Capítulo 1.

63 4 0
                                    

Zayn se encontraba en su habitación acompañado de Louis, encendiendo un cigarro con la boquilla ya entre sus labios e indispuesto a compartirlo con su amigo. Como cada noche desde que comenzaron las vacaciones de verano, hacía a penas dos semanas, el ojiazul y él se juntaban para fumar juntos y, como tradición de los viernes, compraban alcohol y disfrutaban de éste hasta el amanecer.
El problema que para Louis no parecía tanto, para Zayn era un verdadero horror. El castaño se había olvidado de comprar la dichosa botella de vodka y al ser pasadas las diez y media ningún comercio se ofrecía a vendérsela y ninguno de los dos estaba dispuesto a ir a emborracharse a cualquier bar.
–Vamos, Zayn... Tampoco es para tanto. –insistió el ojiazul, que tampoco había comprado ni pizca de tabaco y se moría por dar tan solo una calada.
–Cállate la puta boca, enano. Ya te he dicho que no voy a darte de mis cigarros porque no has traído lo que deberías. –escupió el moreno con fuerza, llevándose por fin el cigarrillo liado a la boca para dar la primera calada.
–Eres un maldito cascarrabias y sólo tienes 23 años. No sé qué harás cuando te enteres de quién va a venir a visitarte en un par de días...
–¿Quién coño va a venir? Nadie me ha dicho nada.
–Liam, va a venir Liam. Al parecer su madre falleció hace un par de meses y su padre necesita despejarse, ya sabes, este es un sitio tranquilo.
Las palabras de Louis provocaron en Zayn un ligero ataque de tos, que finalizó con un ronco gruñido.
–Liam no puede venir, te lo estás inventando.
–No estoy inventándome nada. Te aseguro que en menos de tres días estará aquí y tú volverás a morirte por sus huesos, como la primera vez.
–Sal de mi habitación. Ahora. –vuelve a gruñir de manera agresiva, levantándose a gran velocidad de la silla giratoria que acompaña a su escritorio.
–Zayn, yo no quería que te molestaras...
–¡Que te largues, Tomlinson! –alza la voz interrumpiendo las palabras del contrario, haciendo que éste se ponga en pie y salga por la pequeña puerta tras coger su mochila.
Una vez se asegura de estar completamente solo, termina su cigarro y se tumba en la cama dispuesto a tranquilizarse y a analizar la situación. Llevaba años sin ver a Liam, pero estaba seguro de haberlo superado completamente a pesar de la forma en la que ambos terminaron.
Tras un rato recordando momentos que pasó con Payne, decide dormir y apaga la luz finalmente, adentrándose después en un sueño profundo.

Habían pasado dos días y aunque el moreno era un chico rencoroso, ya había olvidado el comentario de su amigo. Por ello, ambos se encontraban en su habitación planeando la salida que llevarían a cabo el sábado siguiente cuando su hermana pequeña entro sin avisar, lo cual causó que Zayn escondiera las numerosas revistas para mayores que Louis le había entregado.
– Safaa, ¿qué quieres? –murmuró el moreno incómodo, mirando cómo ésta se apoyaba en el marco de la puerta.
–Ha venido el señor Payne y mamá dice que bajes, al parecer quiere ver cuánto has crecido.
Al escuchar las palabras de su hermana, Zayn sintió como si un balde de agua helada se derramara sobre él y se olvidó completamente de Louis. Con las pocas fuerzas que reservaba aquel día, siendo sólo las siete de la tarde, se dispuso a bajar a su propio salón para saludar al padre de Liam y rezó mentalmente mientras bajaba la escalera para que aquel último no se encontrara ahí. Y por suerte, así fue.
Una vez se encontraba abajo, sonrió sin dientes al hombre y tomó su mano en forma de saludo.
–Buenas tardes, Geoff.
–Hola, hijo, hola. –sonrió el hombre ampliamente, observando con detenimiento el rostro de Zayn. –Ya eres un hombre, hasta te salió la barba...
Zayn rió levemente con incomodidad, frunciendo el ceño cuando vio a su madre aparecer en el comedor con una enorme bandeja repleta de galletas de todos los tipos posibles; chocolate, limón, fresa...
–Siéntate, chico. Quiero saber qué ha sido de tu vida. –habló Geoff, palmeando la silla a su lado, la cual se encontraba vacía.
El moreno obedeció en silencio y se limitó a escuchar la conversación entre su propio padre, Yaser, y el padre de Liam. Conversaron de fútbol, trabajo y de lo que cada uno de sus hijos había conseguido en los últimos siete años. Al parecer, Liam había tomado un descanso en sus estudios después de lo ocurrido con su madre y ahora mismo se dedica a dar clases de guitarra a adolescentes interesados en el tema.
Zayn continuó metido en sus pensamientos cuando escuchó el timbre de la puerta, lo cual lo hace sobresaltarse. Obedeció a las peticiones de su madre y se levantó para abrir, quedándose congelado al hacerlo. O el chico que se encontraba delante de él era Liam o realmente él estaba teniendo serias alucinaciones.
–Hola. –habló Liam para romper el estado sorpresivo de Zayn, esperando una rápida reacción.
–Hola, muñeco. –murmuró Zayn para que sólo el contrario pudiera escuchar, recorriendo a Liam con la mirada y observando desde cada cabello de su cuerpo hasta cada curva de sus músculos, los cuales dejaba ver al llevar una camiseta de tirantes negros.

Holis. Acabo de empezar con esto y realmente no sé qué va a salir, pero espero que os guste mucho y si es así me lo hagáis saber. <3

past always comes back ▸ ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora