Y así fue como ocurrió lo que tanto temía, volvernos a encontrar en la misma habitación, sólos. Sabiendo que mi atracción hacia ti es fatal, sabiendo que estando contigo el hilo del cual pende mi vida se adelgaza más y más.
Peligrosa permanencia de la que nadie está libre, ni el más puro de corazón, porque incluso aquel individuo puede caer preso en tus brazos adormecedores, llenos de sueños turbios en los que la vida se apagaría en un segundo, cubierto por un manto de soledad y frustración infinita.
Final de esta carrera llamada vida, donde no hay ganador entre los dos, sino, un triste empate, y el premio, una lenta despedida hacia la eterna oscuridad de tu aura, sólo así puedes volver a donde perteneces, a la espera de otra víctima a quien seducir y cobijar entre tus frías caricias, que extrañamente son las únicas que parecen brindar calor, aún estando rodeado de muchos.
Sólo espero no caer a tus pies, después de todo, más dealguno a rozado tus labios sin dejarse atrapar.
Estando este tiempo mirándonos, me ha hecho quererte a pesar de tu peligrosidad, quizás nos encontremos más seguido, no lo sé, pero estaré esperando tu llegada, atento a tus movimientos.
Puedes irte.
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