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-¡Que los Aliens no van a volver!¡Maldicion!- gritó Steve.

-Chitauris- corrigió Tony dandole un sorbo a su trago.

-Lo que sea, todos fueron destruidos. Esto es una perdida de tiempo.

-Que conveniente.

-Agh Stark, a veces no te entiendo.

El moreno bajo la mirada. No, nadie lo entendía y nunca nadie iba a hacerlo, nadie más sintió lo que él al entrar a ese agujero en el medio del cielo neoyorquino.

-Capipaleta, a veces me irritas a un punto sublime entre todos los puntos de la irritación- Tony mantuvo su postura.

-Anthony, realmente te detesto- Steve sabía que estaba mintiendo, este hombre le caia cada vez mejor, aunque era muy terco.

-Como digas- balbuceó Tony con ese aire de superioridad propio de él,  porque en el fondo sabe bien que nadie puede detestarlo- ¿Y como hacías pipi mientras estabas congelado?- preguntó sólo para irritarlo.

-Calla la maldita boca.

-Callamela.

Algo en Steve hizo cortocircuito, realmente no estaba funcionando bien, su cuerpo se movia de forma involuntaria hacia donde estaba Tony, lo tomó por las caderas y cerró los ojos abriendo con cuidado la boca, sus narices casi se chocaron.
El moreno era el más perdido en ese momento, sin poder entender absolutamente nada de que carajos hacía Rogers y porque estaba tan peligrosa y asquerosamente cerca.

-No vayas a besarme- bromeó aunque bastante serio.

-No, claro que no- dijo Steve alejandose. Estaba completamente sonrojado, ambas mejillas estaban rojas y sus ojos paralizados en un punto fijo.

-Capitán América pareces un tomate- rió Tony, porque Tony no era Tony si no aprovechaba ese momento para reir. Aunque realmente se veía tan tierno, algo dentro de él se preguntaba porque Steve quería besarlo y esa misma parte se estaba derritiendo al verlo sonrojado.

-Perdón es que, yo.. no tengo escusas no lo sé, ni siquiera estaba pensando- Steve bajó la mirada.

-Si intentas besarme ahora mismo tal vez te dejo hacerlo, Rogers- susurró por lo bajo Tony pero fue lo suficiente para que Steve lo escuchara y con la misma delicadeza  de la primera vez se acercó a los labios de Tony pero esta vez si logro tocarlos.

Fue el beso más tierno y delicado que alguna vez Tony haya recibido y por primera vez sintió que en verdad la otra parte compartía sinceras y bellas emociones hacia él.

En cuanto se separaron las mejillas de Steve volvieron a un color carmesí. Sus frentes se apoyaron una en la otra y se quedaron alli, estáticos.

-¿Qué demonios estamos haciendo?- Tony habló para si.

-Cuando te vi caer desde ese agujero en el cielo- comenzó a decir el rubio- creo que se me paralizo el corazón- lo siguió una risa nerviosa ante tanta sinceridad- Y cuando.. Dios estabas tirado en el suelo y no reaccionabas, Stark no vuelvas a asustarme así - le dio un pequeño golpe al moreno en el brazo.

°•°•°•°•°•°

Steve Rogers estacionó su motocicleta en la puerta de la mansión Stark, quitó de dentro del vehículo una caja y su cuaderno, se acercó a la puerta, presionó los numeros memorizados y tras anunciarle a Jarvis su nombre pudo pasar sin ningún otro inconveniente, él decia que era bastante inseguro pero el dueño del lugar no estaba de acuerdo.

Bajó hasta el sótano, el taller de Tony, volvió a presionar otra configuración de numeros ya memorizados en el tablero y sonrió al ver la luz verde.

Stony Shit (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora