Solo Una Mirada (Bechloe)

Eres Increible Pero Cruel

Los días seguían pasando y aún se podía sentir la tensión entre las dos chicas.

En las mañanas tanto como en algunas tardes se miraban en la cocina y el silencio es tan incomodo que una de ellas siempre tiene que salir de ahí para terminar con todo eso.

Un sábado por la tarde, Beca tenía el día libre y conociendo como es, ella planeaba quedarse a hacer sus mezclas todo el día.

Beca decidió salir de su habitación e ir a la sala, solo para salir de su "cueva" como le dicen sus padres.

Stacie planeaba salir con Aubrey, Chloe estaría ocupada con su familia así que esta vez solo saldría con ella. Ya no las invitaba tan seguido o más bien ya no las invitaba; ella siempre procuraba ir a dónde ellas viven, la razón es más que clara, no quiere que Beca les diga algo que llegue a lastimar. Sabe que todas son muy maduras como para creer o hacerle caso pero también es consciente de que Beca es demasiado testaruda y todo lo que dice es por un pasado muy malo (Mala relación con sus padres).

Mira a Beca sentada en el sillón con su computadora en las piernas muy concentrada en lo que hace.

-Beca- no recibió respuesta de su parte.

En cambio su compañera de apartamento podía sentir su mirada, pero como siempre no le tomaba importancia.

-¡Beca!- esta vez Stacie se acercó a ella y pasó su mano frente a ella. Con éxito logró captar la atención de Beca. -Sé que la tensión entre nosotras no es buena, y también que no quieres estar aquí. Pero aquí estas y necesito pedirte que por favor asees un poco el apartamento, yo lo hice antier así que es mejor que nos turnemos. Por favor.- Beca le puso atención a cada palabra que le dijo Stacie, sin embargo Stacie solo esperaba el momento en el que Beca le entrará el demonio y la sacará por la ventana.

-De acuerdo- asintió con la cabeza y siguió con lo suyo.

La chica alta con todo el miedo del mundo de que en algún momento ella la ataque, sin dejar de ver a su compañera se fue a la puerta.

Sale y con un gran suspiro se va a lo que era encontrarse con su amiga .

Beca por otra parte se quitó los auriculares viendo al techo deja salir un suspiro. Deja su computadora en la mesa que tiene enfrente, se levanta y va directo a la puerta dónde dentro de esta se encuentran todos los artículos de limpieza.

Es mejor comenzar antes para terminar antes y poder seguir con lo que estaba haciendo.

Con la escoba en su mano derecha se puso a pensar en que el asunto estaba muy aburrido y se le ocurrió poner alguna de sus mezclas, para por lo menos el ambiente no estuviera en silencio y así tuviera un poco de ánimo para limpiar la casa.

Beca sabe que no se activa a limpiar sin música sonando.

Colocó la computadora en la barra de la cocina, subiendo el volumen y comenzó a barrer la sala, moviendo su cuerpo al ritmo de la música.

De esas veces en la que la música te controla y no tienes otra opción que dejarte llevar por ella.

Lo que Beca no sabía es que estaba siendo observada por cierta pelirroja que estaba tan asombrada por lo que estaban presenciando sus ojos. Jamás sé imaginó a Beca de esa manera, pues su actitud de chica mala y cruel dejaba muy en claro que nunca en su vida la vería así, tal vez en algún mundo invertido pero nunca en ese.

Chloe debía admitir que la música que se estaba reproduciendo era genial y no pudo evitar mover algún músculo de su cuerpo. Pero por más genial que esté la música no podía dejar de ver la chica bailando, saltando y cantando a todo pulmón.

Era lo más lindo que había visto en ese día, a pesar de tener un día no muy lindo con su familia y seguir mostrando su hermosa sonrisa era lo mejor que le había pasado en el día.

Mientras Chloe seguía observando a Beca y perdida en sus pensamientos; una media vuelta de parte de Beca y logró divisar a una pelirroja parada en medio de la cocina, con un susto enorme aferrándose a la escoba, mira a la chica y ve que no hace nada.

-¡¿Qué haces aquí?!- gritando por lo fuerte que tenía la música. Como no recibe respuesta se dirige a dónde está ella y pausa la música.

Chloe seguía perdida en sus pensamientos.

Beca chasquea los dedos frente la cara de Chloe y hace que vuelva a la realidad.

-Oh... lo siento- Chloe sonríe apenada llevando un mechón de su cabello detrás de su oreja.

-¿Llevas mucho tiempo ahí parada?-

Chloe sabía que por el tono de su voz que no estaba de humor y si le decía que llevaba el tiempo suficiente como para ver que estaba bailando de la manera más linda, se enojaría con ella más de lo que ya estaba.

-No, recién llego. Stacie me dió una copia de la llave por emergencia y para que no estuviera esperando afuera ya que a veces ella no suele escuchar cuando llaman a la puerta.-

-Perfecto. ella no está así que... yo estoy aseando...- voltea para señalar la sala, y en ese momento es interrumpida por la pelirroja.

-Lo sé, y prometo no molestar sólo iré a la habitación de Stacie a esperarla. Por cierto la música que estabas escuchando es genial, ¿tú haces esas cosas de mezclar otras canciones?-

-Chloe- cierra los ojos y deja salir un suspiro de frustración.

-Sabes mi nombre- estaba claro que le gustó como se escuchó su nombre viniendo de su boca y estaba más que sorprendida por que la chica sabía su nombre.

-Sí, sé tu nombre. Ahora por favor te pido que me dejes continuar con lo que estaba haciendo antes de que llegaras-

-¿Bailar?- no había sido la intención de Chloe decirle eso, lo había dicho sin pensarlo y le había salido del alma. Solo abrió los ojos azules que tenía como platos después de procesar lo que le había dicho.

-Entonces si llevabas mucho tiempo viendo- cerro los ojos llevando su mano a la frente.

-Yo...amm...- solo estaba balbuceando y sin saber que decir, volteando a todas partes. Usual mente ella sólo hacía eso con sus padres que tenía miedo a la respuesta o lo que le pudieran decir.

-Olvídalo. Sólo vete de aquí y déjame seguir limpiando.-

-Beca...- la mira con preocupación.

Beca ya no estaba de humor como para reproducir la música así que solo tomó la escoba y se fue a barrer donde se había quedado.

Chloe se fue a la habitación de Stacie y se recostó en la cama abrazando sus piernas y con las lágrimas a punto de salir. Había tenido un mal día y sólo quería que alguien la apapachara.