Hija del Hellchertes.

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AUŠRA.

Estaba furiosa. No. Estaba más que furiosa, ella se encontraba histérica y con ganas de arrancarle las bolas a Adirael. Empujó la puerta doble de la habitación del cara de palo del amo y señor del Hellchertes, sus ojos vieron un par de nalgas torneadas en toda su gloria, le iba a fastidiar la follada del día.

- TU MALDITO BASTARDO DE MIERDA. -Movió su mano derecha para mandarlo a volar, la joven africana se tapa el cuerpo desnudo- vete de aquí Liliya cherif.

Adirael impacto sobre la mesa, lo escucho gruñir como un animal. Bien. Por que ella estaba lista para patearle las bolas. Se quedó impertérrita al verlo de pie y desnudo, él siempre había tenido un exquisito cuerpo que toda mujer desearía que la hiciera suya. Y ella lo había vivido. Le hizo señas a la africana para que saliera, la joven cherif salía de ahí corriendo.

- Tengo limites, Adirael. -Lo fulmino con la mirada- Como te atreves a restringirme moverme por el Hellchertes...

- Tu pago por obligarme a buscar consorte y hacer trampa.

La irá bullia dentro de ella, no era trampa, le estaba haciendo un favor a que trabajará ese corazón negro.

- ¡Te estoy haciendo un favor! -El cabello de ella comenzó arder como una llama, ondeaba y lo mismo hacia el cabello de Adirael- tienes que buscar a tu mujer...

- ¿Esperas que te elija? -Adirael se estaba burlando de ella- sigue esperando, querida.

Le vio tronar los dedos para hacer aparecer ropa sobre él, el traje de tres piezas le quedaba a la perfección. Maldito fuera por su belleza. Camino hacia él, le vio tensar cada músculo mientras ella estiraba la mano para quitarle un poco de sangre de la comisuras de la boca.

- Algo me dice que estas enojado conmigo y no es por la apuesta.

Adirael quitó su mano de ella con búsquedad. Eso le dolió, ¿Cómo podía quererlo y odiarlo al mismo tiempo? La locura tenía que ver mucho en ella.

- ¿Sabias que tengo una Hija?

Alzó una ceja y soltó una carcajada, ¿Una Hija? Esa mujer debía tener muchas agallas para engendrar tal abominación.

- ¿Una hija? -Preguntó aun riendo- ¿Porque debería saberlo yo?

- Por que el oráculo acaba de decírmelo y en ese tema tu tienes mucho que ver. -Adirael se alejaba para servirse un copa de vino-

- ¿Orix? Esa vieja bruja... Esta más loca que yo. -Despecho la idea, pero sentía que ya sabía eso...- si tienes una hija me sorprende que la madre no haya venido hacerte un escándalo... no te veo cuidando un bebé.

Adirael esbozaba una sonrisa mordaz que le hizo dejar de burlarse.

- No estaría tan enojado por haberme pérdido unos de los meses de mi hija. -Adirael la miraba con mucho odio- Me he perdido más de un Milenio de su vida, eones de ella.

- ¿Y qué culpa tengo yo? No ando cuidandote con que putas te metes y en donde metes tu pene.

- Anjum.... -Gruñia adirael-

- Aušra, ese es mi nombre aquí.

- Tu... -Adirael aparecía frente a ella y la ahorcaba con la mano izquierda- Quiero saber si Kai es hija de la perra de bataista o de ti.

Kai....
Oh.... La hija de bataista. Se había olvidado de ella.

- Esto... -Empujó para que dejará de estar estrangularla, el cedió y ella tomó aire- Sonará estúpido esto, pero crei que lo sabias. Me fuiste infiel con ella.

1.EL DEMONIO Y LA INOCENCIA. 2.DULCE MAL. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora