Capitulo 3

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 El baile comenzó después de dos horas de retrazo, el rey no hizo acto de presencia a la hora prevista y cuando apareció su cara reflejaba preocupación y tormento. La mayoría de la corte no le paso por alto la actitud de su rey que durante toda la velada se mostró molesto mirando a alguien en concreto. Tal vez era la ausencia del príncipe o algo mas fuera del control del rey. 

Lira no podía mas con sus zapatos la estaban matando y el vestido era demasiado incomodo para lo que acostumbraba a vestir y su corsé no ayudaba demasiado ya que sentía que se adhería a su piel con cada movimiento. Y los continuos alagos y acompañamiento de Lord Thomas que se había tomado muy enserio su papel de cortejarla. Las miradas de las jóvenes casaderas que miraban con adoración a Lord thomas si tuvieran poder sobre Lira de seguro estaría bajo tierra en esos momentos. 

Pese a la musica y la comida el ambiente era demasiado aburrido y la actitud del rey no aminoraba el ambiente. Disculpándose Lira se fue por las puerta mas cercana a los jardines en donde encontró un lacayo entregándole una nota para dársela a su padre alegando que se sentí indispuesta y se llevaría el carruaje y lo mandaría de vuelta .

Sabia que esto desquisiaria a su madre pero no podía seguir allí, era una de las razones por las cuales siempre que podía evitaba asistir al palacio o las fiestas.

Tuvo suerte de perder a Lord Thomas que se encontraba rodeado de doncellas dispuestas a ocupar su lugar. Negando con la cabeza sonrió de lado nunca cambiaría y debía de evitar ese casamiento no soportaría ser esposa de alguien como él, dispuesto a ser le infiel ante la primera oportunidad que vida podía esperarle al lado de un hombre así. 

Era un buen guerrero no podía negarlo pero su fama de libertino bajaban los estándares. Cuando estuvo de camino a su casa abrió las cortinas de su carruaje para tomar un poco de aire fresco mientras avanzaba por los caminos, el viento que golpeaba levemente su rostro pudo encontrar algo de alivio. Pero el relincheo de los caballos hizo que el carruaje se detuviera abruptamente que obligo a Lira a sostenerse del borde de su asiento fuertemente evitando caerse hacia delante. Sacando una daga de su tobillo la escondió en los pliegues de su manga y salió sigilosamente del carrueje la poca luz que había no era suficiente para ver nada. Su cochero se encontraba inconsciente con su cabeza recordada en el carruaje, los caballos estaban inquietos y un escalofrío recorrió su nuca. Obligándose avanzar y con la ayuda de la oscuridad de la noche trato de ser silenciosa pero su vestido no ayudaba. Se sintió observada pero no había ningún sonido siguió avanzando hacia delante alejándose de los arbustos para evitar ser tomada por sorpresa. 

Con una mano dentro de los pliegues de su manga dispuesta a sacar su única arma lamentándose no haber traído su espada pero que podía imaginarse que podía pasarle algo con el reino protegido. Se detuvo tratando de escuchar algo y lo escucho unos suaves pasos que trataban de ser silenciosos fallando por las piedras del camino detrás de ella. Espero a su atacante sin voltearse fingiendo no escuchar nada, cuando su atacante quiso poner su mano en su boca le corto el brazo con su daga de un solo movimiento lo que hizo retroceder a su atacante y hacer visibles a sus secuaces que caminaban hacia ella. El primer atacante que estaba vestido como los demás estaba cubierto por una capa negra y solo se podía ver sus ojos portando una espada que se noto por su filo a la luz de la luna, al igual que los tres secuaces. Quienes eran esos hombres que pretendía era lo que se preguntaba Lira. Pero desecho la idea concentrándose manteniéndose atenta a cualquier movimiento. Al ver herido a lo que suposo Lira al  líder, lo demás se estaban hacercando a ella, pero el primer atacante con su mano sana los hizo retroceder mientras no despejaba los ojos de Lira. El primer atacante se acerco solo unos pasos a Lira sin sacar su espada para amenazarla. Pero su intento se vio frustrado al escuchar los relincheos de un caballo acercándose mirando por ultima vez a Lira hizo una señal y él y sus secuaces desaparecieron en la oscuridad de la noche dejando a Lira en medio del camino como si ellos no hubieran estado apunto de atacarla.

