Ella no te quiere, te está usando

Inversa

 Viviana B. Drago/ 24 años/ soltera/1.69m/ finísimo rostro salpicado por esas pequeñas pecas/ cabello: negro azabache, muy largo/ ojos negros/ estudiante de arquitectura/ amor de toda la vida/ personalidad alocada,..., lo se, parezco acosador, pero es la chica que me gusta o que me seguirá gustando, por hoy fue un día de Mierda. 

10 de la mañana, como siempre, caminaba cerca de su facultad y miraba mi celular para disimular mi interés de ver si ella esta por ahí, pero no paso desapercibida...

-Hola, sobrado

... era Monica, la compañera de Viviana, pero había jalado un curso y se quedo un semestre por debajo...

-Monicaaaaaa, ¿como estas?, ¿que es de ti? (momento muy incomodo) 

-Bien, llevando unos planos  a mi docente

-¿quieres que te acompañe?(pregunte desganado)

-No,  así esta bien, déjalo, creo que es obvio que haces por acá

- Como que, que hago (muy sorprendido y  desconcertado)

- Hay no te hagas, si toda la faculta lo sabe

- Pero que saben( mi cara de temor ya me delataba)

-Tú y Viviana, mira es muy lindo todo lo que haces por ella, pero no es justo que pases por eso

-¿Pasar por que?(ya con el corazón la tiendo a mil por hora)

- ¿No sabes'?, no quiero ser yo quien te lo diga

-¿Decir que?

- Lo lamento, me tengo que ir, esto planos no se entregaran solos

- Monica espera dime

...Monica empezó a caminar y alejarse cada  ves mas de prisa, con la intención evadirme, seguí caminando haciéndome el despistado y pensando en lo que me dijo, cuando me di cuenta me había echo conocido en toda la facultad, parecía un arquitecto más, subí por las gradas del lado izquierdo hasta el noveno piso, en cada piso que iba mis nervios por verla crecían, fue cuando llegue, su salón era el 908, que estaba al lado derecho de la terraza, donde se podía ver toda la universidad, pero estaba antes del deposito de limpieza ,que era la siguiente puerta después del salón, me asome a la ventana y no la pude ver, se había ido, sus compañeras me dijeron que salio apurada, que tenia que ver a alguien, y pensaban que era yo.

Baje hasta el comedor, estaba muy triste, solo me cuestionaba ¿quien era la persona por la cual había salido rápido, me trajeron la carta y solo pedí el café más amargo que tenían, porque un café amargo solo es para amargos momentos, mi concentrar en aquel momento era el de ver la mesa con una extraña concentración, a pesar de que el café amargo esperaba, entonces levante la mirada y pude verlos, dedos cruzados, miradas fijas, sonrrisillas cómplices y una extraña sensación que manaba de mis ojos, con dolor y tristeza...  El echo que a nadie le importara porque mis sentimientos se manifestaban como gotas saladas que se llevan mis emociones, me hizo recordar que estaba solo, pues ella era lo único que tenia. 

¿Donde quedaron esas palabras que afirmaban un sentimiento único?, pues, esas palabras se la llevo la lluvia...