Error de Messenger (Stingvia)

¿El messenger de quien?

-Envíale un mensaje- Su amiga rubia le sonrió con picardía y confianza, mientras ella la miraba dudosa y se acomodaba un mechón azul tras la oreja, hasta hace poco, Lucy Heartfilia, su amiga y la más cercana, le había enseñado a usar Messenger con la condición de ser anónima (ya que era muy precavida) y esto en realidad no le afectaba ya que prefería relacionarse cara a cara con las personas, pero en esta ocasión el mantener una conversación por Messenger parecía la mejor opción.

Con sus 15 años había logrado entrar a una de las más prestigiosas escuelas de su ciudad, donde lo conoció, de cabello y ojos negros, piel blanca y una personalidad seria, Gray Fullbuster se había convertido en el amor de su vida a primera vista, su Sempai de 16 años que con una corta sonrisa le había robado el corazón.

De eso ya meses, casi medio año o quizás un poco más, él ya había cumplido los 17 y ella los 16, y todo ese tiempo solo se había dedicado a profesar su amor en secreto, pero pronto seria el 14 de febrero y estaba decidida a que ese día le daría su chocolate y quizás si se animaba le confesaría su amor; pero para ello primero quería entablar mínimo una conversación previa con él, pero al ser tan tímida, la diferencia de grupos y todo lo demás la mejor opción era el "charlar" por mensaje con él, después de todo ¿Qué podría salir mal?

-Natsu-san ¿Podría darle a Juvia el Messenger de Gray-sama?- Ya que nunca había hablado con él, la mejor forma de conseguir su nombre era Natsu Dragneel, uno de los chicos más hiperactivos de la escuela y mejor amigo de Gray, y para su suerte, el novio de su amiga Lucy, por lo cual, este no podría decirle que no.

-¿El nombre de quién...?- El peli rosado quien jugaba muy entretenido con su nueva consola portátil en realidad no le estaba prestando mucha atención a la amiga de su novia, ya que en realidad apenas si le hablaba, pero en fin, todo por su rubia. Pero la pregunta no fue escuchada por la peli azul ya que el escandaloso grupo de porristas pasaba a su lado con sus fanfarrias a todo lo que da.

-¡Sting-kun!- Ese era el grito unisonó de las alocadas y hormonales muchachas que traían corazones en los ojos, ante tal grito, Natsu algo extrañado dejo de ver la pantalla de su consola y volteo a ver a la chica bastante sorprendido, pero solo se alzó de hombros, no era su problema.

-Este, bueno, te lo consigo, te lo doy al rato- Le dijo no muy convencido para después solo encaminarse a otro lado volviendo a su juego, Juvia alzo una ceja, ya que se suponía que el hombre era mejor amigo de Gray-sama ¿Entonces porque no tendría ese dato? Suspiro, tal vez Gray cambiaba su nombre seguido.

Con el alboroto aun fuerte, Juvia volteo a ver al objeto de sus gritos quien venía pasando apenas, de cabello rubio revuelto, ojos azul claro, tez bronceada y un atractivo arrollador, Sting Eucliffe, Su Sempai de ultimo año que con sus ya 18 era el más popular de la academia, y como no, además de ser endemoniadamente guapo, era el capitán del equipo de básquet, el amigo de casi toda la escuela y el líder del grupo de los 6 mejores y llamativos alumnos.

El caminaba a paso lento sonriéndole a cada una de las porristas, al final se encontraba ella, y tal vez por estar allí o por cosa de casualidad, él termino por mirarla, y sonreírle como a todas, pero extrañamente, más del tiempo debido y luego siguió caminando. Juvia bufo cuando él se fue, por alguna razón era común que ella estuviera allí cuando el pasaba y de cierta manera sentía que el ya hasta la reconocía, pero bueno, puras casualidades, después de todo su amado Gray-sama era mucho más lindo que él, al menos para ella.

Ya casi a la salida, con el sol ya bajando, Natsu se encontraba sentado en las gradas de la cancha de básquet de la escuela, observando cómo los superiores jugaban, con su mirada fija en aquel sujeto, aun sin entender que tanto le veían las mujeres, y porque Juvia querría su Messenger, pero en fin, daba igual, era un favor para la amiga de su novia, y si no lo hacía seguro que Lucy lo castraría y eso no sería muy bonito, por lo que cuando el juego termino, inmediatamente se levantó y se dirigió a él.

-Sting-llamo con un poco de inquietud, cuando el rubio lo escucho volteo a verlo y sonrió empezando a correr hacia él, por lo cual Natsu sintió un escalofrió.

-¡Natsu-san!-Grito ya cerca de él, Natsu sonrió forzadamente, desde que él había vencido a el rubio en un juego de básquet, pese a ser un grado menor, este le había tomado mucho cariño y respeto, el tipo era algo curioso.

-Oye Sting, ¿me pasarías tú Messenger?-

-Claro- Sonrió sacando rápidamente un papelito anotando el nombre, Natsu lo tomo algo extrañado, donde leyó "Dragón Blanco".

-¿Qué estúpido nombre es ese?-

-Antes tenía uno con mi nombre, pero me llegaban muchas conversaciones, este es más privado- Contesto Sting riendo ante la cara de su amigo, Dragneel agradeció rápidamente aun sin entender que pasaba por la mente del tipo, en fin, había cumplido la misión asignada, así que cuando se dirigió a la salida, donde seguramente ya lo esperaban, se encontró con que Lucy ya se había ido con Levy, una chica encantadora y estudiosa que era novia de uno de sus amigos, Gajeel, y por casualidad, el que era como el hermano mayor de la peli azul, otra de las razones para entregarle rápidamente el papelito.

-Aquí tienes- Dijo simplemente dándole el papel a la chica tal y como se lo habían dado a él, no muy lejos diviso a su mejor amigo, al cual le encantaba molestar, se despidió de la chica y rápidamente corrió hacia el peli negro, quien lo miro de mala manera cuando este se abalanzo sobre él.

-¿Con quién estabas?-

-Con una amiga de Lucy-

-Es muy linda, tal vez le hable- Gray miro a la chica de reojo, viéndola bien era una chica encantadora, además de que a simple vista se notaba que valía la pena, pero en ese momento Natsu le tomo el hombro serio.

-Ni lo pienses, va tras Sting- Natsu no quería que su amigo se hiciera ilusiones, por lo cual lo dijo en serio, Gray volvió a mirar a la chica, lastima, seguramente pudieron llegar a ser más que amigos, en fin, ojala que ella no se convirtiera en una más del grupo de rechazadas por el rubio.

Lástima, tal vez si se hubieran conocido antes.