Recomponiendose guardo su daga limpiandola rápidamente sobre algunos arbustos y guardándola en su tobillo nuevamente. Camino hacia su cochero que era un remplazo ya que el de la familia de encontraba enfermo.

Estando cerca pudo ver algo que no notó, su cochero tenía un dardo en el cuello y al asegurarse noto que estaba muerto. Los galopes del caballo se estaba acercando rompiendo un poco sus mangas fingiendo ser asaltada se mantuvo firme, debía de simular o la culparían, el rey estaba demasiado sensible con la seguridad y esto le traería problemas a ella o a su padre. Solo era un jinete sobre su caballo negro que se bajo ágilmente. 

-que os a ocurrido mi lady.-cuando estuvo lo suficiente cerca y la poca luz ilumino su cara Lira vio que era el príncipe agachándose levemente en forma de saludo suspiro. Era lo último que le faltaba, el príncipe hizo una señal con sus manos restando importancia al saludo.-no estamos en la corte o el palacio puede decirme que sucedió?

-fui asaltada majestad y mi cochero está muerto.-sin levantar la mirada.

-como es posible, porque viajaba sola sin escolta?.-indagó, mordiéndose el labio levanto la mirada.

-estaba en el baile y me sentí mal tome prestado el trasporte de mi familia para volver a mi casa.-dijo tratando de escapar de aquella situación. 

El príncipe pudo contemplar su rostro cuando levanto su cabeza, sus ojos tan celestes como el mar y sus labios rosados como una rosa bañada con el rocío y su cabello que denotaba ser de un color rojo que brillaba como fuego a la luz de la luna era única, no había palabras que pudiese hacerle justicia. Tratando de recomponerse carraspeo nervioso quitando la vista de sus ojos y fijándola en el cochero de la doncella. Se acerco y confirmo que estaba muerto.

-escaparon cuando escucharon su caballo magestad os estoy agradecida.

-esta lastimada?.-analizo la vestimenta que solo estaba levemente dañada en las mangas, tuvo un sentiento de ira que alguien estuvo a punto de lastimar a una joven como ella si el no se hubiera escapado del palacio evitando ver la condena de su maestro.

-no majestad.

-me alegro, pero me encuentro en desventaja como os  llaméis.-Lira no tenia escapatoria.

-Lady Beirgot magestad.-dijo lentamente, tensando al príncipe era imposible de todas las casualidad tuvo que encontrarse con una de la hijas de su maestro del conde. 

-Lady Lira prometida de  Lord Thomas.-ahora entendía él príncipe la fascinación de su amigo por la hija menor del conde y no lo culpaba era digna de admirar.-permitidme acompañarla a su casa para que lleguéis segura.-quiso reírse Lira sabiendo que el príncipe no era un gran guerrero y que ella lo superaba, y que seria el revés ella tendría que protegerlo pero fingió ser la doncella que su madre educó todo estos años. 

-debo declinar su oferta no os quisiera que le sucediera algo al príncipe mi vida no es de importancia.-antes de que el príncipe objetara, Lira de encamino a uno de los caballos del carrueje y lo desato rapidamente , subiéndose de un solo movimiento lo que desconserto al príncipe.

-solo una cosa le pediría majestad.-el príncipe asintió.-si os encontréis con el conde digale que estoy bien y que no os preocupéis.-sin mas dejando al príncipe confunzo se fue perdiéndose a todo galope. Desconcertado paso su mano por su barbilla, no había duda que era hija del conde, pero ahora que hacia el con un hombre a mitad de camino sin vida. Para cuando puso su vista de nuevo en el camino la doncella había desaparecido. Esa sin duda era una extraña noche y aun no terminaba.


Que les pareció el capítulo?

corregire errores al final de la historia. Saludos. 




LiraWhere stories live. Discover now