❀ he's adorable ❀

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Luego de que la señora de la casa se fuera, se habían tomado un corto tiempo para comer un postre rápidamente. BaekHyun intentaba no tener contacto visual con su amigo mientras comía, le daba demasiada vergüenza y mucho menos quería hablar. Bueno, más bien no podía hablar, pero sí quería. Odiaba ser tan, tan tímido. 
Por el otro lado, ChanYeol de a ratos lo miraba en silencio, le parecía demasiado adorable comiendo. Es que no entendía, ¡siempre estaba adorable!
Llegó un momento en que Park dejó caer su cuchara por andar de distraído, así que se agachó a por ella; miró debajo del mantel y se dio cuenta de que los pies de su compañero no tocaban el suelo siquiera.
—¿Por qué eres tan chiquito? —Cuestionó Yeol, rompiendo el hielo.
BaekHyun tan sólo se encogió de hombros, sonriendo un poquito.
—No-oh, son las sillas... son muy altas.

Una vez que finalizaron, Byun los guió hasta su cuarto para comenzar con su proyecto. El cuarto de éste, era muy iluminado, de colores cálidos y muy bien decorado, con algunos peluches por aquí y por allá, y dibujos pegados en las paredes.
Ambos coloraron sus materiales por toda la cama y empezaron con su labor. ChanYeol le pidió a Baek que si podía colocar música para trabajar mejor, pero él tenía vergüenza de que supiera sus gustos musicales; así que mejor ChanYeol colocó su música, que BaekHyun pensó que era rock alternativo.

En fin, ambos trabajaron en silencio; pero Park a veces comentaba algunas cosas, queriendo que el más bajito le siguiera la plática, cosa que no sucedía.
BaekHyun estaba por terminar su parte, cuando estiró su mano para tomar un rotulador azul, topándose así con ChanYeol, que también quería ése. Sus manos se tocaron, y no las despegaron, tan sólo se quedaron mirando fijamente por varios segundos.
—P-Perdón, tómalo... —El mayor de edad fue el primero en ceder, se dio vuelta con las manos en su rostro porque estaba muy ruborizado.
—Bae... Baek, ¿qué tienes? —ChanYeol se acercó preocupado al pequeño, poniéndose a su altura; le retiró las manos con delicadeza, pudiendo ver al fin su rostro y esos ojitos de cachorro que brillaban cristalizados— ¿Por qué lloras?

BaekHyun volvió a agachar la vista y negó repetidas veces, comenzando a sollozar calladamente. Lloraba sólo de la vergüenza que sentía al haberse tocado las manos, naturalmente estaría exagerando, pero como estaba con ChanYeol, no. El menor (de edad) no sabía qué hacer exactamente, quería abrazarlo mucho, pero debía respetar su espacio personal.
—BaekHyunee... No llores, bonito. —Lo llamó el más alto, acariciando su cabello.
Pero el bajito no tardó en dejar que la pena lo consumiera; por lo cual tuvo la intención de huir de ahí, pero ChanYeol lo detuvo con éxito. No dijo nada, y de una vez por todas rodeó su frágil cuerpo con sus brazos, regalándole un sincero y cálido abrazo.
BaekHyun no dudó y correspondió, ocultando su rostro en el cuello de su compañero gigante.

—Hey, mírame. Baek, mírame. —Park posó su mano en el mentón del pequeño, elevando su vista con lentitud.
—Yo... Yo, lo siento. —BaekHyun se dejó hacer por el contrario, pero había comenzado a temblar, jamás se hubiese imaginado estar así de cerca.
ChanYeol sonrió con ternura y limpió sus lágrimas con su dedo pulgar. Baek se sintió todavía más raro, pero no se apartó y por primera vez en 10 años, volvió a sonreír con esa dulzura que le caracterizaba; provocando que en el interior del más alto mil y un galaxias nacieran.

Luego de lo sucedido, terminaron su trabajo; les había quedado bastante bien. Ordenaron todo y BaekHyun le avisó a ChanYeol que se ducharía rápidamente. Éste último se quedó solo en su habitación y aprovechó para curiosear un rato. Observó las cortinas en la gran ventana frente a un escritorio, donde estaba la computadora de BaekHyun, no se había dado cuenta de que eran rosas con un patrón de estrellas, tampoco se había dado cuenta de que tenía unos Converse lilas con glitter, y tampoco se dio cuenta de que había un dibujo de él, pegado detrás de la puerta. Lejos de parecerle raro todo ello, ChanYeol sólo rió un poco, sacando algunas conclusiones apresuradas.
BaekHyun apareció como por arte de magia frente a la puerta de su habitación y se movió ágil donde ChanYeol, quien sostenía una de sus alpacas de peluche para arrebatársela, acción de la cual Park se sorprendió.

—A Algodoncito no le gusta que otros lo toquen.
—Ya veo..., es tímido, como tú. —ChanYeol rió con levedad, a lo que Byun escondió su ruborizado rostro entre el suave pelaje de su peluche.

El más pequeño se dirigió al estante de donde su compañero había tomado su peluche e intentó colocarlo en su lugar, pero no alcanzaba. El ajeno, de inmediato se puso de pie y se lo quitó amablemente para hacerlo por él.
—¿Cómo lo pusiste ahí antes si no alcanzas?
—Con un banquito. Debo usarlo para muchas cosas.
ChanYeol se sintió feliz y enternecido por tanta ternura; al fin le estaba siguiendo la conversación.
—Eres demasiado adorable, ¿lo sabías?
BaekHyun negó con la cabeza varias veces, haciendo un puchero. ChanYeol sonrió y asintió tantas veces hasta que los dos terminaron riéndose.

Después de unos minutos, bobearon un poco. ChanYeol sonreía a más no poder, no porque le diera risa los chiste que decía para que su pequeño amigo riera; lo que verdaderamente le hacía sonreír era ver a BaekHyun feliz.

shy & talktive ✦ chanbaekWhere stories live. Discover now