CW Vol.2 | El final del cuento ya empezó

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Disclaimer: Contenido escrito solo por diversión y entretenimiento, todos los personajes y lo que ellos mismo incluyen, en cada una de las versiones aquí escritas, pertenecen a Marvel, a partir de sus películas, cómics, series animadas, videojuegos y etc.

Géneros: Drama.

Rating: G

Advertencias: Angst.

Sinopsis: Tanto Stark como Rogers entendieron, en esos pocos segundos, que su felicidad, su futuro, no pudo ser escogido por ellos mismos, aquella fue elegida por gente que ignoraba lo que ellos sentían. Por gente que no le importaba sus emociones. Y de alguna manera, no había vuelta atrás.

[ * * * ]

— Una oportunidad. Solo una, Tony, por favor.

Steve, bajo la mirada fría del cansado hombre frente a él, no se atrevió a mirarlo. Entre luces tenues y sombras torcidas, no llegó a ver el efímero temblor en sus duros gestos que se transformaron en una mínima sonrisa con ojos brillosos.

No lo vio.

No lo notó.

No estuvo ahí en mente y alma para ver esa chispa de oportunidad que Tony no supo de qué mejor forma dar. Pasaron cerca de cinco minutos, largos e incómodos. En ese escaso momento que aún le quedaban juntos, ocurrieron los segundos suficientes que jugaron con el roto corazón de Tony. Pasaron los suficientes para pensar que tal vez una oportunidad más no sea la mejor opción entre guerras, entre gente que conformaba dos grupos muy distintos, tan diferentes que los obligaban a ellos a odiarse. Entre opiniones extremistas y disconformidades que los empujó a ellos dos específicamente a ser los líderes que no estaban preparados para ser. Ellos, que solo querían una vida juntos, pero no... su futuro fue destinado a ser la persona al otro lado del río. La persona que por convicción tenían que odiar.

Tony entendió en esos pocos segundos que su felicidad, su futuro; la de él y la de Steve no pudo ser elegidos por ellos mismos, aquella fue elegida por gente que ignoraba lo que ellos sentían el uno por el otro. Por gente que no le importaba sus emociones.

Y ya no había vuelta atrás.

No existía ninguna forma de arreglarlo.

Tony no pudo evitar sentirse la persona más incompetente del maldito mundo al darse cuenta que él, entre todos los que pudieran existir, no podía hacer lo que mejor se le daba bien: arreglar cosas. Y dudó tanto, que Steve tal vez ya se arrepentía de las palabras de disculpas que solo hace poco habían escapado de sus labios causando en Tony lo que hace ya mucho no sentía. Quizá, como él, concordaba con sus pensamientos. Tal vez Steve pensaba como él. Quizá no. De todas formas, ya no tendría el modo de saberlo.

De ahora en adelante, ya no podría.

— No. Ya se acabó.

Su voz fue fuerte y profunda que caló hasta lo más recóndito de los pensamientos de Steve. Sin embargo, fue esa misma voz la que el rubio reconoció. Ese tono que él conocía muy bien. Steve podría justo ahora jactarse que él, como ningún otro, conocía muy bien al hombre frente a él. Esa voz escondía el temor de perder. Escondía unas disculpas de por medio. El rubio sabía que Tony tenía miedo. Miedo a ya no verlo más, de ya no tenerlo. El mismo miedo que él se estaba tragando con dolor y amargura. Y aun así, a pesar de que Tony dijo hace varios años que lo amaba con todo su ser, este no era lo suficientemente valiente para pedirle que se quedara. Tony, en vez de eso, era lo suficientemente cobarde como para tragarse las palabras que expresaban lo que realmente quería.

Y Steve no pudo sentirse más decepcionado.

Fue justo en ese momento que perdió la pizca de paciencia que siempre guarda para el hombre, que contra todo pronóstico, eligió amar para siempre. Steve se cansó de ver una y otra vez como Tony no se atrevía a dar el primer paso. Steve decidió ya no intentarlo. Seria elección de Tony, si él lo quería solo sería una vez. Y sería la última vez que desconfiaría.

— Está bien. Se acabó.

Una sola vez que Tony dejó que pasara al no responder en los siguientes minutos. Silencio. Eso fue lo único que Steve recibió a cambio.

Todo se acabó.

Acabar.

Esa palabra salió de los labios de ambos como afirmaciones inquebrantables, y aun así se sentía tan lejano y doloroso. Corazones rotos una vez más. Ni a Steve ni a Tony le pudo importar en ese momento. Ellos comenzaron su relación con el dolor albergando en sus corazones, crecieron y amaron sin que ese sufrimiento desapareciera. El dolor era solo una constante entre ellos. Tan constante como el sufrimiento que el otro causaba en uno mismo.

No hubo más palabras.

Ya no más Tony y Steve. Ahora serían el Presidente Stark y el Comandante Rogers. Dos personas frías y neutras, lo suficientemente maduras que seguirían viviendo por la gente que los seguía, por aquellos que aun creían en su persona. Por aquellos que no conocían, y...

Ya no por el otro que aún tanto aman.

ONE-SHOTS [Multiverse Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora