shy & talktive ✦ chanbaek

❤ new friend ! ❤

Luego de haber pasado un buen rato, ChanYeol revisó la hora, ya eran las 7:30 de la tarde y hace tan sólo 2 horas habían terminado el trabajo.
El alto avisó a BaekHyun que ya tenía que irse. Baek que se encontraba lavando los platos sucios usando aquel banquito que había mencionado, y Park, al verlo, murió un poco de ternura.
El mayor de edad se apresuró para acompañarlo a la puerta, y cuando estuvieron allí, se atrevió a hablarle primero:
—Uhm... Chan... ChanYeol.
—Dime, BaekHyunee.
—Yo... —El más pequeño miró hacia abajo al tiempo que jugaba con sus dedos, pero pronto una mano mucho más grande que la suya le hizo ver directamente a los ojos de un ángel. Tomó aire para proseguir— ¿Tú y-y yo... somos amigos?
ChanYeol rió con levedad para no hacer sentir mal al contrario. En verdad que era una ternura.
—Somos amigos. —Afirmó lleno de confianza y verdad— En realidad, ya éramos. Éramos amigos que todavía no se conocían.
Byun rió por la frase absurda, pero se sentía bien al saberlo.
Antes de que ChanYeol saliera por la puerta, se lanzó a abrazarlo con todas sus fuerzas. ChanYeol, sin dudarlo, se puso a su altura e igualmente lo abrazó procurando no apachurrarlo de más. Al paso de varios segundos se separó un poco para admirar el fino rostro del pequeño chico, quien le mostraba una suave y luminosa sonrisa.

—Mejor no te vayas. —Decía BaekHyun mientras halaba de la mano a su gigante compañero dentro de su casa.
Hace 30 minutos que estaban así, ChanYeol en verdad debía irse, pero el que Baek quisiera que se quedara le podía más.
—Pero, Baek, mis abuelos han de estar preocupados...
—Bueno, entonces... ¿yo voy contigo?

ChanYeol no dijo nada, pero le sonrió. Entonces el de cabello negro como la noche que estaba ahí fuera, tomó su móvil y le llamó a su madre; cuando le contestó, le pidió permiso para dormir en casa de ChanYeol. Su madre, del otro lado de la línea, se había quedado inmovilizada y con una gran sonrisa. No podía creer que su hijo al fin iba a salir con amigos, por lo que de inmediato le cedió el pase.
Y así fue, BaekHyun tomó una mochila vieja y empacó algunas cosillas, entre ellas dulces y su pijama y su confiable conejito de peluche.

Ambos caminaban por las calles apenas iluminadas hasta el parabús más cercano mientras hablaban un poco. Definitivamente el bajito se sentía lleno de serenidad al estar con ChanYeol y sentía esa libertad de hablar sin pena, o no tanta como antes.
Cuando al fin tomaron un bus, venía un poco lleno de gente por lo que tuvieron que ir de pie. ChanYeol casi tocaba el techo, mientras BaekHyun intentaba sostenerse de algo y no caer, no alcanzaba a los tubos, y no había asientos en el espacio donde estaba, quiso sostenerse del brazo del gigante, pero tampoco lo alcanzaba, así que se abrazó a su cuerpo sin pudor; ChanYeol le acarició el cabello por un momento, sonriéndole. Mientras se iban recorriendo para atrás, una anciana les habló:
—Qué bonito niño, ¿es tu hijo? —Le preguntó a ChanYeol.
Éste de inmediato se rió y BaekHyun se ruborizó, ¿en verdad se notaba tanto?

Al pasar 30 minutos, llegaron a la casa donde Park vivía; entraron y el menor de edad saludó a sus abuelos y enseguida les presentó a su pequeño amigo.
—Abuelos, él es BaekHyun.
—Ah, ¿va a la escuela contigo? —Preguntó su abuelo.
—Pues sí, les dije que iba a hacer tarea con él. —ChanYeol rió.
—Es que está muy chiquito.
BaekHyun hizo un tenue puchero, ¿cuánto más, mundo?

Subieron a la habitación de Yeol, BaekHyun imaginaba que estaría llena de cosas en el suelo, y todo sucio, pero no. Estaba más que ordenada, su cama muy bien hecha tenía una sábana azul marino, en las paredes habían pósters pegados de películas y de alguna que otra banda y notó dos guitarras colgadas, una acústica y una eléctrica.
El alto le dio un pequeño tour por el cuarto, enseñándole una colección de caracoles marinos. BaekHyun quedó fascinado, le gustaban mucho los caracoles.
En un rato bajaron a cenar, aunque sus abuelos ya estaban por irse a descansar. ChanYeol invitó a su amigo a que tomara asiento en la mesa mientras él prepararía algo rápido para comer.
Mientras cocinaba, Yeol pensaba en cómo BaekHyun se estaba desenvolviendo poco a poco, eso lo ponía feliz... Esperaba que pronto hiciera más amigos.
Finalizó y sirvió las pociones correspondientes en dos platos y los llevó al comedor, donde Byun esperaba pacientemente.
—¡Ramen! —Dijo BaekHyun emocionado, a lo que el otro sonrió — Me... Me encanta el ramen.
—Y a mí me encantan tus ojos. —Comentó el mas alto perdido en la nada.