para: María Torres
De: Tu Santa Secreto ✨Se estaba acercando la gran fecha que todos los niños esperaban alegres, el viejo panzón estaría dejando regalos bajo el árbol a todos los niños que se hayan portado bien y la alegría se podía observar evidentemente entre la sociedad nipona.
— Navidad, navidad—tarareaba un entusiasmado pecoso, caminando al lado de un rubio que, en ese instante, disimuladamente acariciaba la mano del otro contra sus dedos trazando las arrugas de los nudillos y tanteando la palma de vez en cuando, estaba cálida, como siempre—, regalos y felicidad...
Los dos estudiantes de tercer año de la preparatoria Karasuno salían de su usual entrenamiento, uno más feliz que otro y el otro más irritado que uno, lo usual.
— La práctica estuvo divertida— comentó el castaño—, desde que los de segun-, perdón, tercero salieron ya no es lo mismo pero... yo pienso que los de primero se están esforzando mucho, y los de segundo también, me hacen acordar sobre esos tiempos, ¿no, Tsuki?—recibió silencio de respuesta pero él sabía que era como una afirmación— Hinata y Kageyama no paraban de pelear y de competir, aunque si lo piensas bien, ¡aún pelean y compiten por todo! Pero ahora son mucho más responsables y serios, en especial Kageyama, ahora que ya no es un idiota del volei a todas las chicas parece gustar de él.
— Yamaguchi.
— Incluso las de primero hicieron una lista de los chicos más lindos y ¡adivina, Tsuki! Tú eras el primero, obviamente.
— Yamaguchi—lo llamó en tono más alto.
— Porque Tsuki es muy lindo, el más lindo de todos. Pero había un grupo que decía que Kageyama era incluso más lindo, si tan sólo supieran lo de Hinata...
— ¡Yamaguchi!
— Pero también estaba yo en esa lista, era el número 12, curioso, ¿no, Tsuki? Creo que es el destino después de todo, ¿quiénes somos nosotros para afrontarlo?
— ¡Ta-da-shi!—silabeo, obteniendo de una vez la atención de su novio.
— ¿Tsuki, quieres decir algo?—lo miró.
El mencionado alzó una ceja para abrir la boca, pero se arrepintió y la cerró, no iba a ser tan cruel con él, con él no, simplemente no podía.
Los dos adolescentes seguían caminando en silencio, rozándose los codos de vez en cuando. El rubio recordó lo que le estaba molestando hace unos días y le dijo al castaño:
— No te voy a preguntar de nuevo, así que escúcha bien.
— ¿Mm?
— ¿Qué quieres de regalo?
— ¡Pero Tsuki, se supone que el regalo es secreto!
— Tsk.
— Tranquilo, Tsuki, yo sé que encontrarás el regalo perfecto, no hagas pucheros tan rápido— dijo divertido.
— No estoy haciendo pucheros— miraba a un lado para disimular, frunciendo su seño—. Cállate, Yamaguchi.
— Lo siento, Tsuki.
Siguieron caminando hasta que cada uno tuvo que separarse para ir a sus casas, ellos querían quedarse juntos pero el día de mañana tendrían escuela y lo que ellos probablemente harían duraría toda la noche y pues no se podía.
Ahora que estaban en tercero y se habían convertido en senpais debían dar el ejemplo a los más menores aunque no quisieran.
— Nos vemos mañana, Tsuki— se dispidió con una bella sonrisa. El rubio sólo hizo una sonrisa diminuta y dio vuelta para ir a su propia casa.
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¡Una Navidad con TsukiYama!
Fanfiction¡Momentos navideños con la pareja más tierna de Haikyuu! Es un regalo de la actividad del Santa Secreto TsukiYama, me tocó a María Torres, si lees esto, espero que te guste tanto como yo al escribirlo, me disculpo si hay errores u horrores en alguna...