01

8 1 0
                                    

La agonía comenzaba a invadir cada célula, cada centímetro de mi cuerpo emanando un nudo en mi garganta, dolía, claro que lo hacía, odiaba llorar pero era la única manera que sentía que podía liberarme de mis demonios, me reconfortaba un poco pero servía.

Cuando menos lo pensé mis mejillas estaban empapadas de lágrimas, el llanto era silencioso y nublaban mi vista pero eso no impedía que lo apartará de aquel paisaje tan maravilloso como lo era una noche junto con sus estrellas y la luna a todo su esplendor, más brillantes que nunca.

Mis rodillas temblaban como si en algún momento fueran a quebrarse hasta quedar en cenizas, los espasmos que liberaba mi cuerpo eran inevitables, cerré mis ojos con fuerza y encendí el último cigarro que me quedaba, di una profunda calada sintiendo que aquel dolor en el pecho comenzará a disminuir hasta no sentir nada.

Tantos problemas y tan pocas soluciones. Problema tras problema. No lograba salir de uno cuando uno nuevo tocaba la puerta de mi casa, desesperada jale mi cabello y me recosté en la sucia azotea sin dejar de mirar el cielo nocturno, comencé a cerrar mis ojos con lentitud dejándome llevar por los brazos de Morfeo, y todo se volvió oscuridad.

Una cálida mano se encajaba a la perfección de mi mejilla y pude sentir como con su dedo daba ligeras acaricias en pequeños círculos, se sentía jodidamente bien, al abrir mis ojos todo era un tanto borroso pero lograba ver la silueta de aquel hombre que yacía justo enfrente de mí, alto, fornido y con una hermosa sonrisa.

La habitación en la que nos encontrábamos estaba completamente a oscuras y lo único que nos daba un poco de luz era la hermosa y grande luna que se asomaba por la ventana de la hermosa habitación, en ese instante supe que no estábamos en mi apartamento, pero me importo poco ya que solo mi mente y cuerpo estaba enfocada en él.

Sus ojos eran maravillosos por lo poco que podía divisar, de un color miel en la que cualquiera podría quedar hipnotizada ante aquellos orbes que hasta parecían sacados de alguna novela de fantasía, su brazo rodo mi cintura acercándome con lentitud hacia él, por inercia coloque mi cabeza en su hombro y pude oler esa colonia tan varonil que no me importaría quedarme toda una eternidad así.

Sus caricias comenzaron a perder mi poca cordura sintiendo que en cualquier momento podría caer a sus pies, su mano se colocó en mi mentón y elevo mi rostro haciendo que nuestros rostros comenzaran a acercarse, en mi mente solo pasaba en lo que sabrían esos hermosos labios y en lo que me harían sentir, cuando menos le pensé nuestros labios se fundieron en uno solo, en un beso que jamás quisiera finalizar.

Mi estómago sintió aquellas mariposas revoloteando dentro de mí con emoción, pude por un momento pensar que fuegos artificiales se exhibían a nuestro alrededor, pude sentir la magia que toda madre le contaba a su pequeña hija al descubrir a su príncipe azul, me avergoncé un poco ante aquellos pensamientos pero no me importaba, al despegarnos una vez más acaricio mi mejilla y se acercó a mi cuello, respiro profundamente oliendo mi esencia y murmuro:

— Si pudiera escoger mi vida otra vez, la viviría contigo. No tengas la menor duda de ello, mi Bella... — Pronuncio con su voz grave provocando que mi piel se erizara.

Un sueño, un maldito sueño. Él frío provocó que despertará con pesadez ya que deje de sentir mis extremidades y si mi celular no mentía eran tan solo las 3:00 de la madrugada, estire mi cuerpo sintiendo una satisfacción al como tronaban cada uno de mis huesos.

Arrastre mi cuerpo hasta el pequeño y viejo apartamento, abrí la puerta con lentitud y con toda la precaución del mundo para no hacer el mínimo ruido posible, pero entre más lento la abría más ruido emanaba.

Al estar adentro di pasos sigilosos hasta el cuarto y al mismo tiempo me iba desasiendo de las prendas que vestía, tal vez en la mañana si amanecía con ganas las juntaba.

Al abrir la puerta del cuarto observe como Olivia dormía con tranquilidad, por un momento la envidiaba, realmente lo hacía, ella no tenía problemas como los que yo cargo día con día, su única preocupación era si llevaría comida en el transcurso del día.

Me acosté a su lado y cerré nuevamente mis ojos tratando de conciliar el sueño y por algún milagro volver a soñar con aquel hombre, pero por más que trate fue en vano, suspire con pesadez y observe el techo como si fuera lo más interesante en el mundo.

El dinero comenzaba a faltar y tenía que pensar en otra forma de conseguir dinero urgentemente, ya me había cansado de estar pidiéndole "favores" a Chester, solo tal vez mañana sería el último que le pidiera.

Mire por última vez a Olivia y observe cada detalle de su rostro, como su cabello lucia perfecto y su rostro sin imperfecciones, sin ninguna bolsa debajo de sus ojos y sin ninguna pena que cargar, claro que a comparación conmigo soy un total desastre.

— Todo lo que hago, lo hago por ti.... — Murmure finalmente quedando dormida con la esperanza de volver a ver esa hermosa sonrisa.


// ♥ Espero y sea de su total agrado, la historia tiene muuuucha drama, en mi punto de vista amo el camino que está tomando Without You, conforme vaya subiendo los capítulos lo entenderán lol, no olviden votar y dejar sus comentarios ♥ //

Without You.Where stories live. Discover now