Eight: Reencuentro.

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En aquella casa en medio de un extenso campo se escucho el disparo de un arma y un grito.

-¡Maldito! -Grito Scott Poniendo su mano en su mejilla, la bala había rozado la parte derecha de su rostro, ocacionandole una gran herida en esta, la cual sangraba y provoco que soltara al oficial que tenia retenido.

-¡Ahora! ¡Alex!- Le ordeno Ruben, Alex se volteo, le dio un fuerte golpe en la cara al criminal para darle vuelta, ignorando que su mano se había llenado de sangre lo empujo contra la pared y prosiguo a ponerle las esposas, mientras que el fornido hombre se resistia a el arresto.

**Fin Del Flashback**

Tomo a aquel criminal por el cuello de la camisa y tiro de esta, sin medir su fuerza, no le importaba lastimarlo, despues de todo, ese tipo casi lo mataba.

-No duraras mucho...- Dijo Scott, a Alex le recorrio un escalofrio por la espalda, pero mantuvo la compostura y tomandolo por uno de los brazos lo llevo hasta la entrada de el edificio, no planeaba quitarle las esposas, que el se las arreglara, le dio un fuerte empujon y volvio al lado de su compañero.

-Listo Jobs, lo dejamos libre. -Dijo al telefono Ruben.

-Vale, ahora... ¿Ruben?- no termino de hablar porque se habia cortado la llamada, lo cual le parecio extraño.

Intento volver a llamar, pero el teléfono no marcaba, sin embargo recibió una llamada, la cual intento desviar deslizando su dedo por el símbolo rojo que le salía en la pantalla, pero esta no se cortaba, asi que, tratando de no perder tiempo contesto la llamada rápidamente.

-¿Hola?- Pregunto, pero nadie respondio.

La línea estaba muerta, no se escuchaba ni un mosquito de el otro lado de la línea.

-Maldición.- Cuando el hombre iba a quitar el teléfono de su oreja escucho una voz.

-Miss S Vuelve a jugar.- Dijo una suave voz femenina de el otro lado de la línea.

-¿Que?- Pregunto quedándose helado al escuchar aquello.

-Calle Casanova, numero 48, suerte.- Dijo aquella voz y se corto la llamada, lo cual le parecio extraño, pero no mas extraño que aquello que habían dicho.

El hombre se quedo viendo a un punto fijo en shock, no podía creer que esto estuviera sucediendo de nuevo, pensaba que el caso quedaría estancado, pero fue allí cuando se dio cuenta de que solo era el comienzo.

Al otro lado de la oficina se veía a una figura humanoide, mas alta de lo que seria una persona común, con la piel como si hubiera sido momificada, pegada al hueso, como la de un cadáver en descomposición, extremidades muy largas, tanto que la punta de los dedos de esta cosa tocaba el suelo, dedos de los cuales salían unas largas y asquerosas garras, de la cavidad donde se supone que debían estar los ojos de esta cosa, en la cual no había nada, brotaba un liquido negro, lo que ocacionaba que al oficial le diera mucho asco.

Entonces, cuando parpadeo, esa cosa no estaba allí y escucho la suave voz de su asistente Emily detrás de el.

-¡Jobs! ¿Quién era? ¿Qué sucede?.- Pregunto preocupada.

-No hay tiempo para eso Emily, envía unas patrullas a la calle Casanova, numero 48, quiero saber que hay allí, que nadie se vaya hasta que encuentren algo.

*Media hora luego*

Las patrullas llegaron al almacen en la calle Casanova, los oficiales de policía se adentraron en el lugar luego de abrir la puerta sin esfuerzo, ya que esta estaba abierta, el lugar estaba vacio, algo extrañados siguieron revisando aquel lugar, hasta que se dieron cuenta de que había alguien mas allí, en una de las esquinas en una habitación. Desnudo, sucio, temblando, miraba un solo punto en la habitación, mientras susurraba cosas en un idioma bajo, en posición Fetal, Javier estaba mas asustado que nunca en su vida.

-Belahe, Belahe, Belahe.- Susurraba una y otra vez, mientras que era levantado a la fuerza por aquellos oficiales.

Miss S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora