Two: Ambar Guillermo.

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  Jueves 3 de febrero del 2010: 

 Ya disponía a acostarme, estaba cansada, había sido un día horrible en el trabajo, me sentía mal, había pasado todo el día con un dolor de cabeza así que me dispuse a acostarme a dormir, ya me había arreglado para dormir y eran alrededor de las once cuando ya estaba en mi cama durmiendo.

 Me desperté y todo estaba oscuro, solo el sonido de la melodía de mi celular sonando, me estaban llamando, quite algunos mechones de cabello de mi rostro que me estorbaban y deslice mi dedo por la pantalla para atender la llamada.

 - ¿Hola? - Nadie contestaba, pensé por un momento que podría ser una broma de alguien sin nada que hacer, así que me dispuse a colgar, pero fue allí cuando escuche una suave voz del otro lado de la línea hablar.

 -10 Minutos, juguemos, debes esconderte, 3, 2, 1, fuera luces- En ese momento todas las luces de la casa se apagaron, me di cuenta de eso debido a que vi la luz del pasillo apagarse y mi aire acondicionado se apagó, mis manos comenzaron a temblar y aunque tenía mucho sueño no iba a acostarme, así que salí al pasillo, estaba oscuro, así que decidí ir a la habitación de mi hermano Louis.

 Llegué hasta las escaleras y comencé a subirlas, iba como por la mitad y escuché algo, parecían... Gemidos -Genial, Louis con una chica y yo cagandome en los pantalones- No hice caso y continuar subiendo, al llegar arriba solo me faltaría cruzar ese tenebroso pasillo para llegar a la habitación de Louis, me arme de valor y camine por este hasta la habitación de mi hermano, al llegar toque la puerta un par de veces con mi puño con un nudo en la garganta lo llamé. 

 - ¿Louis? – Me quede en espera de una respuesta que luego de como un minuto me di cuenta de que no llegaría. - ¡Voy a entrar! - Dije, pero nuevamente no me respondió. 

Me adentre en la habitación, no paraban los gemidos, cuando voltee, había algo que parecía una mujer sobre Louis y los gemidos que pensé que eran de él, provenían de esa tipeja, también hacia sonidos como los de un animal comiendo. Aquella cosa con extremidades realmente largas y un rostro deforme, el cual se asemejaba a el de Homúnculo como los de Full Metal Alchemist el cual me daba unas inmensas ganas de vomitar volteo a verme. 

 -Te encontré. -Dijo con una voz algo grave, profunda y realmente aterradora. 

 Enseguida me voltee y comencé a correr a mas no dar hacia las escaleras, debía esconderme de esa cosa, mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a bajar las escaleras, entonces sentí un fuerte golpe en la espalda y unas uñas clavadas en mi espalda, no pude mantener el equilibrio, lo que hizo que cayera de frente por las escaleras, di un par de vueltas, me lastime la cabeza y la nuca, a decir verdad sentí por un momento que iba a perder el conocimiento cuando estaba en el suelo, pero no pude, debido a que sentía un horrible dolor punzante en mi espalda, esa cosa estaba rasguñandome, clavaba sus uñas en mi piel una y otra vez, mientras gruñía como un animal.

 Estaba aterrada, mi cuerpo no reaccionaba, debía hacer algo o terminaría como Louis, así que agarre fuerzas, las pocas que tenía y me revolqué por el suelo una y otra vez hasta que logre despegar de mi a ese adefesio, estaba herida y me sentía muy débil, pero no podía quedarme allí, así que me levante antes de que esa cosa lo hiciera y corrí, con las pocas fuerzas que me quedaban, hasta la pequeña habitación que está debajo de las escaleras, no podía salir de casa- ¿Y si afuera la cosa era peor? - Abrí la pequeña puerta de esa habitación y me adentre en el pequeño cubículo, cerré la puerta con seguro y me senté frente a la puerta abrazando mis piernas, oía los pasos de esa cosa allí afuera y su respiración frente a la puerta, lo que ocasionó que las lágrimas que tenía retenidas se liberaran, sin embargo, trataba de que hacerlo callada, no quería que eso me escuchara y me matará. 

Llego un momento en el que no escuche más los pasos de esa cosa ni su respiración, espere varios minutos y aun nada, quizás había subido a terminar de comerse a mi hermano, era mi momento de irme de allí; el sol estaba por salir, estaba casi segura de eso, así que abrí la puerta poco a poco, asome mi rostro y nadie estaba allí, saque la mitad de mi cuerpo, nada.

 En silencio, sobre las puntas de mis pies corrí hasta la puerta, cuando estaba girando el pomo de la puerta escuché un grito, un grito de esa cosa, aterrador, realmente parecían varias voces a la vez, estaba allí de nuevo, detrás de mí. 

- ¡Maldita sea! ¡Déjame en paz! - Grité antes de abrir la puerta y salí a tropezones, comencé a correr, cuando iba a cruzar la calle me encontré con ustedes y eso fue lo que sucedió. 

"Testimonio Policial otorgado por Ámbar Cristal Guillermo a la policía española de Madrid."  

Miss S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora