Me sonrió juguetón, y me besó de nuevo, posó sus manos sobre mis nalgas, y me las masajeó, cogiéndome de la cintura, me bajó un poco, colocándome a la altura de su miembro –que ya estaba duro- alcé la cintura un poco, se la agarré y la dirigí hacia mí.
Pero él me detuvo, con un dedo me acarició de pasada…
-¡Oh dios! –gimió- Estás tan caliente… me volverás loco…
Gemí. Hizo un movimiento brusco, y caí en la cama, reboté. Cuando me di cuenta, tenía las manos atrapadas entre una de las de Justin, me estaba sujetando.
-Abre las piernas –me instó-
No vacilé y las abrí, él se colocó entre ellas, y de un solo movimiento me penetró, haciendo que gimiera, que arqueara mi espalda, se comenzó a mover despacio… y yo seguí su ritmo, se inclinó sobre mí y capturó uno de mis pezones –ya erectos- con los dientes… Me arqueé de nuevo.
Yo contraía los músculos vaginales, y lo oía gemir. Poco a poco incrementó el ritmo de las penetraciones, haciendo que me volviera loca, alcé las piernas y le rodeé la cintura con ellas…
-¡Oh si… si, sigue!
Ante mis palabras, él aceleró. Noté como mi cuerpo comenzaba con los primeros espasmos de placer, como mi vagina, se contraía avisándome de la llegada del orgasmo, Justin introdujo su manos libre –por que con la otra me seguía sujetando mis manos- entre nosotros, y me comenzó a acariciar el clítoris. Moví mi cadera como pude.
-Suéltame –le pedí-
Él me ignoró y siguió penetrándome, cada vez más fuerte. Mi sexo palpitó… y alcancé el orgasmo gritando su nombre, y él me siguió segundos más tardes, soltando un gritó.
Cayó sobre mí. Intentando normalizar mi respiración, con mis manos –ya sueltas- comencé a acariciarle la espalda…
Pasó el tiempo, despacio, noté como él se colocó a lo lado, se apoyó sobre el codo y me miraba. Estaba cansada, demasiado como para sentirme observada o cualquier otra cosa. Se me cerraban los ojos…
-¿Y bien? –me preguntó-
No entendía.
-¿Y bien que? –pregunté medio dormida-
-¿He pasado la prueba?
-Mmm…
-¿Eso significa que…?
-Si Justin, si… -dije con voz cansada-
Había pasado la prueba y con creces
Me estaba quedando dormida, estaba exhausta, ahora si me iba a dormir, y además lo iba a hacer a gusto, después de un magnífico sexo, y acurrucada contra mi nuevo “amante” mi mejor amigo…
Los ojos me pesaban… y mi respiración cada vez era más profunda.
De repente gemí…
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Mi Amante Amigo
De TodoJustin y yo, nos conocemos desde que somos unos niños, vivíamos uno frente al otro, y siempre nos lo hemos contado todo,desde lo más tonto a lo más íntimo...pero una noche, algo cambia, y dejamos de contar para practicar...o algo por el estilo...